1. 3.- INICIOS DE LA ESCULTURA RENACENTISTA EN FLORENCIA
Al comenzar el siglo XV, el arte de la escultura, renovado por los pisanos,
había acabado por concentrarse en Florencia. Entre 1330 y 1336 Andrea
Pisano realizó unas magníficas puertas de bronce para el maravilloso
baptisterio de mármol blanco que se encuentra frente a la fachada principal de
Santa María del Fiore en el centro de la plaza. Entre las esculturas realizadas
destacan:
• Puerta Sur del Baptisterio: es la primera de las tres puertas que
constituyen el gran acontecimiento del Renacimiento florentino, si bien
la estructura de los recuadros es gótica. En ella encontramos la
representación de “El Bautismo de Cristo” que recuerda la misma
escena tratada por Giovanni Pisano en el púlpito de Pisa.
Cuando hubo terminado esta tarea, emprendió un importantísimo ciclo de
relieves en el basamento del Campanile de la catedral, diseñado por Giotto. Se
trata de una serie de escenas donde se representan figuras-oficios como las de
El Astrónomo, El Arquitecto, El Herrero, La Tejedora etc.
En 1401 los mercaderes de Florencia se propusieron completar la decoración
de San Giovanni (puertas norte) con nuevas puertas de bronce. Los escultores
florentinos Brunelleschi y Ghiberti fueron algunos de los escultores presentados
al concurso (primero de estas características) para ilustrar el Sacrificio de
Isaac. El relieve de Brunelleschi destaca a Isaac en el centro de la composición
mientras que Ghiberti sitúa en ese centro a Abraham. Ambos cuidan las
anatomías y las proporciones aunque Ghiberti vigila la mesura de las actitudes
y en cambio Brunelleschi apuesta por una violencia notoria en las posturas y
miradas, en el revuelo de las vestiduras y en la expresión de los rostros.
Aunque ambos escultores quedan como únicos finalistas, es Ghiberti el que
resulta elegido.
2. Años después se materializan las terceras puertas del citado baptisterio
realizadas por Ghiberti. Estas creaciones suponen el cenit de la carrera del
escultor y un esfuerzo descomunal para romper con los residuos góticos. Entre
las escenas representadas destacamos:
♦ Puerta del Paraíso: realizada con la ayuda de Michelozzo Venoso
Gozzoli y Bernardo Cennini entre 1425 y 1452, su belleza movió A
Miguel Angel a otorgarle el nombre con el que hoy se le conoce. Se
divide en diez paneles con escenas del Antiguo Testamento donde
muestra su capacidad de representar con notable armonía diversos
episodios narrativos en una misma escena. Una de las escenas más
famosas es la del “Encuentro de Salomón y la Reina de Saba” donde la
perspectiva arquitectónica da unidad a la composición y, con un
impresionante edificio al fondo, las multitudes se reparten a ambos
lados de los protagonistas como en los coros de una tragedia clásica.
También hay que citar las escenas de “Esaú y Jacob”, “David y Goliat”,
“Historia de José”, “Historia de Moisés” y “Toma de Jericó”.
Tras veinticinco años de trabajo, Ghiberti las enriqueció con una orla de
adornos vegetales, cabeza de profetas y un marco de bronce. Aunque fue el
autor de otras obras escultóricas, como la urna de bronce para las reliquias de
San Zenobi (1446), nunca éstas llegaron a la atura de los relieves
anteriormente descritos.
Brunelleschi, competidor de Ghiberti en el concurso de las Puertas de San
Giovanni, es el maestro de otro gran escultor florentino: Donatello. Tras un viaje
a Roma con su “stretissimo amico” Brunelleschi, Donatello regresa a Florencia
donde empieza a labrar las estatuas de la catedral; después las del Campanile
y las del Or San Michele con un “San Jorge” de bellísima factura. Esta obra se
aprecia el gesto sencillo y espontáneo del personaje que parece tomado del
natural. El rostro traduce algo que los antiguos desconocían: el estado del
espíritu. Otras producciones del artista son:
3. • San Juan Evangelista (1411-1415 Museo de la Opera del Duomo,
Florencia): estableció definitivamente la reputación del escultor. Es
imposible contemplar esta figura sin recordar al Moisés de Miguel
Angel de 1516.
• David (Museo del Bargello, Florencia): realizado entre 1408 y 1409 es
una de las primeras obras del artista y en él late la aproximación al
realismo renacentista (actitud y rostro delicado), un cierto goticismo
(disposición de la túnica) y una influencia helenística (cabeza cortada
de Goliat a los pies del héroe).
• El Profeta Habacuc: parece inspirarse en los bustos romanos tardíos.
Es el último de la serie de profetas que realizó para el Campanile de
Florencia.
• La Cantoría (Museo de la Opera del Duomo): resultó muy diferente de
la Cantoría de Lucca Della Robbia.
• Relieve del Altar de San Antonio (Basílica de San Antonio, Padua):
ejemplo del arte de la perspectiva, las distorsiones formales de los
personajes confieren a la escena vitalidad y dramatismo.
• Anunciación (Iglesia de Santa Croce, Florencia): su trágica
espiritualidad refleja la persuasión que la voluntad de Dios ejerce sobre
los hombres.
• El Condotiero Gattamelata: escultura en bronce de 1453 ubicada en la
plaza de la Basílica de San Antonio de Padua. Estatua ecuestre,
parece haberse inspirado en el Marco Aurelio romano.
Y por supuesto, su famoso y extraordinario “David”. Realizado por encargo de
Cosme de Médicis entre 1430 y 1435 presenta una figura elegante, cómoda,
relajada, que parece no haber hecho ningún esfuerzo sosteniendo la espada
con el brazo derecho, una piedra en la mano izquierda y sombrero coronado de
amarantos. Primer desnudo exento de la escultura renacentista, su postura,
con la pierna doblada pisando sin saña a Goliat (novedosa forma de
interpretación) le otorga una sinuosidad que revela la influencia del griego
Praxiteles (curva praxiteliana). Pleno de juventud y sensualidad, su armonía es
4. casi perfecta y cada una de las partes de su cuerpo guarda un exacto
equilibrio.
Y no podríamos terminar con este repaso a los inicios de la escultura, sin
detenernos a analizar la obra de otros dos florentinos: Verrochio y Lucca Della
Robia.
El primero, de nombre Andrea di Francesco di Cione, es autor del retrato en
mármol “Dama de las Prímulas” (Museo del Bargello, Florencia) en el que se
representa a Lucía Donati, amante de Lorenzo el Magnífico, y de la
extraordinaria escultura en bronce de Cupido (Palazzo Vecchio, Florencia)
rebosante de felicidad y ternura y que se halla colocada en el surtidor de la
fuente del palacio florentino. Fuera de Florencia, concretamente en Venecia,
realizó la que se convertiría en su obra más representativa: la estatua ecuestre
de “Bartolomeo Colleoni”. En esta obra que muestra un profundo sentido del
individualismo, se aprecia perfectamente la furia y la angustia del modelo.
Aunque vista de cerca, la cabeza de este condottiere no posee la psicología de
Gattamelata, en el conjunto total de la obra, se supera la vitalidad de la obra de
Donatello.
Lucca Della Robbia (1400-1482) es miembro de una gran familia de artistas
que hicieron famoso su apellido como ceramistas y esmaltadores de esculturas
en terracota. Su primera obra identificada son los relieves de una Cantoría de
la Catedral de Florencia donde se representan jóvenes adolescentes que
cantan a coro, atentos al libro de música o tocando algún instrumento como la
lira y la mandolina. Esta obra bastaría para inmortalizar a Lucca y elevarlo a la
altura de Donatello pero además, labró varios relieves para el Campanile y
concluyó la puerta de bronce de la sacristía del Duomo que Donatello había
dejado sin terminar.