Las bacterias encontradas en el intestino de una larva que come trozos de plástico pueden degradar el polietileno, el plástico más común. Los científicos de la Universidad de Pekín descubrieron que al menos dos cepas de microbios intestinales de la larva de la polilla Plodía interpunctella son capaces de degradar el polietileno sin necesidad de un proceso de pretratamiento. Este descubrimiento podría conducir a nuevas formas de deshacerse de los residuos plásticos que permanecen en el