La gimnasia se originó en la Antigua Grecia y se incluyó más tarde en los métodos de enseñanza por su importancia para el desarrollo juvenil. Consiste en realizar secuencias de movimientos basados en la fuerza, flexibilidad y agilidad como volteretas hacia adelante y atrás con las piernas juntas o abiertas, equilibrios invertidos, puentes y combinaciones de estos movimientos.