La terapia génica para la hemofilia ha mostrado resultados prometedores en un paciente, cuyo nivel de factor de coagulación se mantuvo por encima del 10% durante varias semanas sin necesidad de transfusiones. Sin embargo, el paciente desarrolló signos de lesión hepática, por lo que el ensayo clínico se detuvo temporalmente. Aunque la técnica parece válida, plantea riesgos como lesiones o enfermedades que deben estudiarse antes de aplicarse a más pacientes.