Las reservas de las compañías de seguros se dividen en dos clases: 1) Reservas que constituyen con utilidades para aumentar los medios de acción de la empresa, y 2) Reservas técnicas que no constituyen acto de previsión y sirven para garantizar a los asegurados el pago de los siniestros como reservas matemáticas y de siniestros pendientes. Las reservas técnicas representan un pasivo para la compañía aseguradora.