Joaquín Fuster, un destacado neurocientífico, discute el libre albedrío y cómo está influenciado por factores genéticos, ambientales e inconscientes. Aunque gran parte de nuestras decisiones están predeterminadas, la corteza prefrontal nos da la capacidad de elegir y de inventar el futuro. La educación y el desarrollo de la corteza prefrontal durante la infancia y adolescencia también juegan un papel importante en nuestra capacidad de posponer gratificaciones y perseguir objetivos a largo plazo.
la presente conferencia tiene como propósito orientar a los participante sobre la importancia de la neurociencia como ciencia que estudia al cerebro humano.
la presente conferencia tiene como propósito orientar a los participante sobre la importancia de la neurociencia como ciencia que estudia al cerebro humano.
Primera presentación de Juan Luis Lorda (con el asesoramiento de Luis Echarte) en el Seminario del Grupo Ciencia, Razón y Fe sobre Mente y cerebro, el 21 de noviembre de 2006.
Primera presentación de Juan Luis Lorda (con el asesoramiento de Luis Echarte) en el Seminario del Grupo Ciencia, Razón y Fe sobre Mente y cerebro, el 21 de noviembre de 2006.
Presentación "Las nuevas tecnologías de la informática y comunicaciones. Una mirada desde las Neurociencias" de la Prof. Silvia Pérez Fonticiella. [ATENCIÓN: Este material es de uso exclusivamente educativo. Puede descarcarse del sitio original: http://iinnuar.wordpress.com/2008/10/30/las-tecnologias-de-la-informacion-y-comunicacion/tics-y-neurociencias-ppt1/]
Inteligencias múltiples y cerebro triunoThoseTimes
Formé parte de un curso online de psicología y un chico venezolano nos compartió un ensayo redactado por sí mismo para su academia en Vzla, alegando que siempre ha sido su materia preferida. Es agradable saber que jóvenes le prestan atención a la psicología, que bien no resalta en el comercio del mundo pero sí que genera bienestar ❤️❤️❤️ Les comparto algunos videos con los que el chico hizo sus ensayos. Disculpen por los que tienen publicidad, no me dejaron compartir directo por cuestiones de copyright. El ensayo de verdad que me gustó 朗
https://uii.io/ideasparaprofes
https://uii.io/Zonaneuro
https://uii.io/unweyCtriuno
https://uii.io/cerebrotriuno
https://uii.io/TriuneCere
https://www.youtube.com/watch?v=N7cbzje3Rb4
https://www.youtube.com/watch?v=U7fsm1MleAo
Desarrollo Emocional Infanti 0 a 6 años - Pautas de Ed..pdf
Gran parte de nuestras decisiones siguen influencias inconscientes
1. Joaquín Fuster: «Gran parte de nuestras
decisiones siguen influencias inconscientes»
El catedrático de Psiquiatría acaba de publicar «Cerebro y libertad», sobre los
cimientos cerebrales del libre albedrío
ángel navarrete
Joaquín Fuster en la presentación del Plan de Apoyo a la Neurociencia en la Real Academia de
Medicina
El apellido Fuster se asocia al corazón, pero también está ligado al cerebro en la persona del
profesor Joaquín Fuster (Barcelona, 1930), un prestigioso neurocientífico de la Universidad de
Los Ángeles que se ha dedicado al estudio de la corteza prefrontal, en la que es todo un referente.
Ha visitado Madrid para asistir a la presentación del Plan de Apoyo a la Neurociencia, una
iniciativa financiada con fondos privados, de cuyo comité científico forma parte. Acaba de
presentar también su libro «Cerebro y libertad», un tema controvertido entre los científicos.
—¿Existe el libre albedrío?
—Sí. Es la capacidad de elegir entre formas de acción, incluyendo el no hacer nada, en el mundo
que nos rodea. Esta capacidad tiene raíces profundísimas, algunas vienen de la evolución, otras
de partes de la corteza cerebral, el órgano que más finamente nos ajusta al mundo que nos rodea
y que contienen lo que Ortega llamaba la «circunstancia».
2. —Elegir no siempre es fácil...
—Es muy difícil y está determinado por factores genéticos, impulsos primarios, la historia
personal, el ambiente en el que vivimos. Y todo esto no es necesariamente consciente. Muchas
de nuestras decisiones están dictadas por influencias talmente inconscientes. Obramos por
intuición y la corazonada es un razonamiento inconsciente.
-Entonces, ¿hasta qué punto somos dueños de lo que hacemos?
-Es posible argüir que nuestras neuronas son las que mandan. Pero esas neuronas, con su
educación, porque están muy bien educadas, constituyen en realidad el yo, sobre todo las de la
corteza cerebral. Y las decisiones y selecciones de conducta surgen de esta relación del yo con
mi circunstancia, mucha de la cuál está dentro de nosotros. Y estas relaciones y su expresión
final no son necesariamente conscientes, sino inconscientes.
—Hay quien sostiene que gran parte de lo que somos está determinado ¿Está de acuerdo?
—Es verdad que mucho de lo que hacemos está predeterminado. Y también se puede argüir que
en los últimos pasos hacia la decisión, la cosa ya está determinada. A mi me interesa sobre todo,
la corteza prefrontal, que es la última en desarrollarse en la escala evolutiva y durante el
desarrollo [entre los 20 y 30 años]. Esta es la corteza que nos abre a lo futuro y contribuye
muchísimo a las decisiones y elecciones que tienen importancia existencial. Es además el órgano
de la creatividad. En esto hay que corregir a Ortega un poco. Porque él imaginaba que la
circunstancia determina cómo somos y lo que hacemos, en una lucha constante entre el destino y
la libertad individual. Y yo veo una dimensión más positiva: debido sobre todo al desarrollo de la
corteza prefrontal somos capaces de inventar el futuro. Ahí está la raíz de nuestra imaginación y
del lenguaje, que es algo privativo de nuestra especie.
-Los chimpancés pueden aprender el lenguaje de signos...
-Es sólo lenguaje simbólico.
-Qué diferencia hay con el nuestro, porque a veces son capaces de transmitir signos de una
generación a otra...
-Signos, sí. Existen reflejos condicionados a ciertos sonidos, relacionados con ciertos impulsos
vitales, con los que se pueden comunicar entre sí. Pero lo que no existe es el lenguaje
proposicional o propositivo: la capacidad de crear estructuras nuevas de lenguaje que permitan
dar sustancia a nuevos tipos de acción y formar, por ejemplo, leyes o reglas, no solo para
nosotros sino para el futuro. Esto no lo tienen ningún animal. Tampoco los chimpancés.
—¿En el libre albedrío, las emociones donde quedan?
—Aunque no se quiera interviene en todas nuestras decisiones. Viene de las zonas profundas del
cerebro, el llamado reptiliano. Una de las influencias más importantes que llega de estos terrenos
bajos es un fondo e alerta de estar despierto, que se pone al servicio de todo.
3. —¿De ahí surgen las buenas o malas vibraciones?
—Sí, es una manera de decir, no sé por qué, pero tengo la intuición de que ha de ser así.
—La corteza prefrontal es como el director de orquesta del cerebro. ¿Que papel juega la
educación recibida en el aprendizaje de esa "labor de dirección"?
—Una educación por así decirlo pasiva, sin guía, que no tiene hitos, no tiene señales, no permite
al individuo aprender por sí mismo las ventajas de la demora de las recompensas. Esto es erróneo
porque el niño no sólo ha de aprender a esperar sino que tiene que estar al tanto de cómo los
otros también lo hacen. Y en el momento adecuado, de la forma adecuada, tiene que estar bajo la
influencia del adulto. En la educación del niño es más importante el ejemplo que los discursos.
—¿Por qué algunas personas pueden resistir la atracción de los placeres inmediatos y
perseguir objetivos a largo plazo, mientras que otras sucumben fácilmente y se apartan de
sus expectativas?
—En algunas personas la corteza prefrontal se ha ejercitado intensamente en los años de la
infancia y adolescencia. No se desarrolla físicamente en su totalidad hasta la tercera década de la
vida. Mientras que en otras los impulsos biológicos, las hormonas o los instintos prevalecen
porque tienen más poder, más intensidad, más potencia, más ejercicio en el curso de la vida.
—La semana pasada se publicó una investigación con monos en la que lograron cambiar
sus decisiones mediante estimulación cerebral profunda. ¿Será posible en un futuro
manipular nuestras decisiones mediante técnicas menos invasivas, como la estimulación
magnética transcraneal?
—No. Por muchos motivos. Primero porque la estimulación magnética está focalizada en ciertas
zonas del cerebro. Y nuestro libre albedrío está distribuido por todo el cerebro, sobre todo la
corteza cerebral. Pero es posible con estas estimulaciones influir y sesgar nuestro juicio y
nuestras decisiones. Pero el control de la mente en sentido amplio es inconcebible.
—En alguna entrevista he leído que usted cree en la intuición femenina...
—¿Yo he dicho eso? [ríe]. La mente intuitiva actúa tanto en hombres como mujeres en casi todo
lo que hacemos. El 90% de nuestra percepción es intuitiva, no consciente. Y tengo la impresión
de que las mujeres tenéis una intuición extraordinaria con respecto a las relaciones sociales.