Las transformaciones económicas del siglo XIX incluyeron mejoras en el transporte como barcos de vapor y ferrocarriles, lo que facilitó el comercio pero también causó la migración de la población rural a las ciudades. Esto, junto con la producción industrial, dio lugar al surgimiento de ciudades modernas y cambios en la vida cotidiana de las personas. La educación también se transformó durante este período con la creación de escuelas públicas y escuelas técnicas para capacitar a la fuerza laboral industrial.