La escuela tradicional se centraba en el magisterio del maestro, el enciclopedismo y el verbalismo pasivo. En contraste, la escuela jovellanista propugnaba una educación pública, universal y cívica enfocada en las ciencias, la imaginación y el desarrollo técnico y femenino. Jovellanos defendía que la educación debe servir al individuo y basarse en la razón, no en métodos puramente especulativos.