El documento discute la nueva realidad educativa en el siglo 21 debido a la pandemia de COVID-19. Señala que la educación virtual forzada tendrá consecuencias económicas, políticas y sociales. Además, la normalidad educativa no regresará rápidamente. El sistema educativo necesitará presionar para avanzar hacia una educación más fluida que combine clases presenciales y no presenciales, con evaluaciones que permitan mejorar al estudiante. Los maestros también necesitarán capacitarse en el uso de tecnologías