La división del trabajo entre los dos hemisferios cerebrales, considerada antaño un rasgo exclusivo de los humanos, se remonta a unos 500 millones de años. El origen del habla,
del uso preferente de la mano derecha, del reconocimiento facial y de la percepción espacial se encuentra en la asimetría cerebral de los primeros vertebrados.
2. En el cerebro humano el hemisferio izquierdo controla el lenguaje, el uso preferente de
la mano derecha, la capacidad de clasificación y las conductas rutinarias. El
hemisferio derecho se especializa en la reacción frente a situaciones de emergencia,
la organización espacial, el reconocimiento facial y la elaboración de emociones.
3. • El habla y el lenguaje habrían evolucionado a partir de una habilidad manual
reciente para construir herramientas. Después de que el hemisferio izquierdo
se especializara en el uso de las manos, el hemisferio derecho se habría
convertido, por defecto, en el centro de la percepción espacial.
4. El hemisferio izquierdo
• En el sistema nervioso de los vertebrados, las conexiones entre el cuerpo y el cerebro están
cruzadas: los nervios de un lado del cuerpo se hallan unidos con el hemisferio del cerebro del
lado opuesto.
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5. • El hemisferio izquierdo de los vertebrados se especializa en el control de las
conductas rutinarias autodirigidas. Una de las conductas rutinarias con un sesgo
hacia la derecha observada en numerosos vertebrados es la alimentación. Peces,
reptiles y sapos tienden a atacar a la presa por su lado derecho, guiados por el ojo
derecho y el hemisferio izquierdo. En varias especies de aves (gallinas, palomas,
codornices y cigüeñuelas) el ojo derecho es el guía principal en distintos tipos de
picoteo de alimentos y captura de presas. Todas las clases de vertebrados (peces,
anfibios, reptiles, aves y mamíferos) suele mantenerse lo que probablemente fue una
propensión ancestral a emplear el lado derecho durante la actividad rutinaria de
alimentarse.
6. En los humanos y otros vertebrados, los nervios de un lado del cuerpo se hallan
unidos al hemisferio del cerebro del lado opuesto. Como consecuencia, cada
hemisferio controla el lado opuesto del cuerpo.
7. Evolución del habla
• El habla, uno de los avances conspicuos de la historia de la vida en la Tierra.
MacNeilage ha propuesto que el cambio de marras exigió la evolución de la sílaba, la
unidad básica de organización que subyace bajo la emisión articulada de voz. La
sílaba suele corresponder a una alternancia entre consonantes y vocales. La sílaba
pudo haber evolucionado como resultado del ascenso (consonante) y descenso
(vocal) alternados de la mandíbula, una conducta que ya estaba bien arraigada en las
acciones de mascar, succionar y lamer. Una serie de esos ciclos bucales, producidos
al chasquear los labios, habrían empezado a servir como señales de comunicación
entre los primeros humanos, igual que hacen hoy en día otros primates.
8. • las capacidades de vocalización de la laringe se harían coincidir con los
chasquidos comunicativos de los labios para formar las sílabas habladas. Las
sílabas quizá se utilizaron primero para simbolizar conceptos aislados, con lo
que aparecieron las palabras. Posteriormente, la capacidad de formar frases
(lenguaje) se habría desarrollado cuando los primeros humanos combinaron
los dos tipos de palabras que dan el significado principal a las frases: las que
se refieren a objetos (nombres) y las que describen acciones (verbos).
10. Reconocimiento de los otros
• Además de la aparición repentina de un depredador, los cambios en el entorno más
sobresalientes ante los que debían reaccionar con prontitud los primeros vertebrados eran
los encuentros con otros individuos de su propia especie. En los peces y las aves, el
hemisferio derecho reconoce a los compañeros del grupo y vigila el comportamiento social
que podría exigir una reacción inmediata. La función del hemisferio derecho en la
percepción facial debió hundir su raíz en la capacidad de los primeros vertebrados para
reconocer la apariencia visual de otros individuos de su especie. En los peces, sólo algunas
especies (entre los vertebrados más primitivos) podrían hallarse capacitados para reconocer
especímenes individuales. Las aves, en cambio, suelen demostrar capacidad para identificar a
otros individuos, dirigida por el hemisferio derecho.
11. • En los humanos, el hemisferio derecho se especializa en el reconocimiento facial. La
prosopagnosia, un trastorno neurológico en el que se ve alterada tal capacidad, es
con mayor frecuencia el resultado de una lesión en el hemisferio derecho que en el
izquierdo. Más allá del reconocimiento facial, en otro nivel, observamos que simios
y humanos interpretan con mayor exactitud con el hemisferio derecho que con el
izquierdo las expresiones faciales emotivas. Se piensa que semejante destreza forma
parte de una antigua capacidad evolutiva del hemisferio derecho para determinar la
identidad o la familiaridad; para juzgar, por ejemplo, si un estímulo es nuevo o
repetido.
13. Global y local
• En los humanos, el hemisferio derecho capta el conjunto de la escena,
atendiendo a los aspectos globales del entorno, en vez de centrarse en unas
pocas características. Esa capacidad le ofrece unas ventajas notables en el
análisis de las relaciones espaciales. Los recuerdos almacenados por el
hemisferio derecho tienden a organizarse y a recuperarse como un todo, no
como una serie de elementos independientes. Por el contrario, el hemisferio
izquierdo tiende a fijarse en aspectos locales del entorno.
15. El porqué de la lateralización
• Por qué los vertebrados tienden a destinar determinadas funciones a una u
otra mitad del cerebro? Para valorar un estímulo concreto, un organismo
debe realizar de forma simultánea dos tipos de análisis. Por un lado, ha de
estimar la novedad global del estímulo y emprender una acción inmediata y
decidida en caso necesario (hemisferio derecho). Por otro, tiene que
establecer si el estímulo encaja en alguna clase conocida para dar una
respuesta sólidamente asentada, en el supuesto de que la hubiere, destinada a
ese fin (hemisferio izquierdo).
16. • Para detectar algo novedoso, el organismo debe estar atento a las características que
singularizan a una experiencia. La percepción espacial necesita ese mismo tipo de
“olfato para la novedad”, pues cualquier punto de vista que adopte un animal
acarrea en consecuencia una nueva configuración de estímulos. Tal función cumple
al hemisferio derecho. En cambio, para clasificar una experiencia, el organismo debe
reconocer cuál de sus elementos se repite, al tiempo que ignora o descarta los que
son peculiares o idiosincrásicos. El resultado de ello es una atención selectiva, una
de las capacidades más importantes del cerebro. De ello se encarga el hemisferio
izquierdo.
17. Asimetría cerebral en el grupo
• La elaboración independiente y en paralelo de las tareas en los dos hemisferios
permite aumentar la eficiencia cerebral, pero no explica el predominio de una u otra
especialización en una especie determinada. ¿Por qué, en la mayoría de los animales,
el ojo izquierdo (hemisferio derecho) es más apto que el ojo derecho (hemisferio
izquierdo) para vigilar a los depredadores? ¿Por qué en la dominancia manual se
favorece un determinado lado, en lugar de haber una proporción equilibrada, mitad
a mitad, de diestros y zurdos? Desde el punto de vista evolutivo, el desequilibrio a
favor de un lado (ruptura de la simetría), con poblaciones formadas principalmente
por individuos zurdos o por individuos diestros, podría parecer desventajoso porque
resulta en un comportamiento más predecible para los depredadores.