Antes de referirnos a la organización como un sistema,
describiremos la Teoría General de los Sistemas (TGS) desarrollada por Ludwig von Bertalanffy. Esta teoría plantea que un sistema es un conjunto de elementos interdependientes que interactúan entre sí formando un todo complejo y unitario, por lo tanto, cuando se modifica uno de ellos se modifica el todo.
1. TEORÍA GENERAL DE LOS SISTEMA (TGS)
Fuente:
Von Bertalanffy, L. (1986). Teoría General de Sistemas. Fundamentos, desarrollo,
aplicaciones. México: Fondo de Cultura.
Desarrollo:
La Teoría General de los Sistemas (TGS) surgió a partir de los trabajos de Ludwig von
Bertalanffy, publicados entre 1950 y 1968, en un intento de lograr una metodología
integradora para el tratamiento de problemas científicos. Esta teoría plantea que un sistema es
un conjunto de elementos interdependientes que interactúan entre sí formando un todo
complejo y unitario, por lo tanto, cuando se modifica uno de ellos se modifica el todo.
Además, tiene propiedades y características propias que no se encuentran en ninguno de los
elementos aislados. A partir de estas consideraciones, podemos decir que la comprensión de
los sistemas sólo ocurre cuando se estudian globalmente, involucrando todas las
interdependencias de sus partes.
Un sistema es un conjunto de elementos recíprocamente relacionados que presenta las
siguientes características básicas:
Propósito u objetivo: Todo sistema tiene uno o varios objetivos. Los elementos, así como
sus relaciones, definen una distribución que trata siempre de alcanzar un objetivo.
Globalismo o totalidad: Una acción que produzca algún cambio en uno de los elementos
del sistema, producirá cambios en todos las demás elementos de mismo. Es decir,
cualquier estimulo que afecte a cualquier elemento del sistema afectara a todos los demás
elementos debido a la relación existente entre ellos.
Un sistema experimenta cambios que requiere un ajuste sistemático y continuo por parte del
sistema, de lo cual surgen dos fenómenos:
Homeostasis: La homeostasis es la propiedad de un sistema que define su nivel de
adaptación permanente o su tendencia a la supervivencia dinámica. Un sistema sufre
transformaciones estructurales en igual medida que el contexto se transforma.
Entropía: Representa el desgaste que el sistema presenta por el transcurso del tiempo y
por el funcionamiento del mismo.
En cuanto a su naturaleza, podemos considerar dos tipos de sistemas:
Sistemas cerrados: No presentan intercambios de materia o energía con el ambiente que
los rodea pues son herméticos a cualquier influencia externa. No reciben ninguna
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2. influencia del ambiente ni influyen en este, es decir, no reciben ningún recurso externo ni
producen algo para enviar al exterior. En un sentido estricto, no existen sistemas
realmente cerrados. Sin embargo, algunos autores han denominado sistema cerrado a
aquel que se estructura de manera totalmente determinista y programada, y que opera con
un pequeño intercambio de materia y energía con el ambiente. Es decir, se aplica el
término a los sistemas completamente estructurados, donde los elementos y relaciones se
combinan de una manera particular y rígida produciendo una salida invariable, como las
máquinas. Desde esta perspectiva, otro ejemplo de sistema cerrado podría ser la robótica.
Sistemas abiertos: Presentan relaciones de intercambio con el ambiente a través de
entradas (insumos) y salidas productos. Los sistemas abiertos intercambian materia y
energía con el ambiente continuamente. Son eminentemente adaptativos, pues para
sobrevivir deben readaptarse constantemente a las condiciones del medio. Mantiene un
juego reciproco con las fuerzas del ambiente y la calidad de su estructura se optimiza
cuando el conjunto de elementos del sistema se organiza, aproximándose a una operación
adaptativa. La adaptación es un proceso continuo de aprendizaje y autoorganización.
El termino sistema se utiliza en el sentido de “sistema total”. Los componentes necesarios
para la operación de un sistema total se denominan subsistemas formados, a su vez, por la
reunión de nuevos subsistemas más detallados. Así, tanto la jerarquía de los sistemas como el
número de subsistemas dependen de la complejidad intrínseca del sistema total.
En los sistemas diseñados por el hombre destinados a conseguir un conjunto de objetivos, un
punto esencial en el diseño estriba en la especificación de la estructura jerárquica del sistema.
Es decir, es necesario determinar las relaciones jerárquicas que existen entre los subsistemas.
Se considera que cada subsistema contribuye al logro de los fines del sistema inmediato
superior, y en última instancia, a los objetivos globales correspondientes. Este proceso
continúa hasta que los subsistemas inferiores llegan a ser manejables sin una división ulterior.
El diseño de la estructura de un sistema debe combinar la interacción eficaz y eficiente entre
los distintos subsistema que permitan alcanzar los objetivos globales del sistema.
Para diseñar un sistema se dispone de diversas alternativas. Cada estructura tiene
características que determinan su capacidad, por ejemplo, el número y complejidad de sus
subsistemas y la eficacia de la comunicación entre éstos.
Un aspecto importante a considerar es la coordinación de un sistema. La misma exige que
exista una comunicación efectiva entre los subsistemas. Frente a las interacciones que se
producen, el comportamiento óptimo de cualquier subsistema dado depende de las actividades
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3. de otros subsistemas. Entonces, es necesario contar con canales de comunicación que
proporcionen información acerca de las actividades de todos los subsistemas.
No hay sistemas fuera de un medio especifico o ambiente que tiene influencia en sus
operaciones. En términos operacionales, puede decirse que la frontera es aquella línea que
separa al sistema de su entorno y que define lo que le pertenece y lo que fuera de él.
La TGS plantea que existen interacciones entre un sistema y su ambiente, y las variables
exógenas, por medio de las cuales se manifiestan las interacciones, deben tratarse como si
fueran incontrolables. Se considera que sólo las variables endógenas, que se emplean para
describir el sistema, son susceptibles de cierto grado de control significativo.
En síntesis, las principales propiedades de los sistemas son las siguientes:
Están constituidos por elementos identificables.
Todos los elementos de un sistema están relacionados entre sí.
Funcionan de acuerdo a una orientación hacia un objetivo, una finalidad.
Los sistemas existen dentro de sistemas,
Se trata de sistemas abiertos: Se caracterizan por el proceso de intercambio continuo con
su ambiente. Cada sistema que se examine, excepto el menor o el mayor, recibe y
descarga algo en los otros sistemas.
Funcionan tendiendo a un estado de equilibrio.
Todo cambio o modificación de un elemento de un sistema conlleva, por un juego de
interrelaciones, a un cambio del mismo.
Las funciones de los sistemas dependen de su estructura.
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