El documento habla sobre las adicciones, sus tipos, características y los tres estados que sufre un adicto: la depresión, la crisis existencial y la soledad emocional. Propone que la teoterapia, o terapia basada en principios cristianos como encontrar el amor de Dios, pedir perdón y perdonar, y fortalecer la vida espiritual a través de la oración y la Palabra, puede ayudar a superar las adicciones.

2. Nacimos para triunfar Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia

3. PERSONALIDAD EN CONFLICTO Adicción La adicción hace referencia al patrón de comportamiento establecido para consumir alguna sustancia, para establecer alguna relación obsesiva o practicar alguna actividad en exceso. Romanos 6:16 Nacimos para triunfar pero Muchos se enfrentan al mundo teniendo un sinnúmero de situaciones que los convierten en paralíticos y dependientes emocionales.

13. LA SOLEDAD EMOCIONAL Se define como la ausencia, real o percibida, de relaciones sociales satisfactorias, Romanos 8:11 Sentimiento de “desamparo”, “desarraigo”, “abandono”, “estar desconectado de todos”, etc. El psiquiatra Charles Durhman, la define como: “un doloroso estado mental, es un sentimiento profundo en lo profundo del estómago, puede ser levemente irritable o totalmente incapacitado” CARACTERÍSTICAS RELACIONADAS

19. APLICACIÓN TEOTERAPICA Experimentar una personalidad libre y equilibrada es el anhelo de Dios para sus hijos. Vivir una vida plena, con sentido, con raíces firmes en el alma, con principios y con la seguridad de entender que él obra en nosotros y a través de nosotros. Se hace necesario arrancar la vieja raíz de amargura que yace en lo profundo del alma, todas aquellas cosas que me llevan a buscar satisfacción en cualquier cosa, para tener una nueva vida en Cristo. Todos en determinado momento podemos encontrarnos frente a una crisis existencial, o vivir depresiones, tristezas, por múltiples circunstancias, pero es importante dar paso a Dios y a su palabra que nos invita a confiar y a esperar en sus promesas y en la obra del Espíritu Santo. Lamentaciones 3:17-26