RETO MES DE ABRIL .............................docx
La marcha hacia Cajamarca
1. Inicio de la marcha a Cajamarca
Estando en San Miguel de Tangarará, Francisco Pizarro recibió a varios curacas de
las regiones de Piura y Lambayeque que le ofrecieron su ayuda para derrotar a
Atahualpa, quien se hallaba en Huamachuco, celebrando las victorias de sus
generales Quisquis y Calcuchímac en la sierra sur del Perú. El 24 de setiembre de
1532, Pizarro y su pequeño ejército salieron de San Miguel, dejando a 50 hombres
al mando Antonio Navarro. Se dirigieron hacia el valle de Piura, adonde llegaron
tres días después. De aquí el Gobernador envió a Hernando de Soto y 60 jinetes
rumbo a Caxas, una fortaleza inca en tierra de indios cañaris. La guarnición
atahualpista del lugar atacó a Soto, pero fueron masacrados por la caballería
hispana, lo que causó alegría de la población cañari que detestaba la dominación
incaica y al poderoso Atahualpa. Poco después llegó a Caxas un embajador de
Atahualpa llamado Maica Huillca, quien acompañó a Soto para encontrarse con el
jefe de todos los barbudos.
El escuadrón de Soto y Maica Huillca
alcanzaron a Pizarro en Sarán. El
embajador indígena preguntó quiénes
eran, de dónde venían y qué querían.
Pizarro respondió que eran cristianos
que llegaban de España para hacer
alianza con Atahualpa y "servirle en sus
guerras". Maica Huillca le advirtió que
el Sapa Inca estaba enterado de sus
robos y tropelías. Entonces le entregó
los regalos enviados por Atahualpa:
varios patos despellejados y dos
fortalezas de cerámica. Esto fue
interpretado como una amenaza del
rey inca y una advertencia de su
poderío.
Estatua de cera de Atahualpa.
2. Prosiguiendo su marcha, Pizarro pasó por Motupe, Jayanca y Túcume. El 6 de
noviembre de 1532 llegó a Saña. Aquí se detuvo al enterarse que Atahualpa había
regresado de Huamachuco a Cajamarca. Dos días después ordenó el ascenso a la
Cordillera de los Andes. No tenía intenciones de rehuir al Sapa Inca; por el
contrario, pensaba darle un ataque sorpresivo y capturarlo lo más pronto posible.
Contaba con 62 jinetes, 102 infantes y algunas decenas de esclavos e indios
auxiliares. Algunos soldados opinaban que era muy temerario ir a Cajamarca, pero
el Capitán extremeño los convenció recordándoles los tesoros que obtuvieron
Hernán Cortés y sus hombres cuando capturaron a Moctezuma II.