1. La península ibérica estuvo dominada por Roma desde el siglo II a.C. hasta el siglo V d.C., periodo conocido como Hispania Romana. Los visigodos establecieron luego un reino que perduró hasta el siglo VIII, cuando los musulmanes conquistaron la mayor parte de la península y establecieron Al-Ándalus. 2. Al-Ándalus experimentó diferentes etapas de gobierno, incluyendo un emirato dependiente del califato omeya de Damasco, un emirato independiente
Tema sobre liberalismo y nacionalismo en el Siglo XIX. Incluye contenidos sobre los imperios del Este de Europa, EE. UU. y Japón y los casos de la Inglaterra Victoriana y la Francia del II Imperio a la III República.
Los Austrias del Siglo XVII.
Gobierno de validos y conflictos internos.
El ocaso del Imperio español en Europa.
Evolución económica y social. La cultura del Siglo de Oro.
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Tema 4 españa en la órbita francesa: el reformismo de los primeros borbones (...Ricardo Chao Prieto
1.-Cambio dinástico y Guerra de Sucesión.
1.1. Una contienda civil y europea.
1.2. La Paz de Utrecht y el nuevo equilibrio europeo.
1.3. Los Pactos de Familia con Francia.
2.-Las reformas institucionales.
2.1. El nuevo modelo de Estado.
2.2. La administración en América.
2.3. La Hacienda Real.
2.4. Las relaciones Iglesia-Estado.
3.-La economía y la política económica.
3.1. La recuperación demográfica.
3.2. Los problemas de la agricultura, la industria y el comercio.
3.3. La liberalización del comercio con América.
3.4. El despegue económico de Cataluña.
4.-La Ilustración en España.
4.1. Proyectistas, novadores e ilustrados.
4.2. El despotismo ilustrado: Carlos III. El motín de Esquilache.
4.3. El nuevo concepto de educación.
4.4. Las Sociedades Económicas de Amigos del País. La prensa periódica.
Tema 5 la crisis del antiguo régimen (1788 1833) liberalismo frente absolutismoRicardo Chao Prieto
1.-El impacto de la Revolución Francesa.
1.1 Las relaciones entre España y Francia;
1.2. La Guerra de la Independencia;
1.3. El primer intento de revolución liberal: las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812.
2.-El reinado de Fernando VII.
2.1. La restauración del absolutismo;
2.2. El Trienio liberal;
2.3. La reacción absolutista.
3.-La emancipación de la América española.
3.1. Fases del proceso: el protagonismo de los criollos.
3.2. las repercusiones para España.
4.- La obra de Goya como testimonio de la época.
Tema 6. la conflictiva construcción del estado liberal (1833 1874) Ricardo Chao Prieto
1.-El carlismo como último bastión absolutista.
2.-Las Regencias (1833-1843)
3.-El triunfo y consolidación del liberalismo en el reinado de Isabel II.
4.-El Sexenio Democrático.
5.-Los inicios del movimiento obrero español.
Tema 10. La crisis del antiguo régimen (1808 1833)antoniocm1969
La España de pirncipios del XIX: cambio de rey, guerra de la independencia, Cortes de Cádiz, vuelta al absolutismo, trienio liberal y proceso de independencia de las colonias americanas
Tema11 La construcción y consolidación del estado liberalRicardo Chao Prieto
Tema11 La construcción y consolidación del estado liberal. Organización política: monarquía, constitucionalismo y partidos políticos.
El reinado de Isabel II: construcción y evolución del Estado liberal.
El Sexenio Democrático (1868-1874). La revolución, el reinado de Amadeo I y la I República.
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2.1. El nuevo modelo de Estado.
2.2. La administración en América.
2.3. La Hacienda Real.
2.4. Las relaciones Iglesia-Estado.
3.-La economía y la política económica.
3.1. La recuperación demográfica.
3.2. Los problemas de la agricultura, la industria y el comercio.
3.3. La liberalización del comercio con América.
3.4. El despegue económico de Cataluña.
4.-La Ilustración en España.
4.1. Proyectistas, novadores e ilustrados.
4.2. El despotismo ilustrado: Carlos III. El motín de Esquilache.
4.3. El nuevo concepto de educación.
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2.-El reinado de Fernando VII.
2.1. La restauración del absolutismo;
2.2. El Trienio liberal;
2.3. La reacción absolutista.
3.-La emancipación de la América española.
3.1. Fases del proceso: el protagonismo de los criollos.
3.2. las repercusiones para España.
4.- La obra de Goya como testimonio de la época.
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1.-El carlismo como último bastión absolutista.
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3.-El triunfo y consolidación del liberalismo en el reinado de Isabel II.
4.-El Sexenio Democrático.
5.-Los inicios del movimiento obrero español.
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La Unidad Eudista de Espiritualidad se complace en poner a su disposición el siguiente Triduo Eudista, que tiene como propósito ofrecer tres breves meditaciones sobre Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María. En cada día encuentran una oración inicial, una meditación y una oración final.
Ponencia en I SEMINARIO SOBRE LA APLICABILIDAD DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIA. 3 de junio de 2024. Facultad de Estudios Sociales y Trabajo, Universidad de Málaga.
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La Pedagogía Autogestionaria es un enfoque educativo que busca transformar la educación mediante la participación directa de estudiantes, profesores y padres en la gestión de todas las esferas de la vida escolar.
ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE PRIMER GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024. Por JAVIE...JAVIER SOLIS NOYOLA
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1. 1. La Hispaniaromanay lamonarquíavisigoda (PenínsulaibéricaenlaEdad Antigua).
La Hispania romana
El dominio y el control militar de la península ibérica por parte de Roma se lleva a cabo desde el 218 a.C.
(primer barco romano -escipiones- desembarca en Ampurias dispuestos a derrotar a Cartago) al 19 a.C.
El interés de los romanos por la península surge ante los enfrentamientos de Roma contra Cartago en la 2ª
guerra púnica (s. III a.c.), desarrollados en nuestro territorio utilizado por los cartagineses para atacar Italia.
Roma vence y prosigue la conquista de la costa mediterránea, valle del Guadalquivir y valle del Ebro. Esta se
daba mediante fuerza o bien mediante pactos, en función de los distintos grados de dificultad. Posteriormente
continuarán adentrándose en el interior peninsular (s II-I a.c.), para culminar en la zona catábrica (s I
a.c.).Durante la dominación romana se lleva a cabo:
1. Un importante desarrollo económico basado en una agricultura de cereales (trigo), vid y olivo (trilogía
mediterránea), muy importante los dos últimos para la expansión del comercio con Roma. La
explotación agropecuaria más frecuente se basa en la villa, utilizándose la mano de obra esclava. Otra
actividad importante de Roma en Hispania será la minería pues pronto comprobarán que nuestro
territorio era rico en yacimientos de plata y plomo (Cartagena), mercurio (Almadén), cobre
(Andalucía, Asturias), oro y estaño (Galicia).
2. La economía del Imperio romano se basaba en los intercambios comerciales entre las distintas partes
del mismo, lo que llevó a crearse una buena red de comunicaciones terrestres y marítimas (las
calzadas: vía de la Plata, vía Augusta, vía transversal…) Importante citar el desarrollo urbano y la
importancia de la moneda (el denario romano).
3. Surge un modelo social hispano-romano integrándose las élites indígenas a los que poco a poco se les
concede la ciudadanía. Existen grandes desigualdades jurídicas: hombres libres y esclavos. Entre los
hombres libres encontramos:
El orden senatorial (patricios), propio de los romanos que poseían grandes latifundios).
El orden de caballeros (ecuestre, baja nobleza), es decir, la alta clase indígena, que eran medianos
propietarios y accedieron a cargos políticos.
La plebe a la que pertenecen los pequeños propietarios, comerciantes, artesanos… (gran masa de
población).
4. Los romanos aplican sus criterios de organización administrativa y delimitación política del territorio. Así
el espacio hispánico fue dividido inicialmente en la Hispania Ulterior (Andalucía) y la Citerior
(Mediterráneo). Posteriormente surgen las provincias: Bética, Lusitania, Tarraconense, Cartaginense y
Gallaecia.
2. 1. La Hispaniaromanay lamonarquíavisigoda (PenínsulaibéricaenlaEdad Antigua).
5. La dominación romana de Hispania supone la aceptación de sus formas económicas, sociales, político-
administrativas y sobre todo culturales. Este proceso de asimilación se denomina “Romanización” y se va
a ver favorecida por el papel de ejército, la extensión de la ciudadanía, la aceptación de formas
económicas, sociales, políticas, la inclusión del Derecho romano y la difusión del Latín. En el ámbito
cultural trae consigo la llegada de costumbres, leyes (el Derecho romano se extiende por toda la
península: regulando relaciones públicas y privadas, uniendo a la sociedad en principios de justicia y
convivencia y se convertirá en el fundamento del Derecho occidental), un lengua (el latín oral y escrito),
unas creencias religiosas basadas en el culto al emperador y en la triada capitolina: Júpiter, Juno,
Minerva. A partir del s. III la difusión del cristianismo en Hispania se hace efectiva, aunque en un
principio serían perseguidos, tras el Edicto de Milán en 313, surge la libertad religiosa y se reconoce
legalmente el cristianismo. El cristianismo se convierte en la religión oficial del Estado con la conversión
de Teodosio en 380.
La monarquía visigoda
El Imperio romano había comenzado su esplendor a partir del s. I, pero en el s. III se inicia una grave crisis que
provocaría su decadencia. Entre las causas de esta grave crisis tenemos: 1) económicas, por la escasa mano de
obra esclava debido al fin de las guerras de conquista. Esto supuso un encarecimiento de la producción que
dificultó las relaciones comerciales, que también se vieron frenadas por la entrada de pueblos bárbaros. Las
ciudades fueron despoblándose y se traslada la vida al campo, lo que va a suponer una ruralización de la
sociedad, generándose una economía de subsistencia. 2) políticas y militares, debido a la inestabilidad de los
emperadores cuya autoridad se vio mermada ante la fuerza de los militares, necesarios para contener a los
pueblos bárbaros. Los problemas económicos y las guerras civiles degeneran en una falta de cohesión y pérdida
de fuerza del mundo romano. Así comienzan a establecerse pactos con pueblos bárbaros a cambio de tierras y
de dinero. Definitivamente el Imperio romano se divide en el s. IV en Imperio romano de Occidente y de
Oriente.
Los visigodos provenían del valle del Danubio, que ante la presión de los Hunos en el s. IV, se adentran en el
Imperio produciéndose guerras en Italia, y alianzas al sur de la Galia, creándose el reino de Tolosa. Por la
presión de suevos, vándalos y alanos en Hispania, Roma pide ayuda en el s. V al reino de Tolosa y los visigodos
acuden ante la llamada del Imperio. A comienzos de s. VI, los visigodos derrotados por los francos, se instalan
en la península ibérica, creando el reino visigodo de Toledo. Ejercen un poder político en minoría, respecto a la
población hispanorromana, pero asimilándose poco a poco a las formas romanas.
En cuanto su evolución política, los visigodos ejercen una monarquía electiva, que supondrá lucha entre la
nobleza aspirante y debilidad frente a fuerzas externas. El Estado se fundamentó en el Derecho romano,
3. 1. La Hispaniaromanay lamonarquíavisigoda (PenínsulaibéricaenlaEdad Antigua).
produciéndose una integración legal durante el reinado de Leovigildo, entre la población visigoda y la
hispanorromana, que llegaría más tarde, con Recesvinto a una plena unidad legislativa (único Código de Leyes).
Como también se intenta con Recaredo en 589 la unidad religiosa. La crisis sobreviene en el s. VII, ante la
inestabilidad producida por la lucha entre nobles, que desemboca en la entrada de los musulmanes.
La base económica visigoda estaba en la tierra, que determinará la riqueza de la sociedad, estableciéndose
relaciones personales entre campesinos libres y pequeños propietarios, es decir trabajo a cambio de protección
(origen de futuras relaciones feudales).
4. 2. Al Andalus y sus principales etapas.
La conquista musulmana de la península ibérica comienza en el 711 y se extiende hasta el 716, fecha en que
los musulmanes dominan el territorio peninsular, a excepción de la franja cantábrica y el oeste de los pirineos.
Este hecho se vio favorecido por la crisis del estado visigodo (problemas sucesorios, inestabilidad política,
debilidad militar…) y el ímpetu expansivo del Islam (desde el Magreb hasta el I. Persa)
En el 711 Tarik entra en España para intervenir en la guerra civil que existía entre los visigodos. Derrota
fácilmente al rey visigodo D. Rodrigo en la batalla de Guadalete y posteriormente dirige campañas militares por
el sur peninsular con apenas oposición. Tarik (jefe militar) y Muza (gobernador) llevan la conquista hasta Toledo
y más tarde a Zaragoza. Quizá su prioridad estuvo en las ciudades más importantes y lugares estratégicos,
donde establecieron sus tropas, llevándose a cabo pactos con los visigodos que para conservar sus tierras y su
religión, reconocen la autoridad de los musulmanes y pagan tributos impuestos por los vencedores. Existen
varias etapas:
1. EMIRATO DEPENDIENTE (WALLIATO-PROVINCIA) DEL CALIFA OMEYA
DE DAMASCO (714-756)
Se establece la capital en Córdoba y el gobierno lo dirige un emir o gobernador. Se continúa con la conquista de
la zona norte llegando hasta Potiers en que serán derrotados por los francos en 734. Surgen problemas debido
a las rivalidades entre la aristocracia árabe, como también con los bereberes (cristianos y judíos impuestos de
Magreb que formaban parte del ejército) que se sentían marginados por sus jefes militares. Sin embargo los
problemas más importantes de esta etapa se basan:
- Respecto a la recaudación de impuestos hubo graves protestas bereberes que convertidos al islamismo,
se veían obligados a pagar impuestos y se les adjudicaban los peores lotes de tierra. Este malestar se manifiesta
tanto en el norte de África como en Al-Ándalus y llegarán ejércitos sirios de Damasco para someterlos.
- La distribución de las tierras también ocasiona graves incidentes bereberes en el Magreb que degeneran
en revueltas y rebeliones, como hemos citado anteriormente, que serán reprimidas por tropas árabes de
Damasco.
- Un hecho que pondrá fin a la etapa se relaciona con un cambio político en Oriente. La dinastía Omeya es
echada violentamente y el califato será dirigido por los abasíes (750), que trasladan la capital a Bagdad. Un
miembro de la familia Omeya, Abd el Rahman huye a Al-Ándalus (755), convirtiéndose en emir de Córdoba 756.
2. EMIRATO INDEPENDIENTE DEL CALIFA ABASÍ DE BAGDAD (756-929)
Abd el Rahman crea el emirato independiente sin sumisión política a Bagdad, pero respetando su autoridad
religiosa. El Emir ejerce el poder político y militar del nuevo Estado atrayéndose a otros omeyas dispersos por
Oriente como las ciudades de Sevilla, Zaragoza y Toledo.
La política exterior pretendía conservar los territorios peninsulares conquistados, aunque a veces se realizaban
“aceifas o razzias” o expediciones militares veraniegas al Norte, con el fin de evitar el poderío militar de los
reinos cristianos, quemar las cosechas, robar ganado, matar/saquear ciudades y conseguir un botín de guerra.
5. 2. Al Andalus y sus principales etapas.
El nuevo Estado corrigió la organización administrativa, reorganizó la recaudación de impuestos, creó un
ejército permanente, pero esto no excluyó los problemas entre el poder central cordobés y los gobernadores de
los territorios fronterizos (Marca hispánicaMérida, Toledo, Zaragoza). También hubo problemas sociales con la
población “muladí” (cristianos convertidos al Islam) y “mozárabe” (personas que viviendo en territorio
musulmán conservan su religión cristiana) debido a la presión fiscal y a las difíciles relaciones entre cristianos y
musulmanes. Estos problemas sociales generan revueltas e inestabilidad política en los últimos años del
emirato.
3. CALIFATO CORDOBÉS (929-1031)
Iniciado por Abd el Rahman III, ya totalmente desvinculado del califato de Bagdad, con graves problemas con
los reinos cristianos que soluciona mediante grandes victorias, la pacificación del territorio y el fortalecimiento
de la estructura del Estado. El nuevo califa poseía el poder religioso, político y militar y llevó a cabo: la
reorganización fiscal, consiguiendo grandes recursos, una nueva organización política (surge el “hachib” o jefe
de gobierno y el “visir o ministro y también crea un potente ejército mercenario formado por bereberes y
eslavos, que detuvo el avance cristiano del norte y consiguió conquistas en el Magreb (Ceuta, Melilla, Tánger)
que extienden su poder por el Norte de África.
Su hijo Al Hakam continúa su obra y consigue un gran esplendor intelectual y artístico, que hacen de Córdoba la
ciudad más importante del momento. A su muerte comienza el deterioro del poder del nuevo califa y su
“hachib” o jefe de gobierno asume el poder militar y político, desarrollando importantes campañas militares
contra los cristianos, pero sus sucesores viven un momento complicado con enfrentamientos entre ellos, que
degeneran en una inestabilidad política que provoca la desaparición del califato en 1031 y la disgregación de Al-
Ándalus.
4. LOS REINOS DE TAIFAS E IMPERIOS NORTEAFRICANOS (INVASIONES
BEREBERES, 1031-1246)
La debilidad del califato a comienzos del s. XI trae consigo la aparición de pequeños estados independientes,
llamados “taifas”. Pronto surgen diferencias y enfrentamientos entre ellos. En estos problemas intervienen los
reinos cristianos para proteger algún reino taifa a cambio de “parias” o tributos que pagaban los reinos
musulmanes a algunos reyes cristianos para obtener protección militar. Esta fragmentación potencia la
reconquista de los territorios dominados por los musulmanes, así Alfonso VI ocupa Toledo en 1085. Los reinos
de taifas, ante este expansionismo cristiano, piden ayuda a los almorávides.Los almorávides son bereberes del
Norte de África, seguidores estrictos del Islam, que cruzan el estrecho de Gibraltar y derrotan a los cristianos en
Sagrajas (Badajoz) en 1086, ocupando posteriormente las taifas de Granada, Málaga, Sevilla, hasta que son
detenidos en Valencia (por el Cid) con el fin de unificar Al-Ándalus. Su excesivo militarismo, su estricta
ortodoxia religiosa y la subida de impuestos provocan levantamientos y revueltas contra los almorávides y
6. 2. Al Andalus y sus principales etapas.
surge de nuevo la fragmentación de Al-Ándalus: 2º reinos taifas que vuelven a pedir ayuda a los bereberes
norteafricanos, los almohades.
Los almohades son un grupo religioso, pero con aspiraciones políticas, que pretenden invadir y controlar el sur
de Al-Ándalus. En 1195 vencen a Alfonso VIII en Alarcos y posteriormente serán derrotados en las Navas de
Tolosa en 1212. Pierden Córdoba frente al rey cristiano Fernando III en 1236. La debilidad de los taifas les hará
caer ante los cristianos, con una excepción; el reino taifa de Granada.
5. EL REINO NAZARÍ DE GRANADA (Granada, Málaga, Almería y Cádiz)
Fue la única taifa que no fue conquistada por los cristianos y surge como entidad política con la dinastía nazarí,
manteniendo su independencia desde el s. XIII al s. XV, debido a una buena gestión diplomática (ante los reinos
cristianos y norte de África), a una cohesión de sus territorios donde la abundante población va a desarrollar
una próspera economía. Además la reorganización administrativa y el esplendor cultural y artístico (Alhambra)
explican su independencia (a pesar de ser vasallo de Castilla) durante tanto tiempo.
A comienzos del s. XV la crisis asoma a la taifa de Granada y los castellanos irán conquistando poco a poco sus
ciudades, hasta que los RRCC firman con Boabdil la rendición de Granada.
7. 3. Los Reinos cristianos de laReconquista. El origen delos reinos cristianos
La conquista musulmana de la península provoca que los cristianos se asienten en torno a la cordillera
cantábrica y pirenaica, donde surgen los primeros núcleos cristianos, que con el tiempo forman
estructuras políticas propias: condados o reinos.
En la cordillera cantábrica, poco romanizada, poco poblada, donde se refugian los visigodos que huyen de
los musulmanes, había pocos pobladores por la orografía, la pobreza económica… Estos visigodos se
reúnen en torno a un caudillo que controla pequeños territorios.
En el 718, Pelayo, noble de origen visigodo, en torno a las montañas asturianas vence en Covadonga (722)
a los musulmanes. Este hecho le proporciona un gran prestigio para crear el reino de Asturias, como
continuador de la monarquía visigoda.
Existió poco interés por los musulmanes para ocupar la orilla norte del Duero, que junto a la frontera
natural (cordillera cantábrica) facilitaría la independencia del territorio astur.
Se produce una lenta expansión territorial cristiana y el heredero de Pelayo, Alfonso I consolida el reino
con pobladores de los valles del Duero, Miño y Ebro. A finales del s. VIII se establece la capital en Oviedo.
La zona pirenaica actúa como frontera entre el reino franco y los musulmanes. Es un territorio dirigido por
nobles francos hasta el s. IX, pero a partir de esta fecha será dirigido por nobles autóctonos. Así en el siglo
IX, en Pamplona la familia Arista expulsa a los nobles carolingios y uno de sus miembros se convertirá en el
primer rey de Pamplona.
En los valles centrales pirenaicos, Aznar Galíndez ejerce su dominio sobre el condado de de Aragón a
comienzos del s. IX. En el Pirineo oriental, la autonomía política surge muy a finales del s. IX, cuando el
conde de Urgel, Vifredo el Velloso, convierte el territorio en hereditario. A finales del s. X surgen los
condados catalanes ya desvinculados de los reyes francos.
Posteriormente la consolidación de los reinos cristianos será un proceso largo y complicado, debido a las
relaciones que existían entre ellos mismos y a las que mantenían con los musulmanes. Y este proceso de
recuperación de territorios peninsulares por los cristianos, es lo que denominamos “Reconquista”. El
proceso reconquistador no fue tan radical puesto que los musulmanes no ocuparon todas las tierras, los
hispanogodos siguieron con sus propiedades y sólo cambiaron de autoridades y por último la idea de
recuperar-reconquistar no fue tan intransigente pues no se desarrollaron tantas guerras y los
enfrentamientos eran más bien políticos que religiosos, existiendo buenas relaciones entre cristianos ,
judíos y musulmanes. El largo proceso reconquistador se divide en etapas:
1ª) Alta Edad Media (s. VIII-IX) en la que no hubo reconquista, solo defensa y organización de los cristianos
en las tierras deshabitadas de valle del Duero/ Galicia algunas zonas de los Pirineos.
2ª) Plena Edad Media (s. XI-XIII) es la gran fase ofensiva cristiana, donde se produce la Reconquista
propiamente dicha, en torno a la ocupación de los grandes ríos:
A) Río Ebro: comienza con la toma de Calahorra en la Rioja y termina en Tarragona, Lérida… en Cataluña.
B) Río Tajo: comienza con la toma de Coria en Cáceres (Alfonso VI) y termina en Lisboa.
C) Río Guadiana: se inicia en su cuenca media tras la creación de la Orden de Calatrava (1158) y concluye
con la conquista de Badajoz (1230).
D) En la cuenca alta del Turia se consigue Teruel y la zona del Maestrazgo.
8. 3. Los Reinos cristianos de laReconquista. El origen delos reinos cristianos
E) Se conquista la cuenca baja del Guadiana y la del Guadalquivir.
F) La cuenca baja del Turia, Júcar, Segura y Baleares se toma entre 1229 y 1262.
3ª Baja Edad Media (s. XIV-XV) en esta etapa sólo quedó un reino musulmán, el reino nazarí de Granada. El
proceso reconquistador se inicia en 1292, con la toma de Tarifa y finaliza en 1492, con la toma de Granada.
Unido al concepto de Reconquista se desarrolla la “Repoblación u ocupación pacífica de tierras
reconquistadas por los reinos cristianos. Las tierras ocupadas podían estar vacías o llenas de gente y en
este caso la población era desplazada, o bien se convivía con ella. Este sistema repoblador se lleva a cabo a
lo largo de las distintas etapas de la Reconquista:
En la Alta Edad Media la Repoblación es lenta y sobre tierras despobladas o semi despobladas (Galicia,
norte del Duero, alto Ebro, Plana de Vic). Aquí se utilizó la “pressura” o “Parisio”: sistema de repoblar
dirigido por el rey en el que los campesinos podía ser propietarios de aquellas tierras que ocuparan con el
fin de explotarlas, en calidad de hombres libres (sólo dependían del rey), que se organizaban en pequeños
núcleos dirigidos por un jefe militar o un conde.
En el alto Ebro estos campesinos eran en su mayoría vascones. Durante el s. X se encargó la Repoblación a
monasterios, obispos o condes que también accedían a la tierra por pressura, ya explotándola
directamente o mediante campesinos que pagaban una renta. Fueron surgiendo aldeas. Todo este
sistema repoblador dio lugar al minifundio.
En la Plena Edad Media la Reconquista durante los s. XI y primera mitad del s. XII llega hasta las cuencas
de los ríos Duero, Tajo y mitad del Ebro, lugares donde el sistema repoblador se basó en los “concejos”, a
los que se les concedió un fuero.
El concejo era una agrupación de vecinos que se reunían para resolver sus problemas. El origen está en la
aldea y de aquí surgirá la ciudad. El concejo repartía las tierras de labor, el pasto…
El fuero era como una norma-ley que determinaba los límites del territorio, las relaciones con el rey, con el
noble; como también las obligaciones y privilegios de los vecinos y por tanto sinónimo de seguridad y
libertad.
En la segunda mitad del s. XII y durante el s. XIII la Reconquista llega a la cuenca del Guadiana, del Ebro,
del Turia y Baleares, como también el proceso repoblador, acusándose en esta etapa la falta de gente para
repoblar que generará los latifundios de Extremadura, La Mancha, Andalucía. Pero esto no ocurrió en
Aragón pues más bien faltó tierra. La Repoblación se lleva a cabo mediante la fundación de Concejos o por
las Órdenes militares.
Ante la llegada de los almohades a la península como refuerzo de los musulmanes, los monarcas
castellano-leoneses, Alfonso VII y Alfonso VIII conquistaron diversos enclaves estratégicos como Calatrava
o Alcántara para cuya protección se crearon Órdenes Militares o corporaciones religiosas formadas por
monjes-soldados cuyos miembros mantenían los votos propios de las órdenes monásticas con el
compromiso de combatir a los infieles. Estas eran la Orden de Santiago, Orden de Calatrava, Orden de
9. 3. Los Reinos cristianos de laReconquista. El origen delos reinos cristianos
Alcántara y Orden de Montesa. Gozaban de enormes privilegios y poseían tierras muy extensas que los
reyes les entregaban en régimen de señorío para asegurar el doblamiento y la defensa de los territorios
más despoblados y peligrosos.
Otra modalidad de repoblar fue mediante los “Repartimientos” (entrega de grandes latifundios señoriales
a la nobleza y a la Iglesia, agradeciendo así lo reyes su ayuda militar, defensiva y repobladora), que
tuvieron lugar en la Corona de Aragón con la anexión de Valencia y Mallorca, como también en el valle del
Guadalquivir, donde se adjudicaron lotes de tierra con sus casas y la población musulmana que allí vivía.
Así los mudéjares pudieron permanecer en las zonas cristianas conservando su religión y costumbres,
dedicándose a las tareas agrícolas en los valles fértiles de Aragón y el Guadalquivir.
Uno de los mecanismos para poblar las tierras nuevas fueron las “Cartas Pueblas” o documento firmado
por monarca o noble, donde se especificaba las normas y privilegios que debían regir a los pobladores del
lugar. Este sistema dio lugar a burgos o villas.
En la Baja Edad Media la Reconquista durante los s. XII al XV se lleva a cabo en el Bajo Guadiana,
Guadalquivir, Júcar, Segura, sur de Valencia y Murcia. En esta etapa el proceso repoblador se basa en los
Concejos, en la labor de las Órdenes Militares, en los Repartimientos… dando lugar a la creación de
grandes latifundios que dirigen las Órdenes Militares y los nobles.
10. 4. La formacióndelEstado español: la monarquía de los Reyes Católicos.
Tras el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón en 1469, se inicia un nuevo Estado: la Monarquía
Hispánica. Esta entidad engloba a los dos principales reinos peninsulares, la Corona de Castilla y la de Aragón.
Esto no significó la unión política, pues cada corona mantuvo sus propias instituciones de gobierno, sólo uniría a
los reinos las figuras de los reyes. Es pues una unión dinástica por lo que no serán nombrados reyes de España,
sino, conservando sus títulos, reyes de Castilla y de Aragón.
Castilla era el territorio más poderoso de la nueva monarquía, tanto por su mayor población, como por su
fuerza económica.
Este hecho unido a que sus instituciones eran similares en todo el reino y más fácilmente controlables, explica
la preferencia de ambos reyes por este reino. En la Corona de Aragón el poder del rey estaba más limitado que
en Castilla.
Su política exterior se basó en tres claros objetivos:
1) La unificación de la península ibérica, que se inicia con la conquista del reino nazarí de Granada (1492), como
continuación de la Reconquista. Otro paso de este proceso será la conquista de Navarra en 1512 (territorio
disputado los RR CC y Francia). El reino de Aragón se unió a Castilla, pero conservando sus fueros e
instituciones. También se produce un acercamiento a Portugal mediante enlaces matrimoniales.
2) Expansión hacia el Mediterráneo y Atlántico. El Mediterráneo para frenar los deseos franceses de ocupar el
reino de Nápoles, que se integraría a la Corona de Aragón. Como también para evitar los ataques berberiscos y
el avance turco mediante la conquista de Melilla, Orán, Trípoli en el norte de África. Respecto al Atlántico, se
orientó la política hacia las Canarias, enclave estratégico en las rutas comerciales de África, Asia. Esto se
completa con el descubrimiento de América en 1492.
3) Establecimiento de una “diplomacia” (determinada por el enfrentamiento de Francia respecto a Navarra,
Rosellón y Cerdaña e Italia), por lo que se busca aliados en Inglaterra, el Papado y el Sacro Imperio.
La monarquía autoritaria o Estado Moderno fue creada por los RR CC, para intentar reforzar la autoridad real,
disminuyendo y en algunos casos anulando, el poder político del estamento privilegiado. A los nobles se les
reduce el poder político y en cambio se acrecienta el económico. La Iglesia aumenta su poder con la creación
del tribunal de la Inquisición. Los RR CC pretendieron reforzar los organismos que favorecían el poder real, pero
no tocaron la legislación foral y las instituciones de cada reino. Su actuación fue más efectiva en Castilla, donde
aplicaron una política autoritaria y centralizadora, mientras que en Aragón el pactismo y las instituciones
forales, impedían la actuación de los reyes con libertad. Así pues la monarquía autoritaria, sobre todo en
Castilla, establece:
11. 4. La formacióndelEstado español: la monarquía de los Reyes Católicos.
Unidad Territorial, ya tratado anteriormente.
Unidad religiosa: el objetivo de los RR CC tras conseguir la unidad dinástica, era unificar el territorio en
torno al cristianismo, ante los problemas con mudéjares y judíos. La expulsión de los judíos sería
decretada por los monarcas en 1492 y la persecución de los mudéjares desencadenó su conversión
forzosa en 1502 y posteriormente su expulsión.
Unidad de poder: para lo cual se refuerzan las instituciones, ya existentes, especialmente en Castilla. Se
reorganiza el Consejo Real de Castilla, principal órgano de gobierno, con burocracia especializada y
competencias en Justicia, Hacienda, Política interior y exterior, perdiendo poder político la aristocracia.
Surgen nuevos cargos, los Secretarios reales o funcionarios con formación en leyes, que ponen en
contacto los Consejos con los reyes. Como también sería importante la figura de los virreyes o
representante de los soberanos en los territorios en que no estaban presentes: Navarra, Aragón… Se
reduce el papel de las Cortes de Castilla, asumiendo su función los Consejos. En la administración
municipal castellana se refuerza la figura del corregidor, con competencias administrativas, judiciales y
militares dentro de las ciudades. Se reorganiza el sistema judicial y aparecen las Chancillerías o
Audiencias a nivel regional. Por último para el fortalecimiento del estado surgen la Santa Hermandad,
cuya misión era mantener el orden en los caminos y la Santa Inquisición o tribunal eclesiástico que
dependía de los reyes, creado en 1478 para defender la fe católica y perseguir las herejías. Abarcaba
todos los reinos de la Monarquía.
12. 5. El siglo XVI: la España de Carlos I y Felipe II.
Durante el s. XVI y XVII se mantuvo en el trono español la dinastía de los Habsburgo o de los Austrias, formando
España un gran imperio y convirtiéndose en la primera potencia del mundo, pero también mantuvo largas
guerras que arruinaron la Hacienda y precipitaron su decadencia.
Carlos I era hijo de Felipe el Hermoso, heredero de las posesiones de Borgoña y favorito para el Sacro Imperio, y
de Juana, hija de los RRCC. La muerte de su padre y la incapacidad de su madre dejan en sus manos una serie de
reinos y territorios que le convierte en el monarca más poderoso de su tiempo.
En 1516 es proclamado rey de Castilla y en 1517 llega Carlos a España, rodeado de colaboradores flamencos,
procedente de los Países Bajos.
Su legado fue un conjunto de territorios muy heterogéneo, disperso por Europa y fuera de Europa y por esto
intenta aplicar una política integradora con dos objetivos: Unidad Religiosa en torno al catolicismo y Monarquía
Universal, heredada de la Edad Media.
A su llegada se le exige: jurar las leyes castellanas, reconocer a su madre como reina legítima, nombrar a
españoles para los principales cargos y aprender castellano. Mientras está consolidando su gobierno, muere su
abuelo, Maximiliano de Austria, y Carlos se convierte en su heredero, por lo que ha de marchar a Aquisgrán
para ser coronado como Carlos V.
La noticia es mal recibida en Castilla porque suponía una ausencia del rey, a parte de un presupuesto
extraordinario para el viaje y la coronación, que será concedido por las Cortes (400.000 ducados).
En Castilla se extiende el malestar por tener que pagar el viaje del futuro emperador y porque los principales
cargos quedan en manos de flamencos dirigidos por Adriano de Utrech. Esto provoca la revuelta de las
Comunidades (1520), o levantamiento de algunas ciudades castellanas controladas por la burguesía (Toledo,
Burgos, Segovia, Ávila, León…) constituidas en Comunidad, con su propio ejército coordinado por Bravo.
Se producen enfrentamientos con el ejército real y el movimiento se extiende a Cáceres, Badajoz, Sevilla… Los
representantes de los comuneros se reúnen en Ávila, donde surge la Junta Santa que se declara soberana en
nombre del rey y Doña Juana. Esta junta es recibida en Tordesillas por Juana, que no firmará el documento que
pueda restar poder a su hijo. El ejército comunero (burgueses y sólo algunos nobles) se enfrenta al ejército real
y son vencidos en Villalar en 1521. Los jefes, Bravo, Padilla y Maldonado son ejecutados. Este movimiento tuvo
carácter político, ante la ausencia del rey. Pero fue tornándose hacia un carácter social y antiseñorial, por el
apoyo de los nobles al rey. Así se restablece el poder imperial en Castilla.
Casi a la vez se produce en Valencia y Mallorca las Germanías, conflicto social y no político. Las Germanías eran
milicias formadas para defenderse de posibles ataques de piratas del Norte de África y ante el vacío de poder
por la huída de las autoridades de la ciudad a causa de la peste, se produce un enfrentamiento entre la
burguesía media frente a los nobles, por el control de las ciudades. Estas asociaciones o agermanados
13. 5. El siglo XVI: la España de Carlos I y Felipe II.
adquieren conciencia de clase y se enfrentan a los nobles, extendiéndose a Palma de Mallorca. Los
movimientos serán sofocados y vencidos en 1522 por los nobles ayudados por el ejército real.
El lema de Carlos era crear una “universitas cristiana”, por lo que no establece una capital fija. No era
nacionalista, más bien pretendía convertirse en árbitro de la política europea, por lo que tuvo problemas con
los monarcas europeos, que supone una agitada política exterior. Mantiene buenas relaciones con Portugal. Su
idea de monarquía universal provoca la oposición de Francia con la que se enfrenta por el norte de Italia,
Flandes y Borgoña. La superioridad española se muestra en la Batalla de Pavía donde el rey francés, Francisco I
cae prisionero y la guerra continuará en Italia, pues el Papa Clemente VII apoya a Francia. Se produce el saqueo
de Roma en 1527 que trae consigo la firma de la paz, que no será definitiva hasta el reinado de su hijo Felipe II.
En cuanto a su política mediterránea: desde el s. XV los turcos habían llegado con su expansión hasta los
Balcanes, amenazando posteriormente Austria y el Mediterráneo occidental (apoyándose en los piratas del N
de África). El objetivo era económico?? O más bien religioso??. La conquista de Túnez por Carlos no soluciona el
problema.
El asunto más grave fue la expansión del protestantismo que supuso la ruptura de la unidad de la Iglesia
católica. La Reforma protestante (Lutero) hizo que el protestantismo se extendiera por Alemania y Flandes y
luchar contra él, sería la tarea más importante del emperador, que a pesar de algunas victorias, Carlos se vio
obligado a firmar la paz Augsburgo, que concedió libertad religiosa a los príncipes alemanes y provocó la
ruptura de la unidad religiosa, dejando las posesiones alemanas en manos de su hermano Fernando y el resto
de su imperio en manos de su hijo Felipe II.
Felipe II comienza su reinado en 1556, cuyos grandes objetivos en política interior y exterior fueron: la defensa
del catolicismo y el mantenimiento de la hegemonía dinástica en Europa. Su gobierno se lleva a cabo desde
España y concretamente instala la capital en Madrid en 1561. Era un rey español, como también sus
consejeros. Felipe II gobernó personalmente al frente de una administración enorme y compleja.
En cuanto a su política interior hace frente a una serie de problemas:
1) La rebelión morisca: de las Alpujarras de 1571. Tras su conversión, la actitud morisca seguía dando muestras
de fidelidad al islamismo, a su lengua, costumbres, forma de vestir… Felipe II prohíbe estas formas y prácticas,
lo que generará su levantamiento, hasta que definitivamente la rebelión es sofocada y los moriscos dispersados
por Castilla.
14. 5. El siglo XVI: la España de Carlos I y Felipe II.
2) Un poco más tarde se producen las alteraciones de Aragón, cuyo origen se encuentra en las disputas del rey
con el Justicia Mayor de Aragón, pues el poder del rey chocaba con los privilegios forales de la Corona de
Aragón. Y en medio de esta situación surge el caso de Antonio Pérez, secretario del rey, que se vio implicado en
asuntos irregulares y huye a Aragón amprándose en sus fueros y en el Justicia Mayor. Los aragoneses le
protegieron y la llegada del ejército real sofoca las milicias aragonesas, restaurándose el poder del rey como
símbolo de autoridad frente a las ideas liberales de los fueros aragoneses. Felipe II como ejemplo manda
ajusticiar al Justicia Mayor, Juan de Lanuza, aunque Antonio Pérez consiguió huir a Francia.
En política exterior el monarca, siguiendo el criterio de su padre, quiso mantener la hegemonía en Europa y
llevar a cabo la defensa del catolicismo, por lo que se tuvo que enfrentar a varios problemas:
1) el problema más importante se desarrolla en los Países Bajos, donde a los problemas políticos (absolutismo
de Felipe II frente a oligarquías flamencas), se darán graves problemas religiosos, puesto que el protestantismo
(calvinismo) se había difundido por las provincias del norte. La política negociadora de Felipe II se convirtió
pronto en una dura represión, al enviar un potente ejército para someter a los sublevados, lo que degeneraría
en una guerra que duró ochenta años. Pero esto no impidió que Holanda, junto a otras provincias del norte, se
independizara de hecho de España. Fueron las Provincias Unidas que se convertirán en una de las grandes
potencias marítimas del mundo.
2) Otro problema se centrará en las relaciones con Inglaterra, país aliado de España desde Carlos V. La subida al
trono de Isabel I decide desarrollar su expansión marítima y colonial frente a España. Además Isabel, ferviente
protestante, ayuda a los rebeldes flamencos en su oposición al catolicismo de Felipe II, como también en su
deseo de desgastar económica y militarmente a España. Felipe II organiza la invasión de Inglaterra con una gran
flota, la Armada invencible, que será derrotada en 1588.
3) Otro grave problema se centra en el enfrentamiento contra los turcos. El Imperio otomano se extendía por el
Mediterráneo, amenazando Italia y España. Para frenarlos se crea la Liga Santa (el Papa, Venecia y España) y
consiguen derrotar a los turcos en la Batalla de Lepanto en 1571, sin embargo esto no significó el fin de la
amenaza turca en el Mediterráneo.
4) El hecho más positivo de la política exterior de Felipe II fue la unión de Porgugal en 1580, al reivindicar sus
derechos familiares (Felipe II era nieto del rey portugués Manuel I el Afortunado) y ocupar el trono portugués.
15. 6. El siglo XVII: la crisis de la monarquía de los Austrias.
Felipe III accede al trono en 1598, heredando el imperio más extenso y poderoso del mundo. Así como sus
antecesores Carlos I y Felipe II, ante sus graves problemas políticos fueron ayudados por “secretarios”, ahora el
nuevo monarca, inteligente pero despreocupado de los asuntos de gobierno, pondrá los asuntos de estado en
manos de un “valido”, nueva figura política o especie de ministro principal de la confianza del rey. Felipe III
nombró al duque de Lerma.
En política exterior ante la debilidad del monarca, el desinterés del valido y la actuación de buenos
embajadores, se desarrolla la llamada “Paz hispánica”, consistente en: la firma de la paz con Inglaterra.
También se acuerda la “Tregua de los doce años” con las Provincias Unidas. Esto permitiría la recuperación de la
Hacienda y del ejército para reforzar la monarquía.
En política interior hubo dos cuestiones importantes:
1) la crisis financiera debida a los excesivos gastos de la corte y a las deudas contraídas desde la época anterior.
Se produce una bancarrota en 1607, ante la falta de recursos y aun a pesar de la llegada de la plata americana.
Como solución comienza a acuñarse moneda de vellón (mezcla de más cobre con la plata).
2) La expulsión de los moriscos en 1609, pues ante la situación de uniformización religiosa impuesta en España
desde los RRCC, se sospechaba que su conversión no era sincera por que siguieron practicando su lengua,
costumbres e incluso su religión de manera oculta. A principios del s XVII eran unos 300.000 y se concentraban
en Valencia, Aragón, Murcia, Castilla… También la expulsión se debió a la posible colaboración con los piratas
berberiscos del Norte de África y con los turcos del Mediterráneo, ante las sublevaciones e incursiones que
pudieran llevar a cabo a la península. Pero las consecuencias de la expulsión fueron muy graves, sobre todo
para la agricultura del reino de Valencia y de Aragón (los moriscos estaban muy cualificados para el trabajo de
la tierra), además la despoblación supondría la pérdida del pago de impuestos que estos habitantes llevaban a
cabo en estas tierras.
Felipe IV comienza su reinado en 1621, muy joven pero con mejores cualidades y disposiciones que su
antecesor. Asume el papel de valido del joven rey el conde-duque de Olivares. Ambos pretenden mejorar la
situación interna y externa de la monarquía.
Su política exterior se caracteriza por la agresividad, pues al comenzar el reinado se inicia una ofensiva: se
reinicia la guerra con las Provincia Unidas y se mete de lleno en la guerra de los Treinta Años. Durante la
“Tregua de los doce años” los holandeses habían atacado colonias portuguesas y españolas en América y al
acabar la tregua en 1621 se reanudan los enfrentamientos entre la monarquía española católica y la Holanda
16. 6. El siglo XVII: la crisis de la monarquía de los Austrias.
protestante, que inicialmente darán la victoria a los católicos. Esto se complica con la Guerra de los treinta años
en la que España se alía con los Habsburgo de Austria y Alemania católicos frente a los protestantes germanos y
las potencias que ayudaban (Dinamarca, Suecia y Holanda). Las victorias del bando católico hacen temer a
Francia que la Monarquía Hispánica alcanzase la hegemonía y esto provoca que Francia (país católico) entre en
la guerra a favor de los protestantes. Esto va a suponer el descalabro español, materializado en grandes
derrotas militares, como la de Las Dunas (destrucción de la Armada española por Holanda) y la Batalla de
Rocroi en 1643 (destrucción de los tercios españoles por las tropas francesas). La paz de Westfalia de 1648
pone fin al conflicto en Centroeuropa y España tien que aceptar la independencia de las Provincias Unidas y el
fin del dominio de los Habsburgo en Europa. Westfalia significa para Europa la libertad religiosa y la
fragmentación del imperio, intentándose conseguir un equilibrio entre los múltiples estados, sobre los que
Francia pretendía ejercer su hegemonía. Pero España aun continuó la guerra contra Francia, ante las
pretensiones francesas en Cataluña. Se firmará la Paz de los Pirineos en 1659, por la que Francia consigue
algunos territorios de los Países Bajos, el Rosellón y la Cerdaña (Cataluña) y algunas ventajas comerciales en
América. El Rosellón y la Cerdaña se concedió como dote del matrimonio de una hija de Felipe IV , Mª Teresa
con Luis XIV de Francia. Esta paz cede a Francia los derechos de dirigir la política europea y supone el fin de la
hegemonía de los Habsburgo. La política interior del reinado de Felipe IV estuvo muy relacionada con la
exterior, sobre todo en el aspecto financiero, pues las continuas guerras en las que se vio involucrada España,
supusieron tremendos gastos para una Hacienda real en crisis, principalmente asumidos por Castilla. En 1624 el
conde-duque de Olivares envía un “Gran memorial…” a Felipe IV, o propuesta de reformas. Olivares encarna el
prototipo del hombre del Barroco: grande, seguro de si mismo, trabajador, no deseoso de riqueza, pero sí de
poder y amigo de embarcarse en grandes empresas, por difíciles que fueran (guerra de los treinta años), por lo
que consiguió importantes éxitos, pero también grandes fracasos. En su “Gran Memorial…” expone: una
reforma de la Administración, para recortar los excesivos gastos de la Corte, pero no será efectiva por la
oposición de Nobleza y Clero. También pretende llevar a cabo un proteccionismo comercial para fomentar la
industria nacional, pero no se consigue por falta de capital y tecnología. Otro intento por parte de Olivares fue
la “Unión de Armas”, o participación por igual de todos los reinos, según su población y riqueza, (el mayor peso
económico recaía sobre Castilla) en la creación de un ejército permanente, común a toda la Monarquía. El plan
pretendía crear una estructura centralizada del estado, bajo una concepción absolutista del poder real. Sin
embargo su aplicación fue casi imposible, por las dificultades económicas de la Monarquía y por la oposición de
los reinos, ante el temor de perder sus privilegios forales. Este proyecto fue rechazado por Cataluña. En 1640, el
día del Corpus en Barcelona, se produjo una sangrienta revuelta. La respuesta de Olivares fue la ocupación de
Cataluña con tropas castellanas que provocó un largo conflicto que finaliza con la rendición de Barcelona en
1652 y la aceptación de la soberanía de Felipe IV. Paralelamente en Portugal, ante la presión fiscal de la Unión
17. 6. El siglo XVII: la crisis de la monarquía de los Austrias.
de Armas y debido a los problemas coloniales por la injerencia holandesa en el comercio ultramarino, se
produce una rebelión en 1640 que termina con la independencia de Portugal en el mismo año de 1640.
Carlos II accede al trono siendo muy niño, en 1665, por lo que su madre Mariana de Austria ejerció de regente,
con consejeros poco preparados y corruptos. Cuando el rey fue mayor de edad la situación no mejoró, por su
personalidad enfermiza y débil. Se propusieron una serie de reformas económicas y administrativas, que ante la
negativa de los sectores privilegiados, nada consiguieron y la crisis de la monarquía iba en aumento. Esta
debilidad se manifestaba en el exterior, ante un rey francés como Luis XIV, con pretensiones sobre España. La
muerte del rey sin descendencia, generará un problema sucesorio ante la existencia de dos candidatos: Felipe
de Anjou (francés) y Carlos de Austria (línea alemana de los Austrias). Tras fuertes presiones, Carlos II dejó
como heredero a Felipe de Borbón (Anjou), para lograr el apoyo de Francia, principal potencia del momento,
pero este hecho traerá a España graves consecuencias, la Guerra de Sucesión. En 1700 moría el último
representante de los Austrias en España.
18. 7. Elsiglo XVIII: el reformismo borbónico y la Ilustración.
El comienzo del s. XVIII supone el fin de la dinastía de los Habsburgo, ante la muerte de Carlos II sin
descendencia. Esto va a plantear una cuestión de política internacional: la sucesión de la corona española, a la
que optaban Francia y Austria, lo que significará una lucha por la hegemonía europea. El testamento de Carlos II
había dejado como heredero al pretendiente francés, Felipe de Anjou, que sería Felipe V de Borbón, hecho que
provocó la protesta y el rechazo del emperador de Austria, Leopoldo I, que defendía la candidatura de su hijo el
archiduque Carlos. Ante la actitud intervencionista y expansiva de Luis XIV, frente a él se crea una alianza entre
el imperio austriaco y el Reino Unido, las Provincias Unidas, Prusia, Saboya y Portugal, para defender la
candidatura del archiduque Carlos.
La guerra se Sucesión se desencadena de inmediato en 1701. Los principales escenarios del conflicto fueron,
España, el norte de Italia y Flandes. En España la guerra se convirtió en una contienda civil entre: los partidarios
de las teorías pactistas (Cataluña, Aragón, Valencia), que respetaban los antiguos privilegios y se oponían a las
ideas absolutistas y centralizadoras del rey francés, Luis XIV. Frente a ellos estaban los partidarios de las teorías
centralistas (Castilla), que según el modelo francés, aceptaban las reformas planteadas por Felipe V de Borbón.
El acceso de un Borbón al trono español significaba una ruptura del equilibrio político europeo a favor de
Francia. Esto supondría levantamientos en Cataluña, Valencia, Corona de Aragón, apoyados por los aliados,
dirigidos por el archiduque Carlos, que se enfrentaron a Felipe V ayudado por Francia y los castellanos. La
situación en Europa y España era muy complicada, pero en 1711 se produce un acontecimiento que cambia el
curso de la contienda: ante la muerte del emperador austriaco, el archiduque Carlos accede al trono y en ese
momento la situación política era semejante a la que se había producido antes con Felipe de Anjou. Si Carlos
heredaba el trono español se formaba un gran bloque entre España y Austria, por esta razón, Las Provincias
Unidas y el Reino Unido rompieron la alianza con Austria, al mismo tiempo que Felipe V renunciaba al trono
francés. Esto suponía el fin de la guerra de Sucesión. En 1713 se firma el Tatado de Utrech en 1714 el Tratado
de Rastadt, de gran importancia para la política internacional del momento:
- Se reconoce a Felipe V como rey de España, pero este se compromete a renunciar al trono francés,
llegado el caso.
- España perdió sus posesiones europeas: Flandes pasa a Austria y las posesiones italianas (Milán,
Nápoles y Cerdeña), también pasan a Austria.
- El Reino Unido se confirma como la primera potencia marítima del mundo. Consigue Gibraltar en
1704 y Menorca y serán reconocidas en Utrecht, el “asiento de negros” o derecho a la venta de
esclavos en las colonias españolas y el “navío de permiso” o derecho a enviar una nave inglesa todos
los años, a vender su cargamento en las colonias españolas libre de impuestos, lo que supuso una
fuente de abusos.
- En el continente europeo se impone una política de equilibrio, para evitar, para evitar el predominio
de cualquier potencia sobre las demás.
19. 7. Elsiglo XVIII: el reformismo borbónico y la Ilustración.
La guerra de Sucesión supuso la llegada de los Borbones a España, Felipe V, Fernando VI, Carlos III y Carlos IV en
el siglo XVIII que supone un sistema político y una forma de gobierno diferente a la de los Austrias.
Felipe V establece una monarquía absoluta de origen divino, con plena soberanía sobre todos los poderes.
Había que reformar las instituciones para centralizar el poder, cuyo núcleo era el rey, e implantar la
uniformidad legal e institucional en todos los reinos que componían la corona española. Las primeras medidas
estuvieron determinadas por las necesidades de la guerra: se reforma el ejército (se crea un ejército
permanente y profesionalizado y se fomenta el desarrollo de la Armada, mediante el impulso del marqués de la
Ensenada) y se propone una reforma en la recaudación fiscal para aumentar los ingresos. En cuanto a la
estructura del gobierno surgen las “secretarías de Despacho” (origen de los ministerios) creadas por el rey,
según el modelo francé3s, para ocuparse de los distintos temas de gobierno, desplazando la función de los
Consejos. Para llevar a cabo la uniformidad legal e institucional se aplican los “Decretos de Nueva Planta” a
partir de 1707 en Valencia y Aragón, 1715 en Mallorca y 1716 en Cataluña, por los cuales se suprimieron los
fueros y las instituciones de la Corona de Aragón, que pasaron a ser gobernadas por leyes castellanas, más
partidarias de la intervención real. De esta manera todo el territorio de la monarquía española pasaba a tener
un sistema de gobierno uniforme, con la excepción de Navarra y el País Vasco, que por su apoyo a Felipe V
pudieron conservar sus fueros. Con los Decretos de Nueva Planta se integraron todos los consejos territoriales
(que quedaron desplazados) en el de Castilla. Esta centralización y uniformidad también se manifestó en la
administración territorial: los antiguos virreinatos desaparecen y el territorio se divide en provincias,
gobernadas por un capitán general, con poderes militares y judiciales. Surgen los intendentes con funciones
administrativas, judiciales y hacendísticas, nombrados por el monarca o por el secretario de Estado. Otra faceta
de la política absolutista de los Borbones fue el control de la Iglesia o “regalismo” que consistía en que los
monarcas tenían derechos a intervenir en algunos asuntos de la Iglesia para asegurarse de su dirección política
y económica. Esta política regalista se mantuvo con los sucesores de Felipe V, Fernando VI y Carlos III, en cuyo
reinado hubo un choque Monarquía-Iglesia que terminó con la expulsión de los jesuitas en 1767, acusados de
promover conspiraciones políticas.
En política exterior España se ve perjudicada por los designios de Utrecht, pues Reino Unido se erige como gran
potencia marítima desafiando nuestro comercio colonial. Además la pérdida de territorios supondrá que
España intente la recuperación de los mismos, sobre todo en España e Italia. Para llevar a cabo este objetivo,
recuperando posiciones en el continente, firma con Francia una política de alianza que dará lugar a los Pactos
de Familia. El Primer Pacto de Familia se firma durante el reinado de Felipe V en 1733, por el que España
participa junto a Francia en la guerra de sucesión de Polonia, por la que España consigue Nápoles y Sicilia y el
reconocimiento de que el infante Carlos sea reconocido como rey de las Dos Sicilias (España afianza su
influencia en el sur de Italia y en el Mediterráneo occidental). Por el “Segundo Pacto de Familia” España obtiene
20. 7. Elsiglo XVIII: el reformismo borbónico y la Ilustración.
los ducados de Parma y Toscana, por lo que se recupera buena parte de lo perdido en Italia según el tratado de
Utrecht.
Durante el reinado de Fernando VI, España opta por la paz y la neutralidad y se dedica a mejorar la situación
interna del país en la reconstrucción de la Armada, modernización del ejército y actualización de los impuestos.
Uno de sus colaboradores en las tareas de gobierno, el marques de la Ensenada elaboró el primer Catastro en
1749, que no valió para la creación de nuevos impuestos, por la negativa de los privilegiados, pero sí para
evaluar la riqueza del país.
Carlos III inicia su reinado en 1759. En su política exterior deja atrás la neutralidad de la época anterior, para
hacer frente al expansionismo británico en América. Vuelve la política de alianza con Francia firmando el
“Tercer Pacto de Familia, por el que participó en la guerra de los siete años entre Inglaterra y Francia por las
colonias americanas del norte, cuyo resultado fue malo para Francia. También participa España en la guerra de
independencia de las Trece Colonias norteamericanas, junto a Francia, por la que recupera Florida, Menorca y
la colonia de Sacramento (Uruguay), pero no pudo conseguir Gibraltar. El reinado de Carlos III fue el más
próspero del s. XVIII, poniendo en práctica el Despotismo Ilustrado, o sistema de gobierno que adopta la
Monarquía Absoluta en Europa en la segunda mitad del s. XVIII y consiste en la concentración del poder en el
rey, que busca como objetivo prioritario la felicidad de sus súbditos, mediante el “buen gobierno” para
conseguir el bienestar material, interviniendo en los asuntos económicos, estimulando la producción con el
objeto de aumentar la riqueza del país. La base ideológica es “la Ilustración” francesa que utiliza la razón y el
conocimiento como medio para transformar la sociedad, e hincar una fase de progreso ilimitado. La Ilustración
defiende la autonomía del poder político, controlando al poder religioso. Se concibe la tolerancia religiosa,
como manifestación de la libertad del ser humano. Se le da gran importancia a la educación, para conseguir la
felicidad y estimular el uso de la razón. El pensamiento ilustrado en España se difunde a través de las academias
y las “Sociedades Económicas de Amigos del País”, uno de los instrumentos más originales de la Ilustración
española, que orientaron a sus grupos hacia la crítica de los factores que provocaban el atraso económico e
intelectual de España, Carlos III rodeándose de buenos y eficaces colaboradores (Aranda, Floridablanca,
Campomanes, Jovellanos…), pone en marcha, según las teorías ilustradas, programas reformistas para
modernizar el Estado. Y además fue el monarca el creador del Banco Nacional de San Carlos en 1782, que
aunque pertenecía a instituciones y sujetos particulares, gozaba de la protección de la Corona.
En cuanto a su política interior, comienza su reinado apoyándose en ministros italianos, como Esquilache, que
vinieron con él desde Nápoles y optan por una acción reformista radical, enfrentándose a los privilegiados y
generando gran oposición en la sociedad en general. Un ejemplo claro lo vemos en el Motín de Esquilache de
1766. Este hecho se produjo por: el malestar popular ante la carestía y la elevación del precio del pan (por
21. 7. Elsiglo XVIII: el reformismo borbónico y la Ilustración.
malas cosechas y la liberalización del comercio de cereales). Otro motivo fue la oposición a la presencia de
extranjeros en el gobierno. También se debió a la oposición de los privilegiados ante las medidas reformistas
del ministro. Y aparte de las causas citadas, Esquilache modificó la vestimenta, prohibiendo la capa larga y el
sombrero de ala ancha, que ocultaban el rostro. Todo esto provoca una violenta revuelta, se asalta la vivienda
del ministro y como resultado hubo graves enfrentamientos con heridos y muertos. La respuesta del monarca
fue la destitución de Esquilache, el descenso de precios de alimentos y el fin de la prohibición de la vestimenta.
Se relacionó a los jesuitas con estos acontecimientos, como instigadores de la revuelta, lo que llevó a su
expulsión en 1767 (política regalista de los Borbones). A partir de estos acontecimientos, la política reformista
de Carlos III continúa, pero más moderada:
1) fomento y reforma de la agricultura mediante la publicación de leyes agrarias (Ley agraria de Jovellanos).
2) desarrollo de actividades industriales por parte del Estado, creándose las Reales Fábricas, para la producción
de artículos de lujo.
3) estímulo del comercio americano, llegándose a su liberalización, para hacer frente a la pérdida del
monopolio del puerto de Cádiz y la ampliación a otros puertos peninsulares.
A pesar de las muchas reformas y mejoras, hubo limitaciones en cuanto que pretendían cambiar las estructuras
del Antiguo Régimen y los privilegiados se oponían.
Los inicios de la crisis del Antiguo Régimen coinciden con el reinado de Carlos IV desde 1788 hasta 1789. en el
comienzo de su reinado en 1789 se dará una profunda crisis socioeconómica, concidirá con el arranque de la
Revolución Francesa y junto a estas situaciones críticas la monarquía atraviesa una importante crisis política. La
crisis económica se manifiesta, sobre todo, en la agricultura (bajos rendimientos, subida de precios, falta de un
mercado integrado, malestar social). El gobierno de Carlos IV tuvo que hacer frente al estallido de la Revolución
francesa de 1789, provocando un freno a la política ilustrada de reformas y un intento de cerrar fronteras ante
el contagio de ideas revolucionarias. Esto supuso temporalmente un cambio de alianzas, pues se rompen los
Pactos de familia con Francia y se establece la alianza con Reino Unido, enfrentándose a Francia en contra de su
política revolucionaria, lo que resultó un fracaso. De nuevo España se alía con Francia. Se firma el Tratado de
San Ildefonso en 1796, por el que se entra en guerra contra Inglaterra. Este hecho provocará el bloqueo
marítimo inglés, pero se consigue la devolución de Menorca en 1802. Surge de nuevo el conflicto, teniendo
lugar frente a los ingleses la derrota de Trafalgar en 1805, que significó la pérdida del poderío naval español,
junto a una importante bajada demográfica, paralización del comercio internacional y un enorme déficit
presupuestario. Junto a los problemas citados, la crisis política interna, ante la ineficacia del monarca, supondrá
la desestabilización del sistema político del Antiguo Régimen. Carlos IV deposita el poder en manos de su valido,
Manuel Godoy que se convierte en Primer ministro de Estado en 1792, arribista y con ansias de poder, pero
22. 7. Elsiglo XVIII: el reformismo borbónico y la Ilustración.
incapaz de solucionar los problemas del país. Firma un nuevo acuerdo con Francia, el Tratado de Fontainebleau
en 1807, que permitió la entrad de tropas francesas para ocupar Portugal. Esto provoca la oposición de un
grupo de nobles y clérigos junto a Fernando, el heredero de la corona, que desemboca en conspiraciones y
motines, como el Motín de Aranjuez de 1808, que obligó a Godoy a huir y a Carlos a abdicar en su hijo
Fernando. La crisis de la monarquía española fue interpretada por Napoleón como signo de debilidad y atrae a
la familia real a Bayona haciéndoles abdicar en él. El pueblo español, con las tropas francesas dentro del
territorio, se levanta en Madrid, dando comienzo la guerra de la Independencia en 1808.
23. 8. LA CRISIS DELANTIGUORÉGIMENY LA REVOLUCIÓN LIBERAL(1808–1833).
1. LA CRISIS DE 1808 Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA.
La crisis de 1808.
En el tema anterior estudiamos el reinado de Carlos IV (1778-1808), un rey débil de carácter, inepto para
gobernar, que abandona el poder en manos de su valido. Desde 1792 Manuel Godoy acapara un poder sin
límites y desarrolla una política de aproximación a Francia a través de diversos tratados que tendrán malas
consecuencias, como el enfrentamiento con Inglaterra. (Derrota hispanofrancesa de Trafalgar en 1805).
El motín de Aranjuez y la caída de Manuel Godoy.
Victorioso Napoleón en el continente, decidió ir contra Inglaterra con el decreto de bloqueo continental
(noviembre de 1806) por el que cerró todas las costas europeas al comercio inglés y pensaba llevar la
miseria al país. Como Portugal era aliado de Inglaterra, Napoleón firmó con España el tratado de
Fontainebleau (Octubre de 1807. Se autorizó al ejército francés a atravesar España para ir a Portugal y se
partía en secreto este país). Las tropas francesas acabaron con la resistencia portuguesa y se apoderaron
también de Barcelona y Pamplona entre otras ciudades españolas con la excusa de protegerlas ante un
posible desembarco inglés. Pero la oposición a Godoy, encabezada por Fernando (Príncipe de Asturias),
preparó el motín de Aranjuez, entre el 17 y 19 de marzo de 1808, que provocó la caída del valido y la
abdicación de Carlos IV en su hijo, Fernando VII.
Las abdicaciones de Bayona.
Con la monarquía española en crisis, Napoleón logró atraer a la familia real a la localidad francesa de Bayona,
entre los días 21 de abril y 10 de mayo de 1808. Allí logró que Carlos IV y Fernando VII renunciaran a sus
derechos a la corona española. Napoleón entregó el reino de España a su hermano José I, lo que provocó la
Guerra de la Independencia (1808-1813) que comenzó con el levantamiento del pueblo español en Madrid
el 2 de mayo de 1808.
El levantamiento contra los franceses.
El 2 de mayo de 1808, el pueblo de Madrid inició una lucha popular contra el ejército francés ya que las
guarniciones militares tenían la orden de no intervenir. Sólo algunos oficiales, como los capitanes Luis
Daoiz y Pedro Velarde desobedecieron las órdenes y se unieron a la rebelión del pueblo. El general Murat,
hombre de Napoleón en España, reprimió duramente el levantamiento popular con un ejército de 30.000
hombres. En la noche del 2 al 3 de mayo un centenar de prisioneros eran fusilados en la montaña de Príncipe
Pío y en la Moncloa (inmortalizados por Goya en el cuadro ‘Fusilamientos de la Moncloa o del 3 de mayo’).
24. 8. LA CRISIS DELANTIGUORÉGIMENY LA REVOLUCIÓN LIBERAL(1808–1833).
Pero la rebelión se extendió por toda España porque el pueblo entendió que la renuncia de Fernando VII, “El
Deseado” fue impuesta por la fuerza.
Poder oficial y poder popular. La monarquía de José I Bonaparte(Pepe Botella, 1808-1814).
La Junta de Gobierno y el Consejo de Castilla obedecieron las órdenes de Francia y recibieron al nuevo rey
José I Bonaparte. Napoleón quiso presentarse como el salvador de España y elaboró una constitución en
Bayona que nunca estuvo vigente pero desembocó en el Estatuto de Bayona (carta otorgada que no se hizo
libremente por los representantes de la nación). El rey llegó a Madrid en julio de 1808. El pueblo no lo
quería y lo llamaban “Pepe botella” o “rey de copas”. La mayoría del país no reconoció a las autoridades
oficiales y sólo vieron como rey a Fernando VII, pero como estaba ausente, en su nombre surgieron juntas
Locales y luego Provinciales. Más tarde, para organizar la oposición a José I organizaron una Junta
Suprema Central en Aranjuez, después en Sevilla y se disolvió en enero de 1810 en Cádiz pasando el poder a
un Consejo de Regencia.
La Guerra de la Independencia y sus tres fases
Primera fase: Los éxitos iniciales españoles (junio-noviembre de 1808).
Esta primera fase tiene lugar entre los meses de junio y noviembre de 1808, tras el fracaso del
levantamiento de Madrid. En junio se sitió Zaragoza, cuya posesión permitía controlar la importante vía de
comunicación del valle del Ebro. Destacó la batalla de Bailén, cuando el ejército francés dirigido por el
general Dupont fue derrotado el 19 de julio por un ejército español improvisado por algunas juntas
provinciales de Andalucía, y de manera destacada por la de Sevilla, comandado por el general Castaños.
La derrota de Bailén tuvo una doble repercusión: estratégica y propagandística. Por primera vez era
derrotado un ejército napoleónico en campo abierto. José I abandonó Madrid y las tropas francesas se
retiraron al norte del Ebro. Napoleón, para vengar esta derrota, entró en España con la Grande Armée.
La segunda fase: El apogeo francés (noviembre de 1808-primavera de 1812).
En la segunda fase, Napoleón entra en España en noviembre de 1808 al frente de la Grande Armée y en
diciembre toma Madrid, donde vuelve José I como rey. Napoleón abandonó España dejando un fuerte
ejército con el general Soult. En febrero de 1809 una ruinosa Zaragoza cae en manos francesas. Tras otro
largo sitio, también caía Gerona (diciembre de 1809). En noviembre de 1809 el ejército español pierde la
Batalla de Ocaña, lo que permite a los franceses ocupar Andalucía (enero–febrero 1810), menos Cádiz, que
era abastecida desde el mar por los ingleses. El hecho de quedar libre permitió que allí se elaborara la primera
constitución española. Los guerrilleros españoles supieron hacer una guerra de desgaste y minaron la moral
25. 8. LA CRISIS DELANTIGUORÉGIMENY LA REVOLUCIÓN LIBERAL(1808–1833).
de las tropas francesas porque no controlaban el territorio. Se organizaban en bandas y causaban todas las
bajas posibles a los franceses. Conocían el terreno y eran ayudados en los pueblos, lo que les permitían burlar
a los franceses aunque eran superiores. Entre los jefes de guerrillas destacan el navarro Francisco Espoz y
Mina, el cura Merino y Juan Martín Díaz “el Empecinado” y otros muchos.
La tercera y última fase de la guerra: La ofensiva final anglo-española (primavera de 1812-
agosto de 1813). Las consecuencias de la guerra.
La tercera y última fase de la guerra se inició en la primavera de 1812, cuando Dupont se rinde en
Bailén ante Castaños. Napoleón se vio obligado a retirar de España una parte muy importante de sus
tropas para engrosar la Grande Armée que se preparaba para la invasión de Rusia. El debilitamiento de
las tropas francesas fue aprovechado por las tropas anglo-portuguesas y españolas del duque de
Wellington. Militar prudente y experimentado, en unión con tropas españolas derrotó a los franceses en
Talavera de la Reina (1809). Wellington recuperó Ciudad Rodrigo (enero de 1812) y Badajoz (abril de
1812). También triunfó en Los Arapiles (Salamanca, julio de 1812). El desastre de Rusia llevó a Napoleón a
retirar más hombres de España para asegurar la defensa de Francia. Wellington emprendió la ofensiva
final. En la batalla de Vitoria (junio de 1813) eran derrotados los franceses y José I tuvo que cruzar la
frontera. Soult fue derrotado en la batalla de San Marcial (agosto de 1813). En diciembre de 1813 Napoleón
firmó el tratado de Valençay, por el que Fernando VII era repuesto en el trono y ponía punto final a la guerra,
en la que hubo medio millón de muertos. Los efectos de la guerra fueron desastrosos para España, tanto en
las ciudades, culturales, comerciales, agropecuarios… y la Hacienda pública quedó más arruinada.
26. 8. LA CRISIS DELANTIGUORÉGIMENY LA REVOLUCIÓN LIBERAL(1808–1833).
2. LA REVOLUCIÓN LIBERAL, CORTES DE CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE
1812.
La revolución liberal.
Por revolución liberal se entiende un cambio brusco del sistema político, económico o social como
consecuencia de un proceso político violento o de circunstancias extraordinarias. Por liberalismo los
valores anunciados por los ilustrados del XVIII y puestos en práctica durante la Revolución Francesa
(monarquía parlamentaria en vez de absoluta, separación de poderes, libertad económica, igualdad ante la ley,
fin de la sociedad estamental)… Y a eso es a lo que se llegó en las Cortes de Cádiz actuando los diputados en
nombre de Fernando VII que estaba preso en Francia. De todas formas no fue tan fácil y muchos
diputados defendieron el poder absoluto del rey, aunque estarían siempre en minoría.
Las Cortes de Cádiz.
El avance del ejército francés había obligado a la Junta Suprema Central a trasladarse a Cádiz, ciudad de más
fácil defensa y libre de la ocupación francesa, donde podía propagarse fácilmente las ideas de renovación de
la política y la sociedad. El desastroso reinado de Carlos IV y el gobierno omnipotente de Godoy
justificaban, para unos, la necesidad de introducir reformas y suprimir abusos, manteniendo la autoridad
absoluta del rey; para otros, más avanzados, pensaban que había que efectuar cambios radicales en las
instituciones y en la sociedad.
La convocatoria a Cortes.
La Junta Suprema Central se disuelve a mediados de 1810 pasando el poder a un Consejo de Regencia, que
procedió a la convocatoria de elecciones a Cortes (junio). Según la Junta deberían haberse convocado
según el procedimiento tradicional del Antiguo Régimen (en nobleza, clero y estado llano) terminó siéndolo
como una cámara única donde los representantes eran elegidos sin distinción, acordándose el
nombramiento de diputados suplentes de provincias ocupadas por los franceses entre los naturales de esas
mismas zonas residentes en Cádiz. Así, en el verano de 1810 eran elegidos los diputados por sufragio
universal. En realidad, estas Cortes sólo se parecían a las tradicionales en el nombre; por su primer acto, el 24
de septiembre de 1810, al constituirse, decidía declararse depositaria de la soberanía nacional, con
facultades para dar a España una Constitución que transformaría profundamente al país.
27. 8. LA CRISIS DELANTIGUORÉGIMENY LA REVOLUCIÓN LIBERAL(1808–1833).
Composición de las Cortes.
En Cádiz se congregaron unos trescientos diputados, estando presentes 104 en el momento de la
inauguración, 184 cuando se aprobó la Constitución y 223 en el momento de la clausura. La composición social
de los diputados era el reflejo de una parte muy influyente de la sociedad de aquella época. El clero
predominaba, junto a abogados y juristas, seguían los altos funcionarios, militares y catedráticos y unos
cuantos propietarios de negocios industriales o comerciales. Por el contrario, la presencia de nobles era
escasa, como la de miembros del alto clero (únicamente había tres obispos); en resumen, puede
decirse que predominaban los individuos pertenecientes a las clases medias y con un alto poder
adquisitivo y estudios superiores. Durante las sesiones, pronto aparecieron entre los diputados dos tendencias
ideológicas diferentes. La de los partidarios de las reformas o liberales, que defendían las libertades, una
sociedad estructurada en la igualdad ante la ley y el fin de la monarquía absoluta. La otra, la de los
absolutistas, llamados despectivamente serviles, eran defensores de continuar con el absolutismo
monárquico.
La Constitución de 1812.
Ante la representación de la soberanía nacional, las Cortes adquirían un carácter constituyente. Se aprobó la
primera Constitución española, de carácter liberal, el 19 de marzo de 1812, conocida como “La Pepa” por su
aprobación el día de San José. La Constitución es un texto de gran extensión, con 384 artículos, y su contenido
se basa en los siguientes principios fundamentales:
Afirmación de la soberanía nacional: el poder político pertenece a la nación, siendo delegado en
los representantes elegidos por los ciudadanos.
La división de poderes: el legislativo pertenece a las Cortes, compartido con el rey; el ejecutivo al
rey; y el judicial a los Tribunales de Justicia.
La proclamación de una monarquía constitucional “moderada hereditaria”, denominada por la
Constitución como forma de gobierno del Estado español. El monarca ya no era el titular de la
soberanía y quedaba limitado por la Constitución. Poseía un derecho de veto suspensivo
transitorio, durante dos años, sobre las leyes aprobadas por las Cortes.
Las Cortes eran unicamerales y elegidas por sufragio universal indirecto de los varones mayores de 25
años. Sin embargo, para ser candidato a diputado era necesario tributar a la Hacienda una cierta
cantidad.
La igualdad de todos los ciudadanos ante la Ley, significaba el fin de las diferencias
estamentales y de los privilegios fiscales, militares y jurídicos que venían beneficiando a los nobles.
El reconocimiento de los derechos y libertades individuales: libertad de imprenta, libertad de
comercio e industria, derecho a la propiedad… Sin embargo, no reconoce la libertad religiosa y
28. 8. LA CRISIS DELANTIGUORÉGIMENY LA REVOLUCIÓN LIBERAL(1808–1833).
establece a la religión católica como la única de la nación española. Por último, la Constitución
acababa con la antigua división en reinos, estableciéndose la uniformidad y centralización
administrativa con una nueva división de España en provincias. Se recuperaba para el Estado los
cargos públicos que muchas personas, como ocurría en los Ayuntamientos, habían adquirido por
venta y que transmitían en sus herederos. Está inspirada en el racionalismo francés y además
influyó en otros países como Portugal, Italia y los países hispanoamericanos que obtendrán pronto su
independencia. Nace la Constitución como un símbolo, un arma en la lucha contra el invasor, y,
sobre todo como solución a los problemas de España.
La labor legislativa de las Cortes.
Además de redactar una Constitución, las Cortes aprobaron una serie de decretos y leyes, entre 1810 y
1813, por las que se procedía a una profunda reforma de las instituciones políticas, económicas y
jurídicas españolas; para abolir los fundamentos del Antiguo Régimen:
Libertad de imprenta y supresión de la censura de prensa (1810).
Abolición de los señoríos jurisdiccionales y del régimen señorial (1811). No obstante, la nobleza
consiguió salvar buena parte de su bienes raíces al poder convertir sus señoríos territoriales en
bienes de propiedad privada.
Abolición de la Inquisición (1813), medida que fue recibida con desagrado por la mayor parte del
clero.
Eliminación de los gremios e introducción de la libertad económica, abriendo paso a las
relaciones económicas capitalistas (1813).
Derogación de los privilegios de la Mesta (1813).
La supresión del mayorazgo y como medida desamortizadora, se decretó la incautación y venta de
bienes de propios de los municipios y de conventos destruidos por la Guerra (1813).
3. EL REINADO DE FERNANDO VII Y SUS TRES ETAPAS (1814-1833)
3.1 El restablecimiento del absolutismo. Sexenio absolutista (1814-1820).
Una vez acabada la Guerra, las Cortes se trasladan a Madrid. Para que las Cortes aceptaran a Fernando
VII como rey, éste debía jurar la constitución. Fernando VII ‘El deseado’ llega a España entrando por
Cataluña (marzo de 1814), sigue hacia Zaragoza, y de allí a Valencia. Allí recibe el Manifiesto de los persas,
un escrito de sesenta y nueve diputados de vuelta al Antiguo Régimen y monarquía absoluta, apoyado
por el general Francisco Javier Elío. El decreto de Valencia del 4 de mayo de 1814 restauraba el poder
29. 8. LA CRISIS DELANTIGUORÉGIMENY LA REVOLUCIÓN LIBERAL(1808–1833).
absoluto del monarca y abolía toda la legislación de las Cortes de Cádiz, “como si no hubiesen pasado
jamás tales actos’’. A finales de mayo, Fernando VII entraba en Madrid. Las potencias vencedoras de
Napoleón se reunieron en el Congreso de Viena y terminaron creando la Santa Alianza, una unión entre
las monarquías absolutistas para acabar con cualquier brote liberal. Tras el golpe de Estado vino la
represión política. Fueron detenidos y juzgados liberales y afrancesados, acusados, respectivamente, de
conspiración contra el rey y de traición. Otros muchos lograron abandonar antes el país, integrando el
primer exilio de la España contemporánea. Los gobiernos de Fernando VII hicieron una labor desastrosa.
La Hacienda estaba prácticamente en bancarrota, los pagos de los intereses de la deuda estatal no se
cumplían y la guerra en América se llevaba los pocos ingresos de la Hacienda, aunque los recursos de las
colonias americanas eran muy favorables, de ahí el esfuerzo de Fernando VII para hacer fracasar su
independencia.
La represión política no detuvo la acción de los sectores liberales. Se dedicaron a conspirar en logias
masónicas y a acabar con el absolutismo mediante pronunciamientos o golpes militares. Durante el periodo
de 1814 a 1819 hubo varios (Francisco Espoz y Mina en Pamplona, Juan Díaz Porlier en La Coruña, Luis de
Lacy en Barcelona…), pero todos fracasaron. En 1820, el teniente coronel Rafael del Riego se subleva en Las
Cabezas de San Juan (Sevilla) con las tropas que se concentraban para sofocar la rebelión en América; él y
otros militares exigen al rey que jure la Constitución de 1812. Fernando VII aceptó el 7 de marzo la
Constitución de 1812, la juró el día 9 y el 10 publicó un manifiesto en que afirmaba: “Marchemos
francamente, y yo el primero, por la senda constitucional”.
3.2 El Trienio Liberal (1820-1823).
A lo largo de los tres años, las Cortes aprobaron una legislación reformista completando y desarrollando la
labor legislativa de las Cortes de Cádiz, con la intención de acabar con el Antiguo Régimen:
Supresión de la vinculación de la tierra (mayorazgos).
Abolición de los señoríos jurisdiccionales y territoriales, con una fórmula favorable a la nobleza
titular de los señoríos, que pasaban de ser “señores” a “propietarios”.
Ley de Supresión de Monacales, por la que se disolvían los conventos y se desamortizaban sus bienes.
También quedó suprimido el Tribunal de la Inquisición.
Restablecimiento de la Milicia Nacional, fuerza cívico-militar, que los liberales apoyaban en los
medios urbanos para defender la Constitución.
En el interior de la cámara los liberales se dividieron en moderados y exaltados o radicales. Los moderados
eran antiguos políticos doceañistas que se habían moderado y buscaban una aceptación del sistema por la
Corona, lo que pasaba por reformar la Constitución; eran partidarios de realizar reformas con prudencia.
Por otro lado estaban los exaltados o radicales, se trataba de elementos jóvenes que querían una
aplicación estricta de la Constitución, reduciendo, si cabe, los poderes del rey a los meramente ejecutivos.
30. 8. LA CRISIS DELANTIGUORÉGIMENY LA REVOLUCIÓN LIBERAL(1808–1833).
El régimen constitucional avanzaba con grandes dificultades. Tenía la oposición de las potencias absolutistas
de Europa, las reacciones antiliberales del campesinado, los problemas de la Hacienda llena de deudas
a la espera de una reforma fiscal y los enfrentamientos con la Iglesia.
El 7 de julio de 1822, en Madrid, un golpe militar absolutista pudo acabar con el gobierno liberal.
Detrás de él también estaba el rey. Fue sofocado por la Milicia Nacional y por civiles armados. Su efecto fue
la caída del gobierno moderado de Martínez de la Rosa y su sustitución por otro radical presidido por el
general Evaristo San Miguel. Desde entonces las partidas o guerrillas realistas organizadas por la
aristocracia y el clero absolutista, que ya venían actuando desde 1821, incrementaron sus acciones. En
Seo de Urgel se hicieron fuertes e instalaron una Regencia formada por absolutistas que fueron más
tarde sometidos. Para terminar con el régimen constitucional no había otra forma que actuar desde fuera.
Las potencias de la Santa Alianza decidieron en el congreso de Verona (octubre de 1822) intervenir en
España para restablecer el poder real. Francia fue la encargada de enviar un ejército (llamado los Cien
Mil Hijos de San Luis) que entró en España en abril de 1823 al mando del duque de Angulema. Recorrió, sin
apenas oposición, la Península, llegó a Cádiz dónde fue libertado el monarca, llevado por el gobierno casi
como un prisionero.
3.3 La década absolutista o década ominosa (1823-1833).
Por decreto de 1 de octubre de 1823 el rey declaraba la nulidad de todo lo aprobado por las Cortes y el
gobierno durante los tres años constitucionales. Fernando VII desencadenó una violenta represión (‘el terror
blanco’), contra los liberales, muchos de los cuales, entre ellos Rafael del Riego, fueron ejecutados. Se
crearon Comisiones Militares para procesar a los que desempeñaron puestos en el Trienio, con más de
cien ejecuciones; se organizaron Juntas de Purificación, encargadas de depurar la Administración de
empleados y profesores de tendencia liberal. La vuelta al absolutismo de 1814 no era posible ya que
desembocó en el liberalismo en 1820. Esto explica la incorporación de ministros con ideas favorables a la
aplicación de reformas, como Luis López Ballesteros, ministro de Hacienda, que introdujo una reforma
presupuestaria y fiscal. Por tanto, con la vigilancia estrecha del monarca, había una vía media defendida
por estos absolutistas reformistas, cuyo objetivo final era la supervivencia del absolutismo, pero esta vía
estaba amenazada, a su vez, por los liberales, que pretendían, mediante pronunciamientos o
conspiraciones, la vuelta a la Constitución, y por los absolutistas acérrimos, realistas ultras o
ultrarrealistas, opuestos a cualquier cambio o reforma. En la corte, este sector se agrupaba alrededor
de don Carlos María Isidro, hermano del rey y su posible sucesor, dado que Fernando VII no tenía
descendencia. Además de sofocar las insurrecciones ultrarrealistas también se reprimieron todos los
levantamientos liberales. El último intento, el protagonizado por un grupo dirigido por José María Torrijos
finalizó con el fusilamiento de Torrijos y los 49 hombres detenidos con él (diciembre de 1831).
31. 8. LA CRISIS DELANTIGUORÉGIMENY LA REVOLUCIÓN LIBERAL(1808–1833).
La cuestión sucesoria domina la parte final del reinado. En 1830, después de un cuarto matrimonio, con María
Cristina de Borbón, y ante la eventualidad de una descendencia femenina el rey promulgó la Pragmática
Sanción (marzo de 1830), que derogaba la Ley Sálica, con lo que privaba de sus derechos al infante don
Carlos, a cuyo alrededor se agrupaban los ultrarrealistas. En octubre nacía la futura Isabel II. Los
partidarios de don Carlos (apostólicos o carlistas) en septiembre de 1832 protagonizaron los llamados
sucesos de La Granja, una conjura que obligó a un Fernando VII gravemente enfermo a reimplantar la
Ley Sálica, al recuperarse el monarca, volvió a derogar la citada ley y el propio don Carlos tuvo que
abandonar la corte, marchando a Portugal, donde declaró que no reconocía a su sobrina Isabel como
legítima heredera.
El 29 de septiembre de 1833 fallecía Fernando VII y se iniciaba la regencia de María Cristina. Días
después, en diferentes puntos del país, se producían levantamientos armados a favor de don Carlos, daba
comienzo así una guerra civil que enfrentó a los carlistas contra los isabelinos. Ante la pugna entre los dos
absolutismos, uno más moderado, a favor de ciertas reformas, el otro plenamente intransigente, para los
liberales se abría la gran oportunidad para acceder al poder, para lo que llevaban mucho tiempo esperando.
4. La emancipación de la América española. El origen del proceso
emancipador.
El proceso de independencia de las colonias españolas en la América continental tiene sus raíces en los
siguientes fenómenos: los cambios culturales del siglo XVIII; la experiencia de autogobierno que le
proporciona a la burguesía criolla el vacío de poder producido en 1808; la debilidad de la monarquía
fernandina, agobiada por las deudas subsiguientes a la guerra; la incapacidad diplomática de España, la
escasa capacidad de control marítimo derivada del desastre de Trafalgar y, por supuesto, el precedente de
EEUU, primera colonia en independizarse de una potencia europea y que se convierte en el modelo a seguir.
4.1 El proceso de independencia.
La burguesía criolla (los criollos eran los hijos de españoles nacidos en América), marginada del poder
político y económico en el siglo XVIII, será la que dote al proceso emancipador de sus líderes
fundamentales y la que asuma el poder cuando las tropas españolas abandonen el continente. El proceso
emancipador puede dividirse en dos fases:
Primer periodo que llega hasta 1816, en que casi queda dominada. Coincide en gran parte con
la Guerra de la Independencia en España. Entre los movimientos independentistas destacan, en
esta etapa, los protagonizados en México por el cura Miguel Hidalgo, en 1810, de fuerte
contenido social al aglutinar al campesinado, y por el también cura José Mª Morelos, en 1813;
32. 8. LA CRISIS DELANTIGUORÉGIMENY LA REVOLUCIÓN LIBERAL(1808–1833).
ambos serían fusilados por las autoridades españolas. En el territorio del Río de la Plata se dieron
los primeros pasos para la independencia de Argentina (1810). En Venezuela, Simón Bolívar también
los dio (1811), sin embargo, las tropas españolas lograron rehacer la situación y Bolívar tuvo
que abandonar Caracas (1814). En general, con la vuelta de Fernando VII a España, en 1814, se logra
restablecer la situación.
Segundo periodo que se extiende hasta 1824. La monarquía de Fernando VII, que domina casi
todos los focos de rebelión no tiene recursos para aguantar el nuevo rebrote independentista a
partir de 1816. Pero los independentistas cuentan con el apoyo del Reino Unido interesado en
comerciar directamente con las colonias emancipadas; también con el apoyo norteamericano, la
postura del presidente estadounidense James Monroe es clara, en 1823 proclamaba la oposición
de EE.UU. a una intervención de las potencias europeas en la América española.
Las campañas de José de San Martín posibilitan la independencia de Argentina (1816); después San
Martín atravesó los Andes, derrotó a los españoles en Chacabuco (1817) y propició la independencia de
Chile (1818). Las campañas de Simón Bolívar en el norte con los triunfos en Boyacá (1819) y Carabobo
(1821) permitieron la independencia de Ecuador, Venezuela y Colombia. En México, el movimiento
independentista liderado por Agustín de Itúrbide triunfa en 1822. La emancipación del virreinato del Perú
fue la última en consumarse.
Finalmente, Antonio José de Sucre, en la batalla de Ayacucho (1824) derrotaba al último ejército
español, al mando del virrey La Serna, lo que originó la independencia de Perú y Charcas (=Bolivia, en
honor a Simón Bolívar).
En 1824 la mayor parte de las colonias se habían independizado de la corona española, que sólo mantenía el
dominio en Cuba y Puerto Rico, y, en el Pacífico, en Filipinas, las Marianas y otros archipiélagos. La
independencia de las colonias no solo cerró tres siglos de unión política entre la metrópoli y América,
sino que originó profundas transformaciones a ambas orillas del Atlántico. España se quedó convertida
en una potencia de segundo orden y económicamente maltrecha por perder los recursos que venían de las
Indias, así como sus ricos mercados.
33. 9. LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL
1.LA ÉPOCA DE LAS REGENCIAS Y EL PROBLEMA CARLISTA.
1.1) Liberales moderados y liberales progresistas
Con el reinado de Isabel II se instauró en España la monarquía liberal. Surgieron las diferencias entre los
mismos liberales. Por una parte, estaban los moderados y, por otra, los progresistas. Ambos defendían el
sistema político liberal, pero presentaban profundas diferencias ideológicas.
Los liberales moderados defendían la soberanía compartida entre las Cortes y el rey; cortes bicamerales
(Senado de nombramiento regio); una organización administrativa uniforme y centralizada para toda España,
dividida en provincias; nombramiento de los alcaldes por el gobierno; un sufragio censitario, restringido a las
clases propietarias... Al liberalismo moderado se incorporó la antigua nobleza y la nueva burguesía liberal.
Fuera del sistema moderado permanecerá el campesinado y parte de la burguesía media y baja (artesanos) de
las ciudades.
Los liberales progresistas defendían la soberanía nacional; el establecimiento de limitaciones al poder de la
corona; la Milicia Nacional; ayuntamientos electivos; un sufragio más amplio pero sin universalizarlo... El
partido progresista se apoyaba en las clases medias y artesanos en las ciudades, parte de la oficialidad del
ejército y de los profesionales liberales (médicos, abogados…).
1.2La regencia de María Cristina (1833-1840)
1.2.1) Los comienzos moderados de la revolución liberal. El Estatuto Real de 1834.
Tras la muerte de Fernando VII María Cristina fue nombrada regente. Al frente del Gobierno seguía Cea
Bermúdez pero la regente pronto entendió que el cambio de Gobierno era necesario, por lo que en enero de
1834 fue llamado Martínez de la Rosa, que buscó una fórmula de equilibrio entre las tendencias liberales y el
mismo carlismo. El resultado fue la aprobación del Estatuto Real, firmado por la regente en abril de 1834. No
era una constitución sino una “carta otorgada” por la corona, no reconocía derechos individuales ni la división
de poderes y si establecía una convocatoria de Cortes con dos cámaras: el Estamento de Próceres (cámara
alta-futuro senado) y el Estamento de Procuradores (cámara baja-futuro congreso).
Para la elección del Estamento de Procuradores, en mayo de 1834 se aprobaba una ley electoral con un
sufragio muy restringido (16.000 varones de 12 millones de habitantes). La cámara recién elegida exigía
reformas profundas y además volvía a resurgir las diferencias entre moderados y progresistas. El gobierno
estaba entre dos frentes: la oposición de los liberales radicales y la guerra contra los carlistas, que no daba los
éxitos previstos.
34. 9. LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL
Aislado y falto de apoyos, Martínez de la Rosa dimitió en junio de 1835 siendo sustituido por el Conde de
Toreno, también moderado. El nuevo gobierno solo duró cuatro meses. No lograba imponerse en la guerra
carlista, mientras los liberales extremistas promovían amotinamientos populares, con asaltos y quemas de
conventos -a los frailes se les acusaba de estar al lado de los carlistas-. El resultado fue la formación de Juntas
revolucionarias de signo progresista en varias capitales, que Toreno intentó disolver pero al fracasar presentó
su dimisión. La regente, entonces, llamó a Mendizábal, un liberal progresista, para formar gobierno en
septiembre de 1835.
1.2.2) La fase progresista de la revolución liberal (1835–1837). Mendizábal y la
desamortización eclesiástica. El motín de La Granja. La Constitución de 1837.
El nuevo gabinete de Mendizábal (septiembre de 1835 a mayo de 1836) se formaba contando con una
Hacienda prácticamente sin fondos, y ante una guerra de la que era necesario darle un giro a favor de los
isabelinos. Así, se amplió el alistamiento de hombres para el ejército. El 19 de febrero de 1836 se aprobó la
desamortización de bienes eclesiásticos del clero regular como vía para obtener fondos. Con ella, en efecto,
se buscaba contar con recursos para la Hacienda, eliminar o disminuir la deuda pública, hacer frente al
carlismo y atraerse a las filas liberales a los compradores de bienes desamortizados.
En mayo de 1836 Mendizábal decidió dimitir ante las diferencias con la regente a la hora del nombramiento
de determinados cargos militares. Era lo que buscaba la regente, que encargó a Francisco Javier Istúriz (mayo–
agosto de 1836) formar gobierno. Pero éste, de corte moderado, no contaba con el apoyo de las Cortes
(Estamento de Procuradores). Otra vez volvían, en julio y agosto, los levantamientos populares de signo
progresista contra el gobierno y a favor del restablecimiento de la Constitución de 1812. Por fin, el 12 de
agosto (1836) tenía lugar el motín de los sargentos de La Granja, que obligó a la regente a restablecer la
Constitución de 1812 y a formar un nuevo gobierno con José María Calatrava al frente (agosto de 1836–
agosto de 1837) y Mendizábal en Hacienda. Es a partir de ahora cuando quedó consolidada la división de los
liberales entre un partido moderado y otro progresista, que era el que subía al poder con Calatrava.
El programa del gobierno consistió en acabar con las instituciones del Antiguo Régimen e implantar un
régimen liberal con una monarquía constitucional. Convocadas elecciones a Cortes, la nueva Cámara tuvo
mayoría progresista. Un conjunto de leyes permitieron la disolución del régimen señorial y el mayorazgo, la
supresión de los privilegios gremiales reconociéndose la libertad de industria y comercio, el establecimiento
de la libertad de imprenta (de prensa) y la reanudación de la desamortización de las fincas rústicas y urbanas
de las órdenes religiosas.
35. 9. LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL
El proceso que comentamos culminó con la promulgación de la Constitución de 1837, muy breve frente a la
de 1812 (77 artículos y dos adicionales frente a los 384 de Cádiz). Fue aprobada con la idea de fijar un texto
estable que pudiera ser aceptado por progresistas y moderados. El nuevo texto reconocía la soberanía
nacional y los derechos individuales; establecía unas Cortes bicamerales, con un Congreso de los Diputados
elegido por sufragio censitario y un Senado que designaba el rey a partir de una triple lista elegida en cada
provincia. La implantación del bicameralismo junto al fortalecimiento de la corona (a la que se le reconoce el
derecho de veto y la disolución de las Cortes) fueron las grandes concesiones de los progresistas al liberalismo
moderado. También quedó aprobada una nueva ley electoral (1837), que elevaba el número de electores,
sobre la anterior norma, pero seguía siendo censitario y restringido, aunque más amplio comparado con el
defendido por los moderados.
1.3) La vuelta de gobiernos moderados (1837-1840). La ley de ayuntamientos
Los moderados ganaron las elecciones en octubre de 1837. En esta etapa, los gobiernos se vieron influidos por
dos militares: Baldomero Fernández Espartero, cabeza de los progresistas, y Ramón María Narváez, de los
moderados.
Tras el final de la guerra carlista, el gobierno propuso aprobar la ley de ayuntamientos pero las diferencias
entre progresistas y moderados eran muy fuertes. Los progresistas querían elegir a los alcaldes por votantes y
los moderados querían que fuesen elegidos por el gobierno entre los concejales que había. La regente
terminó sancionando la ley el 14 de julio de 1840, a la que Espartero se opuso. Volvieron a surgir juntas en las
principales ciudades del país y la regente intentó frenarlas nombrando a Espartero jefe del gobierno.
Finalmente, la regente presento su renuncia marchándose a Francia al no aceptar el programa de gobierno de
éste.
1.4) El problema y primera guerra carlista (1836-1839). Análisis de los dos bandos enfrentados.
Tras la muerte de Fernando VII, su hermano Carlos Mª Isidro reclama, a través del Manifiesto de Abrantes, el
trono desde Portugal. Hubo levantamientos a favor de Don Carlos y se desata una guerra dinástica que derivó
en un enconado enfrentamiento entre los partidarios del Antiguo Régimen y los que defienden un estado
liberal. La regente buscó apoyo en los liberales, pues eran los únicos que podían defender los derechos al
trono de Isabel II.
Los carlistas defendían el absolutismo monárquico, la religión católica y los fueros, por lo que las provincias
vascas, Navarra, Maestrazgo y pirineo catalán se unieron a su causa. Ésta también era compartida por
miembros del ejército, la mayor parte del clero y regular y del bajo clero secular, parte de la nobleza y el
campesinado. Los isabelinos/cristinos eran apoyados por parte de la nobleza, funcionarios, alto clero, altos
mandos del ejército, burguesía, profesionales liberales (médicos, abogados…) y clases populares urbanas.
36. 9. LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL
Desarrollo de la guerra.
Primera fase (1833-1835).-
Destacan los triunfos carlistas. Don Carlos se estableció en Navarra en julio de 1834 con un gobierno
alternativo al de la regente, pero en 1835 el coronel Zumalacárregui muere en el cerco de Bilbao, única ciudad
que estuvo a punto de caer en manos carlistas, porque su dominio era principalmente rural. También hubo
partidas carlistas en Cataluña, Maestrazgo y Bajo Aragón bajo la dirección del militar Ramón Cabrera;
Segunda fase (1836-1837).-
En 1836, el general Miguel Gómez consiguió llegar a Galicia, Valencia y Andalucía pero no puso consolidar el
carlismo y tuvo que volverse al norte. En 1837, Carlos Mª Isidro y Ramón Cabrera llegaron a las afueras de
Madrid pero Espartero intervino y ocasionó el retorno de nuevo al País Vasco;
Tercera fase (octubre de 1837 - agosto de 1839).-
Los bandos enfrentados estaban muy agotados y se interesaron en buscar la paz. El general carlista Maroto
firmó el convenio de Vergara con Espartero que ponía fin a la guerra. Los carlistas reconocían su derrota, los
militares pasaron al ejército de Isabel II y el Gobierno se comprometió a tratar en Las Cortes el problema de
los fueros del País Vasco y Navarra. Carlos Mª Isidro no lo aceptó y cruzó la frontera a Francia.
Consecuencias de la guerra.
La monarquía se inclinó hacia el liberalismo, los militares alcanzan un gran protagonismo y protagonizarán
muchos pronunciamientos y los gastos de la guerra forzaron la desamortización de las tierras de la Iglesia.
1.5) La regencia de Baldomero Fernández Espartero (1840-1843)
Desde muy pronto, los moderados quisieron acabar con la regencia de Espartero, proclamado regente por las
Cortes en 1840. En octubre de 1841 hombres del círculo de María Cristina lo intentaron desde París, pero
fueron fusilados. Espartero tuvo problemas por su forma de gobernar, muy autoritaria, apoyándose en
amigos personales y militares afines, y alejándose de los progresistas de las Cortes (Joaquín Mª López y
Salustiano Olózaga). El enfrentamiento entre las Cortes y el Gobierno facilitó la vuelta al poder de los
moderados.
Los sucesos de Barcelona también influyeron en el desprestigio de Espartero. Empresarios y trabajadores
estaban inquietos por la existencia de un proyecto de negociación librecambista del gobierno con Inglaterra
porque consideraban que era perjudicial para los intereses de la industria textil catalana. Se produjeron
barricadas y se constituyó una junta revolucionaria, por lo que las autoridades se marcharon de Barcelona.
Espartero respondió entre el 3 y el 4 de diciembre de 1842 con cañones desde el Castillo de Montjuich
causando 20 muertos.
El partido progresista seguía dividido entre la camarilla militar (al servicio del regente) y los del sector
progresista de la Cámara en su contra. Éste último conspiró con levantamientos a los que se unieron los