La radioterapia moderna para el cáncer de próstata incluye técnicas tridimensionales conformadas e intensidad modulada para mejorar los resultados y reducir la toxicidad. Mayores dosis de radiación, como 78 Gy o más, mejoran el control bioquímico en pacientes de riesgo intermedio y alto. La radioterapia guiada por imagen permite una mayor precisión para escalar las dosis sin aumentar los efectos adversos. La hormonoterapia asociada a la radioterapia mejora los resultados en pacientes de alto riesgo.