3. HENRY WALLON
5.6.1879 París – 1.12.1962 París.
1902. Se gradúa en Filosofía en la École Normale Supérieure.
1908. Acaba medicina el la Univ. de París
1925. Dr. des Lettres.
1920-1927. Profesor en la Univ. de París, en el Instituto de Psicología.
1920-1949. Trabaja en el laboratorio psicológico y en el Instituto de
Orientación Profesional.
1921. Funda un centro de asesoramiento médico y educativo.
1927-1937. Profesor en la Sorbona
1927. Funda el Laboratorio de Psicobiología del Niño.
1937-1950. Director de la École Pratique des Hautes Études, Collège de
France.
4. Sus obras más importantes son:
Los orígenes del carácter en el niño
Psicología del niño del nacimiento a los 7 años
La evolución psicológica del niño
Del acto al pensamiento
Los orígenes del pensamiento en el niño
5. "Yo no he podido jamás disociar lo biológico y lo
social, no porque los crea reductibles el uno al otro,
sino porque me parecen en el hombre tan
estrechamente complementarios desde su nacimiento
que es imposible enfocar la vida psíquica si no es
bajo la formación de sus relaciones recíprocas".
"Las primeras relaciones del niño son relaciones
sociales. El niño, desde su nacimiento, es un ser
socializado, un ser anexado a la sociedad (...) El primer
interés del niño no es , pues, actuar sobre las cosas,
es totalmente incapaz".
"La psicología aplicada no consiste en hacer
pasar al campo de las aplicaciones prácticas
principios o verdades de la llamada psicología
teórica o racional... la psicología aplicada es, por
el instante al menos, la negación de la otra (...)".
HENRY WALLON
6. En 1931, el psicólogo Henri Wallon (1879-1962) dio el nombre de "prueba
del espejo" a una experiencia en la cual el niño enfrentado a un espejo
lograba progresivamente distinguir su propio cuerpo de la imagen reflejada
en aquél. Según Wallon, esta operación dialéctica se realizaba gracias a
una comprensión simbólica por el sujeto del espacio imaginario en el cual
se forjaba su unidad. En la perspectiva de Wallon, la prueba del espejo
especificaba el pasaje de lo especular a lo imaginario, y después de lo
imaginario a lo simbólico.
7. En una conferencia dada en la Société psychanalytique de Paris
(SPP) el 16 de junio de 1936, Lacan retomó la terminología de
Wallon, transformando la prueba del espejo en un "estadio del
espejo, es decir, en una combinación de posición, en el sentido
kleiniano, y estadio en el sentido freudiano. De tal modo
desaparecía la referencia de Wallon a una dialéctica natural: en la
perspectiva lacaniana el estadio del espejo no tenía ya mucho que
ver con un verdadero estadio, ni con un verdadero espejo. Se
convertía en una operación psíquica, incluso ontológica, mediante
la cual se constituye el ser humano en una identificación con su
semejante.
8. Según Lacan, que tomó esta idea del embriólogo holandés Louis
Bolk (1866-1930), el alcance del estadio del espejo debía
relacionarse con la prematuración del nacimiento, atestiguada
objetivamente por el carácter anatómicamente inacabado del
sistema piramidal y la falta de coordinación motriz de los primeros
meses de vida. En consecuencia, al describir el proceso desde el
ángulo del inconsciente, y no ya desde el de la conciencia, y afirmar
que el mundo especular, donde se expresaba la identidad primordial
del yo, no contenía alteridad, Lacan se apartaba de la perspectiva
psicológica de Wallon.
9. ESTADIO DEL ESPEJO
Momento o estadio en el cual el infante se encuentra por
vez primera capacitado para percibirse, o más exactamente,
percibir su imago corporal.
Tal momento es llamado estadio del espejo debido a que
recién entonces el infante se reconoce ante un espejo, esto
sucede normalmente entre los seis y los 18 meses.
10. ESTADIO DEL ESPEJO
en primer lugar la suficiente maduración de las
áreas del cerebro especializadas en la percepción
y procesamiento de la información visual
DOS PROCESOS
COMO MÍNIMO
DEBEN CONVERGIR
otro requisito indispensable es que
exista un semejante que le sirva de
estímulo
tal semejante, tal Otro, es en principio
la madre (o quien cumpla la función
materna)
11. Al ocurrir el estadio del espejo el infante deja de angustiarse de sumo
grado ante la ausencia de la madre, pasando a poder regocijarse
percibiéndose reflejado, y...sobre todo, dotado de unidad corporal, de
propio cuerpo (al que identificara con "su" yo),...ya siente placer con
su cuerpo sin la directa asistencia de la madre.
EFECTOS DEL
PASAJE POR
EL ESTADIO
DEL ESPEJO
Así el estadio del espejo revela la configuración del Yo del sujeto.
Como para que tal haya ocurrido ha sido menester el estímulo
externo desde un semejante, queda desvelado que, en principio,
inicialmente, todo yo es un Otro.
Empero el estadio del espejo no se fija sólo con la función materna; tal
cual lo dedujera Lacan se requiere un tertium, un tercero; es la función
paterna la que permitirá mantener la noción de unidad corporal del
sujeto y así luego el desarrollo psíquico a partir de esta percepción de
unidad.
12. RELATO DE LA EXPERIENCIA
Entre los 6 y 8 meses, si
se coloca a un niño
frente aun espejo, vemos
aparecer una serie de
conductas más o menos
típicas:
1. El niño ve su imagen.
2. Busca la mirada de quien lo
sostiene, se da vuelta para
observarlo, y vuelve su mirada
hacia la imagen propia.
NIÑO DE 15 MESES
3. Esta secuencia es
seguida de un gran
júbilo. El niño intenta
erguirse (recordemos
que a esa edad, un bebé
no tiene casi ningún
dominio sobre su
motricidad), y «juega»
con su imagen.
13. Este niño se comporta de una manera muy distinta de la de los monos o
animales domésticos. Estos animales no experimentan sorpresa ni placer al
ver reflejada su imagen. Se limitan a comprobar si es peligrosa, y pierden
todo interés en el asunto. Por el contrario, el niño frente al espejo se
reconoce a sí mismo, a las personas y las cosas, y se maravilla frente a este
reconocimiento.
14. ESTADIO DEL ESPEJO Y NARCISISMO FREUDIANO
LA FORMACIÓN DEL YO
«Es un supuesto necesario que no esté presente desde el
comienzo en un individuo una unidad comparable al yo; el
yo tiene que ser desarrollado. Ahora bien, las pulsiones
autoeróticas son iniciales, primordiales; por tanto, algo
tiene que agregarse al autoerotismo, una nueva acción
psíquica, para que el narcisismo se constituya. (Freud,
"Introducción del narcisismo").
15. FREUD
1. Existe una fase en el desarrollo de la
libido que Freud denomina
«narcisismo», donde el yo se constituye,
correlacionando formación del yo y
narcisismo. Es decir, el yo freudiano se
constituye cuando la libido inviste una
imagen que pasa a funcionar como un
objeto. El yo es el primer objeto
«ocupado» por la libido.
2. Para Freud, el yo es el primer objeto
del sujeto, y continuará siendo un objeto
privilegiado en su economía libidinal.
Cuando decimos objeto, nos referimos a
que el sujeto otorgará a su yo las
siguientes características: unidad,
permanencia en el tiempo, autodominio
y sustancia, con la consecuente
resistencia al cambio.
3. La constitución del yo se produce por
un «nuevo acto psíquico», a saber, una
identificación.
LACAN
Lacan recupera una antigua descripción de
la conducta del niño frente al espejo, y la
transforma en una pieza clave en la teoría
del narcisismo freudiano y de la formación
del yo.
Dice que el estadio del espejo consiste en
una identificación, a la que define como «la
transformación producida en el sujeto
cuando asume una imagen». Esa será la
lectura que Lacan hace del «nuevo acto
psíquico» que menciona Freud: el yo se
constituye por la identificación del niño a la
imagen de sí en el espejo.
16. El valor constituyente de esta imagen está determinado por las
peculiares condiciones de la cría humana al nacer.
No podría entenderse la importancia de esta fase, si no partimos del
estado de desamparo inicial del lactante, que los biólogos han
llamado prematuración del nacimiento o fetalización.
La prematuración consiste en que el ser humano «nace antes de
tiempo», por el atraso del desarrollo de su sistema neurológico. Este
desarrollo se completa recién a los dos años de edad, sigue una
secuencia.
En efecto, la percepción visual se anticipa en muchos meses al
control motor del cuerpo. Esta discordancia temporal hace que el
sujeto no pueda controlar un cuerpo que se le presenta como
fragmentado.
17. Podemos pensar al estadio del espejo como el resultante
de la tensión entre la insuficiencia motora y la
anticipación de la imagen; entre lo fragmentado de la
vivencia del cuerpo y la fascinación de la imagen que
presenta un cuerpo unificado.
El júbilo ante su imagen es la marca visible de la
identificación; el niño se identifica a esa imagen
narcisista que opera sobre el fondo de su vivencia de
fragmentación corporal, sobre la base de la creencia de
que "esa imagen soy yo".
Esta imagen entonces, tiene como función velar la vivencia de
fragmentación, que le es ocultada por la identificación con la imagen
que se presenta como completa y unificada. Y será siempre la
función que tendrá la imagen para el hombre: aquello que lo rescata
de la incertidumbre de su ser.
18.
19. La imagen unificada es lo que en psicoanálisis se denomina «yo
ideal», que es la primera forma en la que el yo se aliena, es decir, la
unidad del cuerpo en la imagen.
El yo ideal es el punto de partida del yo, su tronco, donde se van a
asentar las múltiples imágenes del yo del sujeto. Permanecerá luego
como exigencia ideal de perfección, como la idea de perfección
narcisista para el yo.
El yo ideal es un polo de identificaciones imaginarias, y será el lugar
de la hazaña narcisista, de una imagen sin falta, de grandeza.
20. Esta identificación es una primera alienación, ya que el sujeto
se identifica a imagen que es «otro», que no deja de serle ajena.
Posteriormente cualquier semejante ocupará el lugar de la
imagen, lo que determinará una peculiar relación del sujeto con
ese otro, que transitará entre la fascinación y la rivalidad.
Fascinación, porque la imagen oculta que el otro se encuentra
en el mismo estado de miseria original que el sujeto. Rivalidad,
porque esta relación narcisista entre el yo y el otro estará
atravesada por una lógica de un solo lugar, una imagen para
dos, o yo, o el otro.
La respuesta agresiva hacia el semejante no es sino la
necesidad de fragmentar al otro para ocupar su lugar ("te
rompo la cabeza", "te corto las manos", "te voy a romper la
cara").
21. CONCLUYENDO
1. El ser del sujeto no se agota en el yo. El yo será el conjunto de
identificaciones a partir de las cuales el sujeto se construye un ser, se
da una identidad es decir, la imagen a la que el sujeto se aliena, no
sólo en el sentido de «imagen visual», sino de las significaciones que
conforman el mundo del sujeto. Estas imágenes y estas
significaciones siempre le vienen de los otros. La "identidad" del
sujeto es así sumamente paradójica, ya que siempre está en relación a
una alteridad.
22. 2. Que el yo se constituya a partir de una imagen tiene sus
consecuencias: la unidad ilusoria que el sujeto atribuye a su
«ser», el esfuerzo por la permanencia de esa imagen y la
resistencia al cambio, la ilusión de autodominio (en el ejemplo,
sería como si el niño frente al espejo omitiera que esa figura
erguida con la que se identifica está sostenida por los brazos del
otro).
Otra importante consecuencia será el transitivismo, es decir, la
confusión permanente del yo con la imagen del otro.
23. 3. La imagen conservará siempre su alteridad, por lo cual el
sujeto necesitará permanentemente el reconocimiento del Otro
que le diga lo que él es.
4. El yo es entonces una función de desconocimiento de
aquello que lo determina. El sujeto «hace como» si fuera esa
imagen, para lo cual debe negar que esa imagen es del otro.
24. 5. Las relaciones con el semejante, el que puede ocupar el lugar
de la imagen, serían de una inestabilidad permanente, si no fuera
por la existencia de otra instancia en el psiquismo, denominada
«Ideal del yo». Por el momento, la definiremos como el conjunto
de emblemas del Otro (en el sentido de aquellas marcas que
sitúan a un sujeto como perteneciendo a determinada clase, como
por ejemplo las jinetas militares). Es el lugar desde donde el
sujeto es mirado, desde donde se le dice cómo debe ser para
alcanzar esa imagen de perfección narcisista que denominamos
«yo ideal».
Estas instancias: yo, yo ideal, ideal del yo, tendrán una
importante relación con lo grupal.
25. VOLVAMOS A LACAN Y SU CONCEPCIÓN SOBRE EL DELIRIO
EN ESTE MOMENTO DE DESARROLLO DE SU TEORÍA
En el ser humano, el proceso de identificación con los imagos
representa una forma constitutiva del conocimiento y el Yo es el
resultado de tal identificación.
Lacan parte de las tres instancias de la segunda tópica freudiana
para agregar el “je” que representa el lugar donde el sujeto podrá
reconocerse.
26. Lacan se interesó en concebir al sujeto en una forma diferente e
inventa una teoría sobre éste. Se preguntaba sobre la génesis del
sujeto.
Wallon basándose en Darwin plantea que un niño para resolver
sus conflictos pasa por una prueba que es llamada del espejo; se
trata de un rito de paso en la que el niño se reconoce y unifica su
yo en el espacio entre los 6 y 8 meses de edad.
Es una prueba donde se pasa de lo especular a lo imaginario y de
lo imaginario a lo simbólico.
Esta prueba-rito Lacan la transforma en estadio, nombrándola así
para explicar que se trata de un movimiento en la psique donde el
ser humano se constituye gracias a la identificación con su
semejante en el momento en que percibe su propia imagen en el
espejo.
Tal planteamiento es la base para la concepción del imaginario.
“Se trata de una representación narcisística...
27. EN EL 2º. CAPÍTULO DE“LA FAMILIA” (“LOS COMPLEJOS FAMILIARES”)
TITULADO
“Los complejos familiares en patología”
En este capítulo aborda el contenido familiar que está presente
en los delirios.
28. Lacan admite que los temas
familiares que predominan en
los delirios, aparecen también
en la neurosis pero con una
función totalmente diferente
ya que éstos determinan los
síntomas y estructuras de la
personalidad.
Mientras los complejos familiares son
latentes en las neurosis, en las
psicosis -agrega Lacan- se vuelven
patentes. Los complejos son
representaciones inconscientes. El
ideal del yo se constituye con el
objeto del hermano, tratándose así de
un ideal excesivamente narcisista.
Esta idea del complejo fraterno la va a
retomar de su tesis y aquí lo va a
sostener.
La patología de alguna
forma es provocada por los
llamados “objetos
familiares” a expensas de su
alcance imaginario.
En el delirio el yo se identifica con un
objeto familiar disminuyendo así la
distancia entre el sujeto y su yo. El
objeto entonces, tiende a confundirse
con éste y de esa manera el Yo se va
debilitando en la medida en que se va
integrando al tema delirante.
29. Finalmente, Lacan explica el complejo de la intrusión en relación al
destete situando dos vías posibles: o la socialización o la paranoia.
Cuando el sujeto puede reconocer al otro bajo la forma de un nexo
conflictivo, entonces llega a la socialización.
Pero si en este reconocimiento del otro se vuelve a encontrar al
objeto materno intentará destruir al otro tomando el camino hacia la
paranoia.
30. Para Lacan, toda interpretación, alucinación o
intuición por más que se viva con extrañeza, le
incumbe personalmente al sujeto que los vive, “lo
desdoblan, le responden, le hacen eco, leen en él, así
como él los identifica. Los interroga, los provoca y
los descifra. Y cuando llega a no tener medio alguno
de expresarlos, su perplejidad nos manifiesta a sí
mismo en él una hiancia interrogativa, es decir, que la
locura es vivida íntegra en el registro del sentido”
31. Con esto Lacan retoma lo ya planteado en su tesis: la psicosis y sus
relaciones con la personalidad del enfermo. Es de aquí que surge la
estructura general del desconocimiento.
Será a través del concepto de la identificación. El
desconocimiento en la locura no es más que una imagen
invertida de su mismo ser, el que delira desconoce que su
perseguidor no es más que él mismo. Se trata de una
identificación sin mediación, de un ser infatuado que se haya
encerrado en un círculo y que solo se rompe cuando al querer
atacar a su perseguidor no logra más que golpearse a sí mismo.
32. “Porque el riesgo de la locura se mide por el atractivo
mismo de las identificaciones en las que el hombre
compromete a la vez su verdad y su ser.
Lejos pues de ser la locura un hecho contingente de
las fragilidades de su organismo, es la permanente
virtualidad de una grieta abierta en su esencia.
Lejos de ser un insulto para la libertad, es su más fiel
compañera, sigue como una sombra su movimiento.
Y al ser del hombre no solo no se le puede
comprender sin la locura, sino que ni aún sería el ser
del hombre si no llevara en sí la locura como límite de
su libertad”
33. BIBLIOGRAFÍA
1. Henri Wallon, Les Origines du caractère
chez l’enfant, París, Boivin et Cie, 1934,
págs. 190-207
2. Jaques Lacan, Acerca de la causalidad
psíquica en Escritos 1, Editorial Siglo XXI,
1971, Pág.156
3. Anthony Wilden, "Lacan and the discourse
of the Other" in Lacan, The Language of the
Self: the Function of Language in
Psychoanalysis, trans. Anthony Wilden
(London and Baltimore: Johns Hopkins
University Press, 1981), pp. 159 – 160
4. El estadio del espejo como formador de la
funcion del yo [Je] tal como se nos presenta
en la experiencia analıtica, Escritos, edicion
citada, pp. 86-93
5. J. Lacan, Los complejos
familiares. Copia, traducción
de A. Sampson y M. C.
Tenorio