El tratamiento de la hemofilia consiste en la administración de factores de coagulación ausentes o deficientes mediante transfusiones de sangre, plasma o concentrados de factores. Aunque no cura la enfermedad, este tratamiento ayuda a reducir las hemorragias. Los pacientes ahora pueden recibir tratamiento en el hogar para mejorar su calidad de vida. Investigaciones actuales exploran opciones de terapia génica.