La responsabilidad social empresarial puede influir positivamente en una empresa de varias maneras: aumentando la motivación y fidelidad de los trabajadores para mejorar la creatividad e innovación; mejorando la posición en el mercado laboral y las relaciones con socios; reduciendo costes y aumentando la rentabilidad a través de una mayor eficiencia; mejorando la imagen pública de la empresa; y aumentando las ventas como consecuencia de los puntos anteriores.