Haemophilus ducreyi causa la enfermedad chancroide, una infección de transmisión sexual. Se transmite a través del contacto sexual con una persona infectada y provoca la formación de úlceras dolorosas en los genitales. Se diagnostica clínicamente o mediante pruebas como la PCR. El tratamiento consiste en antibióticos como azitromicina o ceftriaxona. El uso correcto de condones reduce significativamente el riesgo de contagio.