Este documento discute cómo la educación es fundamental para la justicia social. Explica que la tercera revolución industrial ha llevado a una nueva división basada en la calificación, con los calificados teniendo más oportunidades que los no calificados. También analiza cómo el capital humano se acumula a lo largo de la vida, profundizando las desigualdades. Finalmente, argumenta que los sistemas educativos deberían promover la igualdad de oportunidades para lograr una mayor justicia.