El documento analiza las políticas de desarrollo económico implementadas en Venezuela entre 1935 y 1958, así como entre 1958 y 1998. Explica que entre 1935-1958 se consolidó la economía petrolera del país y se inició el desarrollo de un sector industrial. Entre 1958-1998, hubo una transformación política tras la caída de la dictadura de Pérez Jiménez en 1958, y se buscó promover un modelo de desarrollo hacia adentro con mayor intervención estatal y autonomía económica nacional. El documento también describe los cambios en los
la venezuela agraria en el nuevo modelo de desarrollo.docx
Iv impacto del capitalismo mundial en la economía y sociedad de venezuela.
1. Programa Nacional de Formación en Contaduría Pública
Unidad IV: Impacto del Capitalismo Mundial en la
Economía y Sociedad de Venezuela.
Estudiante: Hector Tovar
C.I 28.368.518
Sección:2105CO
2. INTRODUCCION
El siguiente trabajo o informe tiene como objetivo analizar, estudiar y
comprender las políticas de desarrollo en nuestro país, asimilando la inflación,
desempleo y todo en relación a la economía y políticas que se han
implementado para que exista un mejor desarrollo en nuestra nación
partiendo desde un determinado año y tiene por finalidad determinar la
magnitud de los efectos que sobre los niveles de pobreza han tenido. Esta
información permite estimar la actuación probable de las políticas bajo
diferentes hipótesis de inflación y desempleo. En particular, se estiman los
niveles de problemas para los años que se estudiara.
3. Políticas para el Desarrollo 1935/1958
A partir de la muerte de Juan Vicente Gómez se inicia el acontecimiento económico
más importante de la época, como fue la consolidación de la industria petrolera, la
cual se va a convertir en el primer sector productivo de la nación venezolana.
El desarrollo de la estructura económica que va de 1935 a 1958, se dividirá en dos
subperíodos: 1935-1948 y 1948-1958; en cada uno de ellos se analizará la
evolución económica general de Venezuela, así como el desarrollo de los distintos
sectores económicos, haciéndose especial énfasis al proceso de transformación de
la economía venezolana de sus orígenes agrícolas a un nuevo modelo basado en
la producción y exportación del petróleo.
El papel del estado venezolano en la economía 1936/1958
Un elemento clave para comprender el proceso económico venezolano en el
período señalado, lo constituye el estudio del papel jugado por el Estado venezolano
en el desarrollo de la estructura económica del país.
La muerte de Juan Vicente Gómez marcó el final de la más larga dictadura que haya
conocido la historia de Venezuela; durante 27 años Gómez ejerció el poder y
ocurrieron en ese lapso de tiempo importantes transformaciones en todos los
órdenes en el país. Tras su muerte, el programa de febrero de 1936, proclamado
por el General López Contreras en los primeros meses de su mandato, estableció
las bases de un proyecto de desarrollo económico y social para Venezuela. El
Estado tiene luego de 1936 y gracias al petróleo, la capacidad financiera para
aspirar a esos amplios objetivos. El programa plantea también la asociación con
capitales privados para llevar adelante esos planes: la creación de un Banco
Industrial de Venezuela (1937) o del Banco Central de Venezuela (1940).
El Estado se convierte entonces en el principal promotor de la economía y para ello:
• Se prosiguen las obras de infraestructura vial iniciadas durante el régimen
gomecista.
• Se amplían las obras de saneamiento, en especial mediante el desarrollo de
una fuerte campaña antimalárica.
• Se crean los primeros servicios de carácter socioeconómico: el Instituto
Venezolano de los Seguros Sociales en 1940, el Instituto Nacional de Obras
Sanitarias en 1943.
4. • La modernización de las estructuras institucionales de la economía venezolana,
se amplía con creación de la Ley de Impuesto sobre la Renta en el año 1942 y con
la nueva Ley de Hidrocarburos en 1943.
La Segunda Guerra Mundial (1939-1945), al limitar drásticamente el comercio
internacional, favoreció los inicios de una industria nacional moderna y al mismo
tiempo planteó la necesidad de racionalizar el aparato productivo agrícola. Es dentro
de ese contexto que se promulga, en 1945, una primera Ley de Reforma Agraria la
cual no llega a ejecutarse debido al derrocamiento del gobierno del Presidente
Isaías Medina Angarita, hecho éste ocurrido en octubre de 1945.
Al finalizar la guerra, Venezuela pasa definitivamente a la órbita de expansión del
capital norteamericano. Inversiones masivas complementan las ya realizadas en la
industria petrolera y se dirigen hacia nuevos sectores: el hierro, las industrias de
transformación y la agroindustria. El Estado, al mismo tiempo, promueve la creación
de algunas industrias básicas como la siderúrgica y la petroquímica.
Durante la década de 1950, la población venezolana se convierte en
mayoritariamente urbana y Caracas inicia un proceso acelerado y caótico de
crecimiento. Entre 1944 y 1957, el producto territorial bruto (PTB) aumenta en una
tasa anual del 9,8%, siendo este aumento el resultado del impulso del sector
petrolero cuya explotación, durante ese período generó un 39% del PTB, un 66%
de los ingresos ordinarios del Estado y un 94% de los ingresos por exportaciones
de bienes. El área de cultivo agrícola y de explotación ganadera, por su parte pasó
de 2.300.000 hectáreas en 1944 a 3.400.000 hectáreas en 1957, un aumento del
3% anual. Durante el período considerado, la producción de cemento pasó de
40.000 a 600.000 t/m3 (toneladas métricas), reflejo del importante programa de
obras públicas llevado a cabo por el Gobierno. La energía eléctrica se expandió 6
veces y la producción de neumáticos 10 veces.
Modelo de Desarrollo Económico Venezolano. Un análisis histórico
Durante este período puede decirse que se consolida el carácter monoproductor y
petrolero de la economía venezolana. En íntima relación con este desarrollo
petrolero, comienza a formarse en Venezuela un sector industrial; la inversión
extranjera se concentró sobre todo en la extracción del crudo venezolano, mientras
que, en otras áreas como la agrícola, la ausencia de capitales conspira contra su
real desarrollo.
5. La Evolución de los sectores productivos 1935-1948
A partir de 1936 suceden eventos importantes para la agricultura del país: La
creación, en 1936, del Ministerio de Agricultura y Cría, así como la creación de las
escuelas superiores de agricultura y veterinaria, el establecimiento de estaciones
experimentales, granjas de demostración, catastro de tierras baldías, la política de
conservación de los recursos naturales, la organización y desarrollo de la pesca,
son algunos de los eventos más importantes ocurridos. Sin embargo, en 1937 la
agricultura contribuía con sólo el 22% a la formación del PTB y sus aportes relativos
continuarían descendiendo año tras año. No obstante, esta pérdida de importancia
relativa de la agricultura con respecto a los demás sectores económicos (en especial
con el petrolero), después de 1936 comienza un proceso cuyo balance es positivo.
El producto agrícola creció en cifras absolutas y con tasas superiores al crecimiento
demográfico, aun cuando tal crecimiento no satisfizo la demanda y siguió siendo
necesario recurrir a importaciones en forma creciente. En este sentido, es oportuno
mencionar que Venezuela, aun desde la época agroexportadora, era un importador
neto de alimentos.
La campaña antimalárica, iniciada en 1934, desarrollada intensamente durante los
períodos gubernamentales posteriores a la muerte de Gómez, es sin lugar a dudas,
una de las contribuciones más importantes para el crecimiento de la agricultura
venezolana, al hacer posible la incorporación al territorio agrícola de grandes
extensiones de suelos de buena calidad, especialmente en los Llanos. Con la
creación del Instituto Técnico de Inmigración y Colonización (ITIC), en 1938,
comenzó a vislumbrarse la posibilidad de distribuir algunos de los latifundios
gomecistas entre colonos nacionales y extranjeros.
El sector petrolero 1936-1948:
Durante la década de los treinta, se registró el comienzo de operaciones petroleras
más allá de la producción simple, mediante operaciones de inyección de gas natural
a los yacimientos, para el mantenimiento de las presiones, mientras que se hizo
notoria la influencia local de cualquier medida gubernamental del tipo de
restricciones voluntarias de las importaciones en el principal mercado, Estados
Unidos. El 7 de enero de 1936, se completó “La Canoa número 1”, primer pozo
perforado a través de una faja extensa de acumulaciones de petróleo crudo
extrapesado y bitumen natural al norte del río Orinoco.
El sector Industrial y manufacturero 1936-1948:
Existe entre los historiadores cierto consenso para ubicar en este periodo la
consolidación de los rasgos característicos del sector manufacturero venezolano.
Se discrepa respecto a las fechas exactas, pero se señalan el crecimiento y la
6. concentración de las industrias tradicionales, la aparición de nuevos rubros, la
creación de una infraestructura física y humana, así como el aumento de la acción
estatal. Es, además, un período que acentúa la diferenciación entre Venezuela y
otros países de América Latina por el gran incremento de los ingresos petroleros en
el marco de la Segunda Guerra Mundial y su etapa posterior.
La Estructura Económica 1948-1958:
El gobierno militar de Marcos Pérez Jiménez aceleró el proceso de desarrollo
económico que venía dándose en el país desde 1936; las políticas económicas de
la dictadura Pérez Jimenista se centraron en la consolidación del sector industrial y
en el desarrollo de un gran plan para la construcción de obras de infraestructura a
gran escala. A continuación se realizará una breve revisión por sectores
productivos, de la evolución económica venezolana en ese período de tiempo.
El Sector Agrícola 1948-1958:
Durante el Gobierno de la Junta Militar que derrocó a Gallegos se dicta en 1949, un
Estatuto Agrario y se crea de nuevo el IAN, el cual comenzó a funcionar en 1950.
Al amparo de ese estatuto, se inicia una política de colonización, cuyos desarrollos
más importantes fueron la Colonia Turén (Edo. Portuguesa) y el sistema de riego
del Guárico. A mediados de la década de 1940, comienza a desarrollarse un
programa azucarero a escala nacional y en 1949, se inicia el plan arrocero de la
Corporación Venezolana de Fomento en los Estados Cojedes y Portuguesa,
abriendo así nuevas zonas que expandieron significativamente la frontera agrícola.
La incorporación masiva de maquinaria, el uso de fertilizantes, insecticidas y
herbicidas, semillas mejoradas, y otros, características de los cultivos en hileras,
iniciaron un sistema de cultivos anuales intensivos, con poca utilización de mano de
obra y altos requerimientos de capital.
El sector Petrolero 1948-1958:
En este período de tiempo, la actividad exploratoria se incrementó gradualmente,
mientras que la junta gobernante intentó terminar con las influencias políticas dentro
de los sindicatos de trabajadores petroleros. Por primera vez se planteó en el país
la inconveniencia del desarrollo del Medio Oriente en detrimento de la industria local.
7. Políticas para el Desarrollo 1958/1998
Los años entre 1958 y 1973 son marcados por dos acontecimientos internacionales
de gran importancia para la economía venezolana: la crisis del Canal de Suez que
empieza en 1955 y la guerra del Yom Kippur en 1973. El principio del período de
“desarrollo hacia dentro” está también caracterizado por una profunda
transformación en el sistema político del país. La revolución del 23 enero de 1958
derriba la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez; el general está obligado a huir
al extranjero tal como hizo Juan Vicente Gómez llevando consigo una fortuna
enorme de casi doscientos cincuenta millones de dólares.53 En lugar de la
dictadura, se establece una Junta de Gobierno, presidida por el almi- rante Wolfgang
Larrazábal. Los choques con la Seguridad Nacional, la tristemente famosa policía
del régimen, provoca, entre el 21 y el 23 del mismo mes, unos doscientos cincuenta
muertos y más de mil heridos.54 Los motivos que provocan la caída de Marcos
Pérez Jiménez son, en sustancia, de dos tipos. En primer lugar, se determina una
condición de general descontento entre los empresarios venezolanos.
La grieta entre industriales de Caracas, Valencia y Maracaibo por un lado, y sectores
comerciales concentrados alrededor de la Cámara de Comercio de Caracas y la
Cámara de Comercio venezolana-americana por el otro, tiene como objeto
precisamente la política industrial del Gobierno que, al mismo tiempo, actúa con una
fuerte intervención del Estado en el sector por ejemplo, de la industria pesada– y
con una rendida condescendencia a los diktat del poderoso aliado, como cuando,
en 1952, se estipula un nuevo tratado comercial con Estados Unidos que, no
protegiendo la producción interna, se revela particularmente favorable para la
industria extranjera. Ambas opciones operan en la óptica de una política económica
que entrega el futuro de la industria manufacturera privada a la sola competitividad
respecto de los productos norteamericanos.
En segundo lugar, la utilización indiscriminada de la represión, como instrumento
de control político, enajena al régimen la bene- volencia de amplios sectores del
ejército, su principal manantial de poder. Este es el motivo que, en fin, determina la
caída del general. El régimen tiende, cada vez más, a contestar a las solicitudes de
los militares con el silencio o con la represión, también utilizando la po- licía secreta
y hasta llegando a hacer cachear a los oficiales que piden audiencia al dictador. A
lo cual hay que añadir la desaprensión de algunos traslados, promociones,
alejamientos, dejados al albedrío más absoluto.
La presencia del almirante Wolfgang Larrazábal como jefe del Junta Patriótica es la
señal más evidente de las laceraciones presentes dentro de los aparatos militares.
A esta altura, es necesario ponerse una pregunta, aunque es muy difícil contestar
detenidamente. ¿Por qué Estados Unidos permiten un relevo de la guardia y la
sustitución de un Gobierno amigo con uno que, por lo menos en teoría, solicita una
8. mayor autonomía de la iniciativa económica nacional y una menor injerencia del
capital extranjero en el país? Se pueden dar por lo menos dos interpretaciones.
La primera atañe al papel del aparato militar en las sociedades latinoamericanas. El
ejército representa, quizás, la única estructura organizada, no individualista
existente en el país, abiertamente en contraste con la disgregación de la sociedad
civil y con la inconsistencia de los partidos políticos. Una hendedura en las
relaciones dentro de la estructura militar puede representar un riesgo para el potente
aliado norteamericano. Tal preocupación podría haber determinado la actitud
sumisa de Estados Unidos, que podrían haber sido suficientemente garantizados
justo por la figura del almirante Larrazábal quien, por tres años, de 1949 a 1952, fue
el encargado naval de la embajada de Venezuela en Washington. Una segunda
huella, además, resulta estrechamente relacionada con las elecciones económicas
actuadas por el personal que reemplaza a Marco Pérez Jiménez y sus acólitos.
Luego y más detalladamente se destacará el valor estas elecciones. Lo cierto es
que no mejoran las condiciones del país, así como no se reducen los már- genes
de dependencia del capital multinacional. Los gobiernos que se suceden no hacen
otra cosa sino modificar los términos de la dependencia económica, aumentando
desmedidamente la deuda pública, nacionalizando una industria de la extracción
que ya no produce márgenes amplios de provecho, protegiendo una industria
interna fuerte- mente pasiva, no competitiva en el plano internacional, favoreciendo
la transformación de la renta petrolera multinacional en capital fijo invertido en
actividades manufactureras que utilizan licencias de uso estadounidenses y que
constituidas gracias al capital extranjero solo formalmente son venezolanas.
Desde principios de los sesenta, la sustitución de importaciones se convierte en el
centro de la dinámica económica nacional y el motor de la economía. El producto
per cápita crece de forma sostenida desde 1958 hasta 1977 incrementándose en
53%, a pesar de que el crecimiento de población es muy acelerado. La primera fase
de la sustitución de importaciones intenta reemplazar productos elaborados traídos
del exterior por sus materias primas, construyendo un aparato industrial importador.
En el sector agroalimentario buena parte de las agroindustrias más importantes se
crean y crecen bajo este esquema. Pero el proceso sustitutivo debe ir más allá. En
el nuevo modelo las agroindustrias deben volcarse sobre la agricultura con una alta
participación del Estado, creando una nueva agricultura moderna que implanta
nuevos sistemas productivos. El crecimiento agrícola se retoma centrado sobre
rubros agroindustriales y la producción avícola y de leche, los productos
tradicionales de exportación o de producción campesina decrecen mientras los
rubros que constituyen materias primas para la agroindustria tienden a aumentar
significativamente.
En este marco se instrumentan un conjunto de políticas que conllevan a que la
agricultura sea fuertemente fomentada y virtualmente sostenida por el Estado La
Reforma Agraria es un componente importante de la política pues permite la libre
ocupación de tierras públicas y privadas por los nuevos agricultores que generan
9. rubros agroindustriales y adicionalmente, adjudica parcelas a “campesinos” para
incorporarlos al mercado, que además sirvan de reservorios de mano de obra para
la mediana producción mecanizada que se expande. En este contexto, el
financiamiento público es protagónico y el crédito fácil y barato de los entes públicos
es uno de los ejes del apoyo a la producción. Por otra parte el sector público
intermedia en la comercialización de productos básicos, tanto para las compras
internas como para las importaciones, garantizando precios bajos a las
agroindustrias y los consumidores. Por casi dos décadas los resultados de esta
política son muy exitosos generando una nueva dinámica en las poblaciones
vinculadas a la agricultura y una mejora en el consumo de alimentos con niveles
inflacionarios muy bajos. Esta política pasó por distintas fases. Entre 1958 - 68 se
produce el auge inicial con resultados sumamente exitosos. A partir 1969 y hasta
1973 se produce una desaceleración, pero entre 1974 - 78 se genera un segundo
impulso basado en los altos ingresos públicos que generó el primer boom petrolero.
Sin embargo, los efectos de los cuantiosos recursos utilizados no logran los
resultados que podrían esperarse. A partir de 1979, y en el marco de las graves
dificultades económicas que aparecen, se produce su agotamiento definitivo.
Entre “explosión” económica y “crisis”
La crisis del medio oriente de 1973 inaugura un período de gran expansión de la
economía venezolana. El crecimiento vertiginoso del precio del crudo –que sube de
3,71 dólares por barril en 1973, a 11,25 en 1975–75 determina un brusco aumento
del valor de los intercam- bios con el exterior. Las entradas de la balanza comercial
relativas a las exportaciones pasan de casi cinco mil millones de dólares, en 1973,
a más de once mil millones el año siguiente. Se acentúa, en cambio, la dependencia
del sector petrolero, cuyas exportaciones llegan a 4,5 mil millones en 1973 y a casi
11 el año siguiente y representan, respectivamente, el 93 y el 95% del total de las
dos voces de la balanza comercial.
Las exportaciones de petróleo representan siempre más del 90% de las totales del
país latinoamericano. Ellas aumentan en los perío- dos de crisis económica, como
durante la Segunda Guerra Mundial y los primeros años después, cuando el valor
alcanza poco menos del 98%. El trienio adeco, en particular, constituye el período
en el cual las exportaciones venezolanas se identifican con las del petróleo y
de- terminan una siempre mayor dependencia de la economía del país. Los años
de la dictadura de Pérez Jiménez, por el contrario, subrayan una progresiva
disminución (93,42% en 1957), que dura hasta 1960. Los valores de 1973 y 1974
representan dos entre los más relevantes de todo el período y se parecen a los de
los años finales de la Segunda Guerra Mundial, cuando el mercado de Estados
Unidos pide todo el petróleo posible a extraer para el esfuerzo bélico. El notable
incremento del precio no corresponde, en todo caso, a un aumento de las
cantidades producidas, que se reducen, pues, de más de 3.300 millones barriles al
10. día en 1973, a poco menos de 3 mi- llones en 1974, alrededor de 2.400 barriles en
1975 y a poco menos de 2.300 el año siguiente.77 También la cuota de petróleo
crudo extraída en el país se reduce sensiblemente pasando del 14,4% de la
produc- ción mundial en 1950 al 13,6% en 1960, al 8,2% de 1970 y al 4,4% de
1975.78 Se reduce, por fin, la cuota exportada, que pasa del 70% en 1960, a
aproximadamente el 65% en 1970 y, en 1976, a poco menos del 60% del total del
crudo extraído.
Es el gobierno adeco de Carlos Andrés Pérez que pone en marcha la
nacionalización del petróleo venezolano. Es útil resumir, aunque brevemente, su
historia entre finales de los años sesenta y los primeros años setenta, cuando se
suceden algunas importantes leyes de reforma del sector petrolero y, más en
general, del energético. En 1967, una modificación a la Ley de hidrocarburos
inaugura los “contratos de ser- vicio”; el resultado más inmediato es la asignación,
en 1970, de cinco bloques de tierra por un total de 250 mil hectáreas (uno a Shell,
uno a Mobil y bientres al Occidental Petroleum, que hasta aquel enton- ces no había
obrado en Venezuela). Los partidos de oposición hablan abiertamente de
“concesiones disfrazadas”, porque los “contratos de servicio” permiten a las
compañías de retener el 90% del crudo ex- traído. Siempre en 1970, se presenta
muy elevado el nivel de tasación sobre el petróleo, hasta al 60%, y se aprueba una
ley que faculta al eje- cutivo fijar unilateralmente los niveles de las exportaciones.
En 1971, luego, son promulgadas otras dos leyes: la primera destina al Estado la
explotación de la industria de la extracción del gas y la segunda concierne los bienes
caracterizados por reversión en la concesión de hidrocarburos. En 1973, por fin, es
aprobada una ley que reserva al estado la explotación del mercado interior de los
productos petrole- ros, pues se le proporciona al Gobierno la facultad de regular y
fijar los precios de los productos derivados del petróleo y los precios por el
transporte.93 Son los presagios de la ley de nacionalización del petró- leo que entra
en vigor en enero de 1976, con la creación de un holding público nacional:
Petroleum de Venezuela (Petroven), que controla todas las concesionarias
privadas. Petroven, sucesivamente, da lugar a tres empresas estatales que
administran la extracción y la venta del petróleo del país (Corpoven, Lagoven y
Maraven).
Durante toda la década de 1980, Venezuela continuaba figurando como una de las
economías más importantes de la región. Cabe recordar que el año 1989 se originó
el Caracazo que trajo como consecuencia la drástica caída del PIB de -8,9 %. Pero
a pesar de los disturbios sociales y las consecuencias económicas que generó
el caracazo de 1989, pues para la década 1990, Venezuela todavía seguía siendo
la cuarta economía más importante y grande de la región. El año 1998 sería el
último año de un gran periodo de estabilidad económica en Venezuela. Al año
siguiente (1999) ingresaría al poder Hugo Rafael Chavez Frias.
11. Políticas para el Desarrollo 1998/2014
Las políticas públicas destinadas a atender las demandas sociales y promover el
desarrollo productivo están presentes en el gobierno de Chávez desde 1999. Pero
conviene señalar que, en esta primera etapa, quedaron a merced de un clima de
confrontación y polarización política cuyos momentos más álgidos fueron la
promulgación de la Ley Habilitante en noviembre de 2001, el intento de golpe de
Estado en abril de 2002, el paro petrolero de diciembre de 2002 y el referendo
revocatorio de agosto de 2004. Esto no debería pasar inadvertido en el análisis: el
caso de Venezuela parece demostrar que un proyecto de cambio político,
económico e institucional que, como el bolivariano, escoge la vía confrontacional
como eje de su gestión, requiere dosis constantes de legitimación si quiere continuar
transitando por la ruta democrática.
Esta estrategia de consulta popular y constante legitimación electoral puede
lograrse, en los Estados patrimonialistas petroleros, mediante la subordinación del
control y el uso de la renta a los objetivos políticos. En un trabajo previo (Vera 2005)
hemos señalado que, en un contexto democrático pero de intensa polarización
como el de Venezuela, el recurso petrolero adquiere un sentido estratégico para el
gobierno, pues su utilización permite mantener su legitimidad de desempeño aun
en condiciones de enfrentamiento con otros grupos de interés. Por supuesto, esto
genera incentivos que tienden a prolongar la dinámica clientelar y los males ya
conocidos del Estado rentístico.
Conviene no obstante precisar que el gobierno de Chávez no se inició en un marco
de bonanza petrolera ni, mucho menos, de holgura fiscal. Chávez recibió una
situación económica compleja con serias restricciones externas y fiscales. Las
reservas internacionales habían caído en cerca de 3.000 millones de dólares en el
último año y el déficit fiscal alcanzaba casi 4% del PIB. Parte del problema es
atribuible a la caída estrepitosa de los precios del petróleo ocurrida en 1998, que
llevó a que el crudo venezolano se cotizara entre 9 y 10 dólares, por debajo del
promedio histórico de las últimas tres décadas. Pero aun bajo estas importantes
restricciones iniciales, el esfuerzo por reorientar los recursos hacia el área social es
evidente. Como se observa en el cuadro 1, tras varios años de estancamiento el
gasto social del gobierno central como porcentaje del PIB comenzó a subir, desde
el mismo año 1999, a razón de un punto por año, para ubicarse desde 2001 en
alrededor de 12%. Este gasto se cubrió mediante endeudamiento interno, a través
de la creación de impuestos distorsionantes, como el impuesto al débito bancario, y
de otros mecanismos poco ortodoxos, como la extracción de las utilidades
cambiarias del Banco Central de Venezuela. El marco político en el que se
adoptaron estas medidas estuvo marcado por plebiscitos y elecciones que
concluyeron con la aprobación de una nueva Constitución y la relegitimación
electoral del gobierno.Los primeros pasos de la política social pusieron en evidencia
12. el fuerte contraste entre los principios incluidos en el Plan de Desarrollo Económico
y Social presentado en la campaña y la necesidad de atender demandas sociales
urgentes y concretas. Aunque la universalidad debía constituir en teoría uno de los
grandes principios orientadores, la urgencia por desplegar las políticas sociales
derivó en prácticas de populismo asistencial. Los programas sociales de tipo
compensatorio ya existentes desde el gobierno de Rafael Caldera quedaron en la
órbita de un Fondo Único Social, que además concentró la captación y
administración de los recursos. A estos programas ya en marcha se añadieron otros,
como el Proyecto Bolívar 2000 y los programas de la Fundación Pueblo Soberano,
en los que la Fuerza Armada Nacional jugó un rol central. En general, consistieron
en actividades de atención a la salud y el empleo temporal, así como asistencia
pública en el mejoramiento, la recuperación y la construcción de viviendas e
infraestructura social. También contemplaron acciones de beneficencia en los
sectores de pobreza crítica y extrema mediante el suministro gratuito de alimentos
y otros productos básicos. En todos los casos, se trató de programas de carácter
provisional.
En general, la evaluación de esta primera etapa de la gestión de Chávez nunca ha
sido muy precisa. Un problema ha sido el rechazo del gobierno a la supervisión o
rendición de cuentas, lo que expone estas iniciativas a graves pérdidas de
eficiencia. En una evaluación de la política social durante este periodo, Thais
Maingon (2004) reconoce la revalorización de la participación de la sociedad como
un logro importante, pero identifica fallas en la capacidad institucional y una
concepción de las políticas sociales excesivamente asistencial.
En esta etapa también se implementaron otras iniciativas de carácter más
estructural, orientadas a crear mecanismos de financiamiento para la economía
popular y las microempresas, fórmulas de organización empresarial
tradicionalmente excluidas de los mercados financieros formales, que fueron
impulsadas por el gobierno, como desarrollaremos más adelante. Así, en noviembre
de 1999 se creó el Banco del Pueblo y meses más tarde se inauguraron el Fondo
de Desarrollo Microfinanciero y el Banco de la Mujer. Aunque la necesidad de
promover un sistema de microfinanciamiento en Venezuela era evidente, el sistema
que se puso en marcha es buen ejemplo de cómo un diseño institucionalmente poco
apropiado y excesivamente asistencialista termina anulando objetivos
conceptualmente bien fundados. En efecto, el sistema microfinanciero se diseñó
sobre la base de una concepción tutelar del Estado, que ignoró la participación de
fondos sociales de base o cooperativas de ahorro y crédito. Además, se basó sobre
todo en la provisión de créditos baratos e ignoró la viabilidad económica y la
sostenibilidad de las nuevas instituciones. Un ejemplo es el Banco del Pueblo: en
diciembre de 2007, a nueve años de su creación, solo colocaba 34% de sus activos
en créditos al sector productivo y presentaba una cartera en mora de 24%, 16 veces
mayor que la de las instituciones financieras tradicionales.
13. Sin embargo, el mayor problema de la política social durante este periodo no estuvo
en las fallas de diseño sino en el escaso acompañamiento del desempeño
macroeconómico. Aunque en ciertos aspectos la política social se orientó
sensiblemente a la supresión de ciertas limitaciones de acceso a los servicios y a la
promoción de la participación ciudadana, los obstáculos de naturaleza económica
impidieron avanzar más claramente en estos objetivos. La tasa de desempleo no
dejó de ser un problema entre 1999 y 2003, periodo durante el cual se mantuvo
siempre por encima de 12%. La inflación no bajó de los dos dígitos y comenzó a
acelerarse en 2002, en gran medida como resultado del colapso del régimen
cambiario. En otras palabras, aquella máxima que dice que la mejor política social
comienza por una macroeconomía socialmente responsable (Lustig) no pudo darse
en Venezuela sino a partir de la bonanza que comenzó a finales de 2003.
A los problemas macroeconómicos derivados de la combinación de una política
fiscal expansiva con un tipo de cambio fijo y libre convertibilidad, en un clima de
elevada incertidumbre, hay que añadir el ambiente político de conflicto interno
permanente. En noviembre de 2000, la Asamblea Nacional sancionó una Ley
Habilitante mediante la cual se cedieron poderes especiales al gobierno para legislar
en materia institucional, económica y financiera. Pero fue solo en el límite del
vencimiento de la habilitación, en noviembre de 2001, cuando Chávez anunció un
paquete de 49 leyes. A juzgar por el alcance y la forma misteriosa con que se
diseñaron, la idea era imponer una agenda global de reformas. El gobierno
consideraba estas leyes como una muestra de su carácter progresista, solidario y
modernizador. Sin embargo, para un frente amplio de organizaciones y grupos
sociales y para buena parte de la opinión pública constituían un ejercicio arbitrario
del poder que violentaba derechos consagrados, e iban en detrimento de las fuentes
fundamentales de creación de riqueza. Como suele suceder en estos casos, la
verdad suele estar entremezclada.
Modelo de Desarrollo Económico Venezolano.
A pesar de que en 1998 la economía de Venezuela había descendido un puesto
(superada por la colombiana), aún seguía manteniéndose dentro de las 5
economías más grandes de América Latina. El año 2011 sería el último año del
máximo crecimiento que alcanzaría la economía de Venezuela en toda su historia
al mando de Hugo Chávez Frías, llegando a alcanzar un PIB de 392 mil millones de
dólares ese año.
A partir de ahí, el año 2012, el PIB del país ya no crecería y comenzaría a disminuir
lentamente. Pero sería desde 2014, cuando la rebaja mundial del precio del barril
de petróleo golpearía aún más a la economía venezolana, la cual empezaría a
desmoronarse de una manera mucho más rápida, fuerte y drástica, con una
acelerada caída del PIB, hasta retroceder 9 puestos. Según las previsiones
del Fondo Monetario Internacional, si no se hace nada por recuperar la producción,
14. entonces se espera que la economía venezolana siga retrocediendo muchos
puestos más.
En contexto…
La economía de Venezuela está orientada a las exportaciones de materias primas.
La principal actividad económica de Venezuela es la explotación y refinación del
petróleo para la exportación, la extracción y refinación está a cargo la empresa
estatal Petróleos de Venezuela. Nuestro país ha tenido cambios profundos en
relación a lo económico por más 90 años, es importante resaltar que todos estos
cambios se deben a las políticas implementas por los gobiernos que han pasado
por años.
15. CONCLUSION
Según los datos expuestos, podemos concluir que La historia económica en nuestra
nación ha sido muy cambiante desde 1935 hasta el 2014, cada gobierno ha
implementado políticas que han ayudado a nuestro pais pero algunas también
fueron fallidas, y se debe concluir que El Desempleo y la Inflación son dos males
económicos que aquejan a cualquier población del mundo, sus efectos son
devastadores en lo Político, Económico y Social y Venezuela no escapa de esa
situación.
16. REFERENCIA BIBLIOGRAFICAS
ve.scielo.org
Economía Venezolana
1936- 1958 es.slideshare.net
Venezuela 1999-2007 | Nueva Sociedadwww.nuso.org
Economía de Venezuela - Wikipedia, la enciclopedia libre es.wikipedia.org
http://www.innovaven.org/quepasa/agropol58.pdf www.innovaven.org