La importancia de la objetividad en el sendero espiritual

Escuela de Síntesis
Teosofía Solar y Universal
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LA OBJETIVIDAD
COMO CAMINO
Material de “E.I.S.A.”: Escuela Iniciática Solar de las Almas
https://escuela-de-las-almas.blogspot.com.ar
y https://gnosissolar.blogspot.com.ar
E.I.S.A. es una red de blogs y un conjunto de libros con enseñanzas sobre
filosofía de la existencia, temas de metafísica, Teosofía, espiritualidad,
ciencia y evolución humana, planetaria y kósmica,
y nuevas develaciones y revelaciones esotéricas.
Un sitio en la red, para ampliar la consciencia y desarrollar la Intuición.

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TEMARIO
- La importancia de “la objetividad” en el sendero del Despertar Espiritual-------- 3
- La deformación colectiva de la realidad----------------------------------------------------- 7
- La observación meditativa: el primer paso hacia la Objetividad---------------------- 9
- La influencia del mundo astral como dificultad para el logro de la Objetividad--- 11
- Del “místico-devocional” al “esotérico-científico”---------------------------------------- 13
Este fascículo fue elaborado y editado
por el escriba A.B., de EISA
Dedicado a todos ‘los Estudiantes’, que son las almas peregrinas
en esta Escuela-Planetaria-Tierra.

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La importancia de “la objetividad” en el sendero del Despertar Espiritual
Uno de los problemas más grandes que se presentan al ser humano
en su camino de ‘Despertar’ o concientización de la vida en todas sus
áreas o aspectos, es aprender a ver a las cosas, a los seres y a los hechos
exactamente “como son”, sin agregar elementos internos del observador
que ‘coloreen’ y desvirtúen aquello que está siendo observado.
El ‘ver las cosas y hechos como son’ significa “ser objetivo”, es decir
“ver al objeto tal cual es”, sin las deformaciones subconscientes tan
frecuentes producidas por las diversas tendencias internas del observador.
Por lo general, lo que ocurre es que el observador o buscador de la verdad
de alguna situación o hecho, no busca la verdad objetiva “tal como es”,
sino que busca ‘condicionadamente’, es decir que “busca
tendenciosamente”, esperando encontrar una verdad que le satisfaga de
acuerdo a sus propias creencias, deseos, anhelos y tendencias.
Pongamos un ejemplo: Supongamos que “X” busca un objeto ‘rojo’,
pero no advierte que, durante toda su búsqueda, él lleva puestos unos
anteojos con lentes amarillas (su propio trasfondo psicológico). De esta
búsqueda podrá resultar que cuando “X” (el buscador) encuentre el objeto
que busca no lo verá de color ‘rojo’, sino “anaranjado”, ya que, sin
saberlo, lo estará ‘coloreando’ con tus anteojeras amarillas… Esto podría
significar que “X” crea que no ha encontrado el objeto rojo que busca
porque lo estará viendo de color ‘anaranjado’, o tal vez se dé cuenta que
lo ha encontrado pero lo estará desvirtuando en cuanto a sus verdaderas
cualidades y características. También podría suceder que, por más que
pase frente al objeto rojo una y otra vez, no logre verlo (por sus
anteojeras…) y que tal vez nunca lo encuentre, al menos no hasta que se
dé cuenta de que lleva puestas gafas amarillas y se las quite o las cambie
por gafas incoloras (sin ningún trasfondo psicológico o “coloreo personal”), tras lo
cual, entonces sí podrá ver el objeto “rojo” tal como es. Además hay que
advertir que con gafas amarillas “X” no solo verá distorsionado al color
rojo (viéndolo anaranjado, como vimos) sino que verá al azul como verde, y…,
así sucesivamente” verá a toda la gama de colores que le rodean
distorsionados por sus gafas amarillas. Inclusive al observar ‘algo incoloro

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o transparente’, lo verá amarillo, en lugar de verlo “tal como es”, es decir,
incoloro. Además, las anteojeras pueden estar muy coloreadas y sucias o
no estarlo tanto, y esto variará de individuo a individuo… Los ejemplos
podrían abundar en este sentido… Es muy común, por ejemplo, que la
imagen corporal que una persona tiene de sí misma esté distorsionada,
viéndose algo más gorda (o más delgada…) de lo que en realidad es, o… en
el aspecto psicológico se vea a sí misma más “santa” de lo que en realidad
es, o, por el contrario, creyendo ser alguien sin valor y “muy poca cosa”
(desvalorizándose) cuando en realidad no sea esa la condición real de su
alma… Sub-valorizarse o sobre-valorizarse forma parte de “tener
anteojeras coloreadas o sucias”, con las cuales la visión resultante estará
distorsionada.
También es común que las personas proyecten sus anhelos
subconscientes (o sus antipatías y conflictos) en alguna otra persona,
como podría ser un líder político o religioso, en algún guía o instructor
espiritual, etc., y vean en esos líderes o referentes cualidades (buenas o
malas) que ellos no poseen en realidad; esto es muy utilizado por los
políticos populistas que se aprovechan de la ceguera de la gente para
alcanzar metas eleccionarias, y es muy común en todo orden de cosas
como ‘arte del engaño’ para obtener algún rédito de los demás, que no
ven que están siendo engañados… Por todas estas cosas es que es tan
importante para el ser humano “salirse de la subjetividad y entrar en la
objetividad”, pero esto, como veremos, requiere de un prolongado y
esforzado “TRABAJO INTERNO”. El problema presentado no es de fácil
solución o superación porque casi siempre sucede que, quien se mira a sí
mismo no puede ver sus propias gafas porque éstas forman parte de sí
mismo de tal forma que no puede ver que las lleva puestas…, entonces
cree que su visión es correcta y objetiva, cuando en realidad no lo es…
Esta característica condicionada para ver la vida y los hechos, es
particularmente común en aquellos seres humanos que todavía están
polarizados en el área emocional. Las emociones nublan la mente e
impiden ver con claridad y objetividad. El prejuicio y la necedad forman
parte de esta condición humana kamamanásica (cuando ‘el deseo’ controla a
las funciones de la mente) contraria a la Iluminación.

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En cambio, aquellos que han logrado avanzar un paso más en el
Sendero del Despertar e Iluminación de la conciencia o alma, son quienes
han logrado dejar atrás cada vez más los espejismos emocionales y las
tendencias de los deseos ‘polarizándose en la mente’ y permitiendo así
que ésta funcione correctamente en la captación de las cosas y hechos y
en los mecanismos del recto pensamiento. Los que así lo han hecho (o
están en proceso de hacerlo) son quienes están en curso de vivir la
Tercera Iniciación (llamada esotéricamente “la 1° Gran Iniciación”) y son los que
han logrado la capacidad de “ver objetivamente”, “pensar objetivamente”
(racional y lógicamente) y “actuar objetivamente”. A estos individuos ya no
los dominan las energías astrales (apegos o aversiones, celos, envidia,
fanatismos, miedos, etc.) ni las creencias folklóricas, religiosas o políticas,
ya que, tras un intenso Trabajo Interno de autoobservación, revisión
interior, reflexión y “clarificación conceptual”, han logrado limpiar su
subconsciente hasta el grado de poder ‘ver y pensar limpiamente’, es
decir, sin la interferencia de astralidades psicológicas.
Aquí estamos estudiando y revalorizando a “la objetividad”
como ‘una virtud’ en el sendero de la conciencia.
Lo contrario a esta virtud que estamos estudiando (y que es muy
necesaria y deseable desde el punto de vista evolutivo para el desarrollo
de la conciencia de la Humanidad) es la “subjetividad”, y para entender
todavía mejor lo que es la objetividad debemos entender muy bien lo que
es la subjetividad, ya que son opuestas, y entender ‘el opuesto’ es una
ayuda para entender lo que se está estudiando.
‘Subjetividad’ es la visión del mundo y de las cosas de acuerdo a las
creencias y deseos del sujeto. También puede entenderse como la visión
de sí mismo y de los otros que el sujeto tiene en forma distorsionada, pues
no ve “lo que es” sino ‘lo que desea ver’… Las creencias, ideas y afectos
del sujeto (sean estos conscientes o inconscientes) afectan la visión del
objeto que está siendo observado, impidiendo una valoración exacta y
objetiva de aquello que se está observando.

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Recordamos que aquí utilizamos el término “objeto” como sinónimo
de ‘cosa’, ‘persona’, ‘hecho’, ‘situación’, ‘relación‘, etc., es decir de alguna
cosa que está siendo observada y de la cual el observador se crea una
imagen particular. La imagen que el observador obtenga de aquello que
está observando podrá ser “objetivamente verdadera” (lo cual sería una
rareza, debido a que el observador debería ser un Iniciado de grado tal que ya no
posea ilusiones y espejismos psicológicos) o podrá ser una imagen que constará
de una compleja combinación entre ciertas características reales del
objeto y características y cualidades falsas agregadas por las tendencias
subconscientes del observador (de lo cual éste no se da cuenta y no es
consciente).
Por supuesto que existen gradaciones entre la objetividad pura
(solamente presente en los Iluminados) y la subjetividad plena (el individuo que
desdibuja al objeto totalmente con su propio mundo de deseos y
tendencias inconscientes, no quedando ya casi nada del objeto real
observado porque éste ha sido desvirtuado y falseado totalmente por el
sujeto que observa). Como dijimos, existen muchas gradaciones entre
ambos extremos, y el sendero del DESPERTAR DE LA CONCIENCIA es un
camino hacia la Objetivación, que significa “no mentirse”, y significa Ver
las cosas y hechos sin deseos y sin anhelos, es decir con
“desapasionamiento” y sin esperanzas para obtener un resultado
deseado… El sendero del despertar de la conciencia es, pues, un camino
de LIBERTAD, y solamente en esa libertad para ver sin anteojeras puede el
ser humano despertar a la realidad de su Ser espiritual en comunión con el
Espíritu presente en todas las cosas.

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La deformación colectiva de la realidad
Hasta aquí, en los temas anteriores, hemos hablado de “las
anteojeras individuales”, pero también existen “anteojeras colectivas”, es
decir, ‘formas de ver’ tamizadas por alguna creencia o por algún
proselitismo de sectores sociales que se reúnen por afinidad y “usan la
misma anteojera”. Esto significa que esos seres, además de tener cada
uno sus propias gafas, comparten colectivamente una lente de cierto color
para ver el mundo. A esto le podríamos llamar “subjetivismo colectivo”.
Otras formas de denominar esta condición podría ser “ilusión colectiva” o
“distorsión grupal” de la realidad.
Esto forma parte de la evolución de la conciencia de la Humanidad.
Como el ser humano, sumido en la más baja materialidad, ha perdido el
rumbo verdadero de su existencia al haber olvidado “quien es” y “cuál es
el sentido y propósito de la vida”, como está así de confundido y
extraviado, ha logrado crear filosofías diversas a las cuales aferrarse y en
las cuales poder basar su vida. Esto ha sido una “necesidad psicológica del
ser humano”, porque el hombre no resiste el vacío existencial y entonces
precisa crear “creencias” a las cuales poder aferrase para ‘descansar’ en
ellas… Por supuesto que esto ya no es necesario para quien descubre el
auténtico sentido de la existencia, y esto solo se logra con la maduración
del alma, después de haber transitado muchas vidas, hasta descubrir el
Tesoro oculto en sí mismo y en todas las cosas… Pero este Despertar
verdadero lleva su tiempo y sus procesos (Iniciaciones), ya que las
ventanas hacia la Vida Interna (espiritual y providencial) se van abriendo a
medida que la conciencia se va “des-ilusionando”, lo cual significa
“LIMPIEZA DE LA MENTE”.
Las “anteojeras colectivas”, cualquiera sean estas (comunismo,
marxismo, capitalismo, creencias religiosas generadas mayormente por las
necesidades psicológicas del ser humano…, etc.) deben ser superadas por
el ser humano para poder avanzar en el Sendero del despertar de la
conciencia, porque estar bajo ‘el hechizo’ de las energías de las creencias
generadas por la necesidad psicológica humanas, impide a la conciencia
objetivarse e “ir más allá”…, hacia nuevos horizontes de comprensión.

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Lo primero será, entonces, darse cuenta de las anteojeras colectivas
a las que uno mismo puede estar adherido, y que, hasta el momento, no
había sido advertido. Lo que no es advertido no puede ser cambiado. Lo
primero es “ver y darse cuenta”, luego llega el cambio real y bien
cimentado.
Por ejemplo, hay millones de seres humanos que todavía piensan y
creen con firme convencimiento que la respuesta para un mundo mejor y
más justo es el comunismo o el socialismo. Creen que “la revolución
popular” es la respuesta y la solución a los problemas del mundo. Otros
creen lo contrario, es decir que lo mejor para el mundo y la humanidad es
el sistema capitalista, con la existencia de “la propiedad privada” como eje
principal…, etc. Es claro que las personas polarizadas en estos dos
pensamientos aparentemente opuestos, no están, en realidad, tan
distanciadas como se podría creer. Aunque sí lo estén en cuanto a su
ideología, coinciden en no ver en absoluto que el problema del mundo no
se resolverá jamás con “sistemas filosófico-políticos” de ninguna especie;
no si el ser humano no cambia su conciencia. Los prosélitos acérrimos de
tales ideologías (y de otras…) llevan sus propias gafas individuales y ‘su
gafa colectiva’ a cuestas, sin ver que la única solución verdadera es “EL
CAMBIO DE CONCIENCIA”, para lo cual lo primero sería “ver las propias
gafas y quitárselas”, es decir, aprender a OBJETIVARSE, porque sin
objetivarse no puede haber soluciones verdaderas a los problemas del
mundo. Los problemas del mundo son el reflejo de “gafas no advertidas y
no quitadas” y de luchas y contiendas para imponer las propias gafas
coloreadas a los demás…
“El mundo es lo que somos” (un reflejo o expresión de lo que somos
colectivamente) han dicho grandes pensadores (como J. Krishnamurti) por lo
tanto, si estamos en conflicto el mundo estará en conflicto. Solo si
entramos en la auténtica PAZ del Ser y nos dejamos ‘limpiar y rehacer por
dentro’, es que, como reflejo, veremos nacer un mundo de Paz y Armonía,
el cual no será por la imposición de “una ideología”, sino la expresión de
una verdadera REALIZACIÓN INTERIOR, ESPIRITUAL.

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La ‘observación meditativa’: el primer paso hacia la Objetividad
Con el término “observación meditativa” empleado en el título
quiero significar a ‘la serena espectación interior’, es decir ese estado de
la mente en el cual el estudiante está decidido a descubrir la verdad de sí
mismo, y entonces se observa a sí mismo, y observa todo, en una actitud
‘desapasionada’, es decir, sin anteponer deseos, anhelos, preocupasiones,
miedos o esperanzas de ninguna índole. ‘El deseo del logro de la
Iluminación’, por ejemplo, sería un anhelo o esperanza que nublaría la
mente durante la observación. Si la mente tuviese algún deseo como el
citado (o algún otro movimiento interno) que no fuese advertido, esto
significaría que no estaría en “observación meditativa” porque estaría con
las gafas de las esperanzas y anhelos espirituales a cuestas… Todo esto
debe ser advertido por el estudiante…
También podríamos denominar “observación descondicionada” a
este estado mental tan necesario para descubrir las propias gafas, con
todas sus facetas y características… Es ‘un estado de alerta’ para ver “lo
que es”.
Aquí me estoy refiriendo, precisamente, al “conocimiento de sí
mismo”, porque: ¿Qué es lo que habrá de estar observando el estudiante?
Lo que debe tener muy en claro el Estudiante es que estará
observando “el funcionamiento de la propia psiquis”, la cual presenta
mecanismos de apego y evasión constantes (influenciados por el mundo
astral del individuo). Si coincidimos y aceptamos la premisa de que “todo
conflicto del ser humano comienza en su propia psiquis, allí se gesta y
desde allí se expresa como pensamiento y conducta”, con esa premisa
clara, podremos realizar el “Trabajo Interno” de observación meditativa
para llegar a ‘ver’ y ‘darnos cuenta’ del mecanismo de nuestra mente
(kamamanásica). Verlo ‘en sí mismo’ es verlo también en los demás, porque
el mecanismo es el mismo en todos los seres humanos, pero el Trabajo
comienza en uno mismo.

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Esta ‘observación meditativa’ lleva a la OBJETIVACIÓN, es decir, a
ver “lo que es” sin coloreos o modificaciones subconscientes. Veamos un
ejemplo:
Si una persona que es muy celosa y envidiosa, se observa a sí misma
y ni bien ve aflorar sus celos ‘los justifica’ de alguna artificiosa manera, o si
busca convencerse de que en realidad ella no es celosa, o ‘se distrae’ en
otros quehaceres…, o se tranquilisa pensando que “más adelante
trabajará en ello y superará ese defecto, pero no ahora”…, esta persona
estará, de todas estas maneras (y de otras), evadiendo el verdadero
“Trabajo Interno”. Existen muchas maneras de evasión, y el Estudiante
debe verlas a todas las que puedan ir surgiendo, porque la psiquis
subconsciente es muy astuta para esconderse y perpetuerse a sí misma…
Algunos creen que con la reflexión es suficiente para avanzar en el
Sendero de la objetivación y del Despertar; pero, si bien la reflexión es
muy útil y necesaria, no es suficiente, ya que el problema consiste en que,
comunmente, el individuo que reflexiona lo hace sin quitarse sus lentes
manchados o coloreados, entonces su reflexión estará manchada por sus
gafas. Por eso todo posible avance comienza, en primer lugar, con la
OBSERVACIÓN en estado de alerta interior. El objetivo del Estudiante
deberá ser “ver los tipos de lentes que lleva puestos”, y recordamos que la
dificultad de esto es que para poder verlos es necesario un estado óptimo
para tal observación, y este estado óptimo es LA MEDITACIÓN.
Pero llegar a la auténtiva Meditación, que es quietud mental no
forzada, no es algo que pueda realizar cualquier ser humano, ya que se
precisa de cierta “maduración” de la psique o alma…
La Meditación, entendida en este caso como Serenidad mental y
visión pura, da lugar a la objetividad; y ésta última es un aspecto de la
conciencia a ser lograda por todos los Estudiantes en el Sendero, ya que
esta es la base para impulsarse hacia otros niveles de conciencia, en los
cuales el mundo objetivo es “creado a consciencia” por el Poder Divino del
YO SOY Solar. Pero este ya sería otro estado y nivel de vida…, al cual la
Humanidad llegará a su debido tiempo, en las p´roximas razas raices por
venir…

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La influencia del mundo astral como dificultad para el logro de la Objetividad
El mundo astral, plano inmediatamente superior en vibración y
dimensión al plano físico, está repleto de entidades humanas y no
humanas, cada una de las cuales portan y dimanan ciertos tipos de
energías que hacen del mundo astral una localidad particular. El mundo
astral o plano astral posee distintas subregiones. En Teosofía se estudia al
plano astral en 7 subplanos, pero también se lo puede ver, de manera más
simplificada, en tres regiones: 1- El bajo astral; 2- La región astral media; y
3- La región astral superior.
El “bajo astral” está conformado por los subplanos más inferiores
del vasto mundo astral y correspondería a lo que popularmente se conoce
como “Purgatorio” de las almas (pero también hay todo tipo de entidades no
humanas en esa región). En las regiones ‘media’ y ‘superior’ las almas
humanas desencarnadas pasan cierto tiempo completando y asimilando
las experiencias que tuvieron en su reciente vida en el plano físico, antes
de sumergirse en ‘un sueño álmico’ que las preparará para la siguiente
encarnación en el mundo físico.
El estudio del plano o mundo astral requeriría de un tratado aparte,
y aquí solamente estamos ubicando al lector sobre una base comprensible
para abordar el tema del título: “La influencia del mundo astral, o mejor
dicho ‘de las entidades del mundo astral’, sobre el ser humano”,
especialmente sobre el Estudiante que desea objetivarse.
Cuando el Estudiante realiza cierto progreso en el Sendero del
despertar de su conciencia, llegan energías superiores que lo impulsan
hacia un mayor despertar, pero también son atraídas a su aura entidades
que desean impedir su avance en el Sendero. Esta condición doble, por un
lado las energías superiores y por el otro las bajas frecuencias astrales que
buscan perturbarlo, juegan un papel dentro de su vida interna, lo cual
produce desafíos para el Discernimiento del Estudiante y en sus “tomas de
decisiones”. Existen entidades astrales sombrías que se dedican a insuflar
imágenes y perturbaciones mentales en los discípulos, a veces logrando
producir ‘encantamientos’ en la psiquis del hombre. Esto lo logran los

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oscuros valiéndose de defectos y debilidades del Estudiante y haciendo
vibrar esos defectos y debilidades en su kamamanas. Si el Estudiante está
muy alerta podrá aprovechar ese afloramiento de sus defectos y
debilidades para “observarlos”, conscientizarlos y superarlos, pero en
ocasiones puede perturbarse su mente de tal manera que se forme una
especie de callosidad astral-mental en su subconsciente la cual le costará
mucho disolver luego…
La existencia de fuerzas oscuras en el plano astral capaces de
confundir al ser humano encarnado nublando su mente, es un tema que
debe ser conocido por todos los Estudiantes, para permanecer advertidos,
en estado de alerta y poder así vencer toda distorsión interna
provenientes de otros entes capaces de influir en la psiquis.
Cuando llegan tales influencias negativas al campo magnético (aura)
del ser humano, éste se puede mostrar molesto, iracundo, decaído
anímicamente, preocupado y/o temeroso sin saber la razón o causa,
confundido y con ataque de dudas, con sensaciones de depresión y/o
derrotismo, etc. Las influencias oscuras, según cómo sean, también
pueden afectar al cuerpo etérico-físico manifestando síntomas diversos (es
muy común el dolor o incomodidad en el estómago o el ombligo y los dolores de
cabeza) y a veces alguna enfermedad o fiebre puede ser causada por esas
nefastas influencias. Además de todo esto, las emociones, el carácter y las
relaciones humanas son frecuentemente afectadas, impidiendo muchas
veces al Estudiante pensar con claridad y tomar decisiones acertadas.
Cuando estos síntomas (u otros que el Estudiante sienta que son por afectación
astral foránea) aparecen y cuando el discípulo sospecha o intuye que tales
malestares o distorsiones anímicas y/ o físicas no provienen simplemente
de su propia psique sino que vienen de influencias astrales negativas,
debe acudir a sesiones de “tratamientos especiales” de limpieza y
liberación áurica. He visto y experimentado que a veces el REIKI hacia la
causa del síntoma puede precipitar la limpieza y liberación requeridas,
pero cuando esto no funciona o no es suficiente, se debe recurrir a
métodos más precisos de LIMPIEZA ENERGÉTICA del campo magnético
áurico y también del hogar del Estudiante, prestando especial atención a
su propia habitación y a su cama, suministrándoles energía de alta
vibración…

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Del “místico-devocional” al “esotérico-científico”
Este es un tema bastante bien conocido por los estudiantes de
Teosofía, quienes saben que el sendero de la conciencia o proceso de
maduración del alma humana, en un primer despertar atraviesa por el
misticismo devocional para pasar, más adelante, a un refinamiento de la
conciencia en el cual la energía astral queda subordinada a una creciente
energía mental empleada en abstracciones, simbolismos, analogismos,
estudios metafísicos, reflexión y capacidad de Discernimiento cada vez
más agudo. Esto no significa un cambio hacia simples y huecas
abstracciones del intelecto (como algunos podrían mal interpretar), nada de eso…,
sino que lleva a un verdadero cambio de vida a través de una forma más
clara y aguda en el ver y el pensar.
“El místico” es quien ha penetrado en el ‘misterio’ de la vida a
través de alguna ‘experiencia mística’ o por un incesante impulso
devocional interno hacia la búsqueda de la Verdad o ‘de Dios’ (como quiera
que se lo conciba…., como Ser, Energía, Presencia, etc.). Existen muchos tipos de
“místicos” ya que no todos experimentan “la atracción interior hacia el
Misterio de la Vida” de la misma manera. Algunos lo viven y expresan a
través del Arte, otros por medio de la Filosofía, otros de la religión o la
espiritualidad en algunas de sus formas…, pero más allá de cómo se lo
exprese, el místico es quien, de alguna manera, ha sentido ‘el llamado de
su alma espiritual’ y esto ha significado que ya no ve ni siente a la vida
simplemente como algo material, sino que siente que hay más que ‘lo que
los ojos físicos pueden ver’…, y siente que Aquello que aún no puede ver
(aunque sí sentir…) es grandioso y sagrado.
En cuanto al “esotérico científico”, diremos que ésta es la etapa
(que sucede a la del místico devocional) en la que el estudiante se torna cada
vez más agudo en el Discernimiento, empleando su mente en la búsqueda
de la verdad en forma cada vez más independiente de su cuerpo de
deseos, lo cual le posibilita pensar limpiamente y razonar en forma clara,
analógica y lógica cuando así lo precisa. En esta etapa, el misticismo
emocional o ‘misticismo cálido’(*) (como lo hemos denominado en esta escuela)
se transforma en misticismo mental o ‘misticismo frío’(*) el cual, sin dejar

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de tener presente el aspecto “sentir” a través de la influencia de Buddhi,
éste no será tanto de carácter ‘emocional-búdico’, sino más bien de
carácter ‘mental-búdico’.
Al relacionar este tema con los diversos grados de ‘subjetividad’ y
“OBJETIVIDAD” que el ser humano puede tener, hallaremos que el místico
de las primeras etapas del despertar (el místico búdico-emocional) tendrá
todavía muchas tendencias al subjetivismo, mientras que el místico más
maduro (el místico búdico-mental) logrará naturalmente ser más
OBJETIVO en sus percepciones, análisis, reflexiones y pensamientos acerca
de las cosas, del mundo y de sí mismo.
El Despertar es, por lo tanto, un trayecto de la Conciencia que va
desde ‘lo inferior’: el kamamanas, yo inferior o cuerpo de deseos, etc.,
hacia ‘lo superior’: Manas superior, Yo superior, Cuerpo Causal, con la
consumación en la construcción del Cuerpo de Luz Álmico-Espiritual.
Objetividad es Visión pura, sin interferencias subjetivas, y la Visión
limpia y clara es Buddhi activado como consciencia y expresado en la
mente ya purificada como “visión y pensamiento iluminado, recto y
preciso”.
Aclaración de conceptos empleados en este escrito
(Extraidos del Breviario, diccionario esotérico de esta escuela)
Misticismo - Es el camino interior de la conciencia que conduce al
reconocimiento vívido de la insondable Vida Oculta, invisible a los sentidos físicos,
pero muy real y tangible para los sentidos internos. Existen diferentes formas de
misticismo que se corresponden con diferentes etapas del progreso evolutivo del
alma. Para referirnos a estas formas distintas de misticismo, en esta escuela se
habla de “misticismo cálido” y de “misticismo frío” (véase), aunque se entenderá
que es solo a efecto del estudio de este tema, habiendo muchas categorías
intermedias entre almos aspectos (el ‘cálido’ y el ‘frío’) del misticismo.
(*) Misticismo cálido - Es una manera (empleada en esta escuela)
simbólica y sugerente de referirse al misticismo enfocado especialmente en el
despertar y desarrollo del centro cardíaco. En este tipo de misticismo está presente

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la devoción dual. El “dualismo espiritual” (si se permite el término, aunque sea
contradictorio) es muy común en todas las religiones, porque siempre hay dos
polos de energía que son los que generan “la fricción cálida” cardíaca: el buscador y
lo buscado, el orador y la Fuente Suprema, la conciencia material y el Cielo
Espiritual. La fricción cálida (entre la Materia y el Espíritu) es ‘la Conciencia’, cuyo
centro de actividad mística es el corazón. Este tipo de misticismo corresponde a las
primeras iniciaciones del alma humana. En tales etapas del alma también existe
actividad de los centros cerebrales, pero están subordinados al corazón, el cual
predomina. En este “misticismo dual” que va despertando la Conciencia crística
todavía hay cierto grado de ilusión, el cual va siendo superado al pasar del
dualismo a la Unidad, lo cual es un proceso, con destellos al principio, y mayor
estabilidad cuando el alma alcanza la 4° Iniciación.
(*) Misticismo frío - Término (empleado en esta vertiente instructiva) que
expresa de forma figurativa la comunión espiritual de quien ha superado la etapa
mística del dualismo, en la cual el aspecto emocional (influido por Buddhi) era aún
muy preponderante. En el ‘misticismo frío’ las energías no solo perduran en el
corazón sino que se afianzan y maduran, pero mientras tanto se limpia la
consciencia de lo dual y se diluye el emocionalismo, a la vez que gran parte de la
energía sube a la cabeza (y también desciende desde centros superiores a la
coronilla) despertando la consciencia de unidad. Lo llamamos “misticismo frío”
porque no hay dualidad ni emocionalidad sugestionada por ideales psicológicos
como factores preponderantes, pero hay sin embargo, en este misticismo, gran
profundidad y sensibilidad. Mientras el misticismo cálido es el camino del religioso
devocional, el misticismo frío lo es del ocultista, “el científico del alma y el espíritu”.
Ambos, el místico devoto y el místico ocultista, son amantes de la vida, pero las
energías están enfocadas de diferentes maneras.
Libros comentados por el escriba A.B., para descargar. Enlace:
https://el-despertar-interno.blogspot.com.ar
Audios de esta escuela interna y virtual, en el siguiente enlace:
https://audios-eisa.blogspot.com.ar

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