Este documento resume la obra pictórica "La Libertad Guiando al Pueblo" de Eugène Delacroix, pintada en 1830. Representa la revolución de 1830 en Francia que derrocó al rey Carlos X e instauró la monarquía constitucional de Luis Felipe I. La figura central es una alegoría de la Libertad guiando al pueblo francés durante la revolución. El cuadro muestra diferentes clases sociales unidas contra la monarquía absoluta a través de composición piramidal, uso del color y movimiento dramático. Se
33. TEMA:
El tema de la obra es la insurrección burguesa que tuvo lugar los días 27,
28 y 29 de julio de 1830 (denominadas «las Tres jornadas gloriosas»). Es
una de las revoluciones burguesas, y más concretamente la que puso fin al
terror blanco tras los dieciséis años de la restaurada la monarquía
borbónica, encarnada en el ultraconservador Carlos X, que fue expulsado
del trono y sustituido por Luis Felipe de Orleans, el llamado Rey burgués,
con lo que se consumó el acceso al poder de la burguesía liberal, aunque
no se instauró la república. Delacroix estuvo del lado de los
revolucionarios, es más, él mismo se ha representado en el cuadro como
el hombre que lleva el sombrero de copa negro y que se encuentra entre
los combatientes y en primera fila.
La revuelta se inició el 27 de julio como protesta contra una serie de
ordenanzas que restringían libertades ciudadanas (supresión del
Parlamento, restricción de la libertad de prensa, …). En esa noche jóvenes
republicanos se pusieron al frente de la insurrección y ya de día se elevaron
barricadas (de hecho al cuadro se le conoce también como La Barricada).
El día 29 los revolucionarios eran dueños de la ciudad. La revuelta rebasó las
fronteras de Francia y dio lugar a levantamientos similares, de lucha
contra los monarcas reaccionarios o de liberación nacional (como los
belgas sublevados contra los holandeses), en varios países europeos.
34. Según G. C. Argan nos encontramos ante el primer cuadro
político de la pintura moderna, pues en su opinión la historia
contemporánea es la lucha política por la libertad. Libertad que,
según este mismo autor, estaba ligada indisolublemente en aquella
época al concepto de Patria (Nacionalismo unido a Liberalismo).
De ahí que la figura central de la mujer, que es alegoría de la
libertad, lo sea también de la nación. Hemos de recordar que la
lucha por la libertad y por la nación (el nacionalismo) es una
constante en los románticos. El mismo autor trata idéntico tema
en otras obras como La matanza de Quíos y Grecia sobre las
ruinas de Missolonghi, cuadro éste último en el que la nación
aparece igualmente representada por una mujer (en este caso con
el pecho sin descubrir totalmente) y que además refleja un episodio
de la lucha del pueblo griego por su liberación del yugo turco, en el
que pereció (colaborando con el bando griego) el gran poeta
romántico Lord Byron.
35. DESCRIPCIÓN:
Hay una estructura en forma de pirámide con los muertos por
la libertad en la base y la libertad en la cima sosteniendo en la
mano derecha la bandera tricolor y en la mano izquierda un rifle.
El ligero pincel de Delacroix y la fuerza luminosa de sus colores
exaltan la vitalidad de sus cuadros. Para aumentar la tensión y el
movimiento añadió contrastes complementarios junto a la
oposición de los claroscuros. El color para Delacroix no solo
tenía un valor de representación, sino sobre todo un significado
emocional propio, con el que el pintor intentaba plasmar sobre el
lienzo el sentimiento y la disposición de ánimo de las personas.
De fondo se ve el cielo de París tormentoso (otra característica
romántica). Se utilizan colores pálidos con pinceladas sueltas
destacando el azul, el rojo y el blanco de la bandera.
36. PERSONAJES:
En el lienzo aparecen representadas distintas edades y clases sociales, jóvenes,
adultos, clase obrera, burgueses y soldados hasta campesinos y obreros, para
manifestar que en el proceso revolucionario existió una amplia participación.
Aparecen defendiendo a la Libertad que, como ya se ha dicho, en este caso se
identifica también con Francia y es representada como una mujer empuñando un
fusil de la época (rasgo realista) y con el pecho al descubierto, hecho este último que
escandalizó a críticos y a parte de la sociedad de la época. Entre los muertos del
primer plano (abajo, a la derecha del espectador) aparecen también soldados leales a
Carlos X. Su anatomía es perfecta.
El personaje del sombrero, el más cercano a la mujer, es un burgués, en el que se
autorretrata Delacroix a pesar de que no participó en los hechos. En una carta
fechada el 18 de octubre de 1830 escribió a su hermano: "He comenzado un cuadro de
tema moderno, una barricada... y, si no he luchado por la patria, por lo menos pintaré
para ella". Aunque, como era habitual en los románticos, Delacroix criticaba a la
pequeña burguesía por su estrechez de miras, él mismo procedía de una familia de
la alta burguesía y frecuentaba los salones y los ambientes de las altas esferas
burguesas. Por otra parte, así como fue revolucionario en 1830, adoptó una postura
contrarrevolucionaria en 1848, en la que comienza a emerger la clase obrera (ese año
Marx publica su Manifiesto Comunista). En cualquier caso como ocurrió con David, fue
un autor políticamente comprometido.
La figura de la Libertad (que recuerda a algunos la Venus de Milo y a otros la
Victoria alada de Samotracia) porta dos símbolos revolucionarios: el gorro frigio y
la bandera tricolor, que el nuevo régimen (a pesar de ser monárquico) adoptó
nuevamente. En segundo plano, a la derecha del espectador, encontramos Notre-
Dame de París, en una de cuyas torres ondea la bandera revolucionaria, quizás para
afirmar el sometimiento de la iglesia, que había sido uno de los apoyos de la
restauración borbónica.
37. COMPOSICIÓN:
Es estrictamente clásica: las figuras se distribuyen de arriba abajo, en
una pirámide cuya base está formada por los caídos. La escena se divide en
dos mitades, a ambos lados de la mujer.
La composición del cuadro es claramente piramidal, presentando muchas
coincidencias con La Balsa de Medusa de Géricault, obra en la que
posiblemente se inspira. Al igual que en la balsa, «el plano de apoyo es
inestable, construido con vigas inestables (la barricada), y de esta
inestabilidad nace y se desarrolla in crescendo el movimiento de la
composición» que acaba culminando en una persona que agita algo, en el
caso de la balsa un harapo y en este una bandera. Los dos muertos en primer
término también guardan un cierto paralelismo con los cuerpos sin vida en
primer plando de la obra de Géricault. Incluso, las piernas alzadas del difunto
de la izquierda parecen inspirarse en las del muerto del lado opuesto de La
Balsa. No obstante, este mismo autor señala que aunque hay similitudes,
también hay diferencias, y así en mientras que en la obra de Géricault el
movimiento es de delante hacia atrás, en la Libertad es todo lo contrario
(hacia el espectador). Cuadros de Goya como La carga de los mamelucos o
Los fusilamientos del 3 de mayo, parecen también haber influido en esta obra,
por las asimetrías, las diagonales y los estallidos de color.
38. PERSPECTIVA, LUZ Y COLOR:
La sensación de perspectiva está presente en la obra gracias a los edificios del
fondo y a la multitud, que se va alejando y reduciendo en tamaño al fondo del lienzo.
La línea del horizonte es algo inestable, sería la línea imaginaria entre las cabezas de
la multitud al fondo del cuadro, que se difuminan con el humo y los edificios del
fondo del lienzo. Los tres elementos (bandera, camisa del muerto de la izquierda y
vestimenta del herido que se alza frente a la Libertad) forman una línea recta
imaginaria que forma un eje central. Las figuras principales se enmarcan dentro de
una pirámide que asciende en el vértice de la cual el eje central es la Libertad y los dos
muertos en primer término cierran el triángulo.
La luz del cuadro es irreal, ilumina la Libertad con la bandera tricolor, una parte
del cuerpo del niño que hay a su lado, al moribundo de la chaqueta azul, al muerto
del margen inferior izquierdo y las manos y media del hombre del sombrero de
copa. En este caso la luz y el color tienen un objetivo en común: potenciar el
movimiento. La luz se convirtió en una verdadera obsesión en la trayectoria de
Delacroix. En esta obra, estalla en la blusa del cuerpo caído en primer término, envuelve
la figura de la mujer y se disuelve entre el humo y las casas del fondo, insinuado con
breves pinceladas que funden la atmósfera y el humo de la pólvora.
Las pinceladas muestran una gran desenvoltura y ondulación. El rojo y el azul de
la bandera, de la vestimenta del herido que se alza delante de la Libertad, y de la
camisa del muerto de la izquierda resaltan por encima de todo el predominio de las
tonalidades ocres y grises del conjunto. Los grises y terrosos son un homenaje del
autor a Géricault, uno de sus maestros. En vez de colores planos, prefiere la vibración
de tonos combinados con pinceladas sueltas.
39. MOVIMIENTO:
Es uno de los elementos que caracterizan el cuadro, que refleja la ruptura
que supuso el Romanticismo con las convicciones del Neoclasicismo.
Todas las figuras y objetos están recorridos por el temblor y la tensión
revolucionarios. La obra está impregnada de movimiento no solo por los
gestos dramáticos de los personajes, y por la composición en diagonales,
sino porque los del primer plano avanzan sobre la quietud de los muertos
que se encuentran en la base de la composición y todas las formas
muestran ondulaciones que ponen de manifiesto la admiración del autor por
Rubens. Por otra parte la luz lo refuerza, pues es una luz dramática y
compleja, con zonas iluminadas y otras en penumbra, pero cuyo origen
no se vislumbra. La figuras del primer plano aparecen iluminadas por un
foco lateral, pero a su vez se recortan a contraluz sobre un fondo
encendido, humeante y nuboso, que dota de más inquietud a la composición.
No obstante, ese tenebrismo aludido no da como resultado figuras
homogéneas en tonos de bronce –como en Caravaggio-, pues incorpora
con gran maestría más fuerza y variedad cromática, como por ejemplo el
azul de la bandera o de la camisa del personaje que postrado mira fijamente a
la Libertad. Lo que pone de manifiesto que Delacroix domina también el
color, del que fue un fino estudioso.
40.
41. FUNCIÓN:
El cuadro es de gran contenido revolucionario, un gran
icono. Marca el momento en que el movimiento
romantico abandono las fuentes de inspiración historicas
antiguas para integrarse en la vida contemporanea. Es
tambien uno de los antecedentes historicos del realismo,
por su intención crítica y su crudeza visual, y la primera
composición pictorica política. La obra, una verguenza
para los conservadores, fue comprada en 3.000 francos
con destino al Museo Real, que la oculto al público por su
caracter revolucionario.
42. SIMBOLISMO:Es este un cuadro de gran contenido político. No solo es una de las obras
mas importantes de este pintor, sino una obra cumbre del romanticismo y un
símbolo de las revoluciones burguesas.
La mujer representa la libertad, aparece con el torso desnudo y porta la
bandera tricolor en su mano derecha y un arma en la izquierda. Su figura se
ha convertido en la alegoría de la República Francesa. Según la critica de la
época, su vestido desgarrado, su piel sucia e, incluso, el ligero vello que
aparece debajo de la axila demostrarían que la protagonista del cuadro es
una mujer del pueblo llano. Delacroix eligió como modelo las estatuas de
Venus del mundo grecorromano.
Junto a la figura alegórica de la Libertad, se dan otros detalles
tremendamente realistas como puede ser el pubis desnudo de la persona
muerta que hay en primer plano, abajo a la izquierda (obrero de la camisa
blanca). ¿Es un cuadro alegórico o histórico? No parece que sea ninguna de
las dos cosas, por cuanto que lo único alegórico es la figura de la mujer-
libertad-patria y tampoco representa un hecho concreto real. Théophile
Thoré elogió la obra y refiriéndose a la mujer dijo: «¿Es una muchacha del
pueblo? ¿Es el genio de la libertad? Es ambas cosas [...] La verdadera alegoría
debe tener el doble carácter de ser una figura viviente y un símbolo».
43. VALORACIÓN:
Es este un cuadro de gran contenido político. No solo es una de las
obras mas importantes de este pintor, sino una obra cumbre del
romanticismo y un símbolo de las revoluciones burguesas.
La perfecta combinación de tema, movimiento, luz y color, junto a
una pincelada suelta que en los planos posteriores (por ejemplo, los
combatientes de detrás de la mujer) recuerdan a Goya, determinan que
nos encontramos ante una obra y un autor de una tremenda
trascendencia en la pintura contemporánea. Por otra parte su maestría
en ordenar grandes composiciones como La muerte de Sardanápalo o la
de esta obra, es también evidente. Delacroix, que tuvo una formación
neoclásica, reaccionó contra el academicismo y llegó a convertirse en el
culminador del romanticismo del que su amigo Géricault (tempranamente
muerto) fue iniciador. Con Delacroix se produce una ruptura con la
herencia clásica a consecuencia de la cual, el arte deja de mirar hacia
lo antiguo y empieza a plantearse el ser, a toda costa, de su propio
tiempo.