La mazamorra morada es un postre típico del Perú elaborado a base de maíz morado concentrado con fécula. Se prepara especialmente en octubre para conmemorar el mes del Señor de los Milagros. También se describe el arroz con leche, otro postre tradicional peruano, y se mencionan otros dulces como la chocoteja y la trufa.
1. ´´mazamorra morada"
La mazamorra morada es un postre típico de la gastronomía del
Perú elaborado a base de maíz morado concentrado con fécula.
Este postre se prepara especialmente en el mes de octubre, en
donde se conmemora el mes del Señor de los Milagros.
El consumo de mazamorra morada está muy extendido,
existiendo puntos de venta en la calle que venden porciones de
este y otros postres tradicionales de la gastronomía peruana,
como por ejemplo: el arroz con leche, el arroz zambito, la
mazamorra de calabaza y el champús.
La porción de «mazamorra morada» acompañada de «arroz con
leche», servidos en partes iguales en un mismo recipiente, es
conocida como «clásico» en alusión al clásico del fútbol peruano
entre los clubes Alianza Lima y Universitario de Deportes.
También se le conoce como "combinado".
Arroz con leche
Este exquisito postre criollo, de origen español pero perfeccionado en el
Perú, es mencionado por Ricardo Palma cuando se refiere a un fraile
libertino que estuvo “preso en el convento” por su “vida licenciosa”, el
cual, por el año 1651, al visitar a un amigo moribundo, su “compañero de
aventuras”, le dijo “¡Qué diablos, hombre! Vengo por tí para llevarte a una
parranda, donde hay muchachas de arroz con leche y canela”.
2. El fraile, “acercando la botella de aguardiente a la boca del enfermo, lo
hizo apurar un buen sorbo”. Y así, entre trago y trago, el difunto “legó la
mitad de su hacienda a los conventos, lo que en esos tiempos bastaba
para que a un cristiano le abriese San Pedro, de par en par, las puertas
del cielo” (“Tradiciones peruanas”, Espasa-Calpe, 1983, t. 2, pp. 376,
377).Por su parte, Manuel Atanasio Fuentes afirma, en 1860, que este
apreciado postre también era vendido por las dulceras, alrededor de la
una de la tarde, gritando “¡Y la arrosee! ... ¡ Arróo con lech!” (sic), en las
calles (“La Ciudad de los Reyes...”, Lima, Instituto Latinoamericano de
Cultura y Desarrollo, 1998, pp. 108, 109, 282).La antigua receta de las
monjas clarisas de Lima ha sido recuperada por Josie Sison Porras de De
la Guerra en su magnífica obra “El Perú y sus manjares...” (Lima,
Mastergraf S.A., 1994, p. 34), y es la siguiente:
“Se sancocha en 6 litros de leche, 1 libra de arroz carolino, el más entero y
el más blanco, con 2 onzas de almendras peladas y bien molidas. Se ha de
cocinar hasta que el arroz se esté deshaciendo, entonces se le echará 1 y
½ libra de azúcar blanca, un pedacito de canela entera y un poquito de
sal. Se deja hervir ½ hora revolviéndolo continuamente para evitar que se
corte y se retira del fuego para su reposo. Después se sirve en una fuente
espolvoreando canela por encima y almendras cortadas y tostadas”.
3. ARROZ ZAMBITO
Es un clásico de la resposteria morena , la versión criolla del arroz con
leche traído por los españoles, este derivado lleva como ingrediente
principal la chancaca, que en México se le conoce como piloncillo, en
Colombia panela, en Venezuela como papelón. Cuando los españoles
trajeron el arroz con leche al Perú, alguien tuvo la brillante idea de crear
la mazamorra mas típica del Perú, EL ARROZ ZAMBITO.
Desde hace muchos siglos, los más antiguos recetarios españoles, cuando
referencian el arroz, siempre lo presentan guisado con leche. Hay
variaciones que se dieron cronológicamente antes de llegar al arroz
4. zambito peruano.- Con miel. Cuando todavía no se había inventado el
azúcar, y por tanto se hacía con miel (la tecnología del azúcar de caña
llegó a España hacia el siglo IX, pero no se difundió por Europa hasta las
cruzadas del XII, por lo que en Asturias es probable que no se consumiera
hasta el XIII).-Con azúcar de caña. Hasta finales del XIX no existió la
azúcar blanca, ya que si bien la primera refinería de remolacha la abrió
Napoleón en 1813, España defendió el negocio de suplantaciones e ingenios
de ultramar hasta finales de siglo. El arroz zambito se describe como un
postre peruano, derivado del arroz con leche, en el cual se sigue
prácticamente la misma preparación de la receta del arroz con leche sólo
que se le agrega chancaca, pecanas y pasas rubias, siendo el principal
ingrediente la chancaca, el cual le otorga el característico color marrón, de
ello la razón del nombre.
5.
6. La Chocoteja
La Chocoteja fue creada desde hace muchos años y se le llamo de con ese
nombre por la forma parecida con las tejas que se utilizaban para
construir las casas.
Inicialmente la historia dice que el nombre se debe a que la mano de obra
que se utilizaba para hacer este dulce en las haciendas venían de la
serranía, entonces al ver el parecido de dicho dulce con el tejado de sus
casas, le colocaron TEJAS, luego este término paso a los hacendados que
decidieron llamar a dichos dulces “CHOCOTEJAS”.
Después de un tiempo, más exactamente desde 1974 aparecieron
oficialmente las “chocotejas” que son como las tejas pero bañadas en
chocolate, creación de la iqueña Elena Soler de Panizo. Y a partir de acá
todo el mundo las empezó a conocer como CHOCOTEJAS .
Inicialmente dicho dulce nació en el Departamento de Ica, situado a unos
300 km al sur de Lima, en Perú, pero hoy en día se fabrica caseramente
en otros países.
La historia de este postre ancestral originalmente estaba hecho a base de
limón, higo, naranja o toronja, cocidos en agua y azúcar, rellenos con
manjarblanco (especie de dulce de leche) y pecanas, recubiertos con un
baño muy delicado de azúcar y agua. La presentación tradicional es en un
papel blanco enrollado en los extremos cortados en flecos.
Las chocotejas son conocidas en diferentes partes del mundo, ya que
ningún turista puede resistirse a la tentación de probarlas. Por ello,
Chocomelet se encarga de crearlas con el mismo esmero, pasión y
dedicación que la iqueña Soler de Panizo, manteniendo la forma
tradicional de preparación. Con el motivo de darle un poco de alegría en
los paladares de nuestro clientes.
Historia de las trufas
La trufa siempre fue un deleite del que solo disfrutaban algunos elegidos,
los que sabían encontrarlas y los que luego podían pagarlas. Complacencia
gastronómica de las clases privilegiadas y hoy en día de papilas gustativas
y olfatos aburguesados, la trufa negra camina hacia su universalización. La
7. ingente actividad agrícola en torno a la truficultura y las numerosas
expresiones trufícolas permiten que la trufa vaya dando a conocer sus
encantos al cada vez más numeroso ejército de gastrónomos de salón,
gargantúas y tragaldabas.
El origen de la palabra trufa deriva del latín tuber y pasa su raíz a las
lenguas modernas europeas, truffe en Francia, trufa en España, tartufo en
Italia, tüffel en Alemania, púbera en portugués o tófona en valenciano.
Como de todo lo que se deba o se quiera conocer en profundidad se debe
saber sobre su filiación, emprendamos el camino biográfico de la trufa a
través de la historia. Las primeras menciones conocidas no son las
europeas, los primeros en hablar de ellas fueron los sumerios cuando
enumeran en sus tablillas de barro las costumbres alimenticias de sus
enemigos, los amoritas. Estamos hablando de los tiempos de la tercera
dinastía de Ur, más de dos mil años antes de nuestra era, y es que los
antiguos eran más refinados y civilizados de lo que en ocasiones nos
creemos, en el Egipto faraónico las trufas triunfan entre las clases
pudientes y se cocinan embadurnadas en grasas, ya intuyendo la manera
más provechosa de extraer las mejores cualidades de la trufa.
El origen del bombón
Seguramente la más afamada y extendida sea la historia que data del siglo
XVIII. Según la misma, el pastelero del monarca francés Luis XIV (el
también conocido como Rey Sol), le presentó unas pequeñas frutas
bañadas en chocolate. Tras probarlas, Luis XIV respondió con un bon bon,
indicando de este modo su aprobación. De bon bon (en francés, bueno
bueno) surgió el término bombón, que es el nombre que a día de hoy
reciben estas pequeñas delicias de chocolate.Desde que el Rey Sol
bautizara de forma accidental a cualquier tipo de chocolate relleno con el
nombre de bombón, éste ha ido ganando en popularidad. Sin embargo, no
fue hasta principios del siglo XX cuando se empezaron a popularizar
gracias a la aparición del producto en el mercado estadounidense.
Años después, artesanos belgas, suizos, italianos y franceses
perfeccionaron la técnica de elaboración del bombón a través de técnicas
manuales. De este modo surgieron gran cantidad de negocios familiares
8. en los que se guardaban con gran recelo las recetas para la fabricación de
las coberturas y de los exquisitos rellenos.
En 1868, el año en el que la conocida marca británica de chocolates
Cadbury lanzó al mercado la primera caja de bombones. En ese
momento, el bombón, además de consolidarse como un delicioso manjar,
se convirtió en uno de los obsequios por excelencia. Y es que, en muchas
ocasiones, no hay mejor regalo que una caja de bombones.Seguramente,
uno de los elementos que hacen tan especial a este pequeño dulce es el
factor sorpresa: frutos secos, semillas, licores, cítricos o especias son
algunos de los ingredientes más empleados en la elaboración de los
bombones. Y es que, ya lo decía Forrest Gump: “La vida es como una caja
de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar”.
Brocheta de frutas
En gastronomía, brocheta (del francés brochette, que significa «pincho»,
«ensartado») se refiere a las comidas servidas ensartadas en
un pincho (brochette). En otros países se conoce a este platillo
como chuzo o pincho.
En Francia es empleada como una hiperonimia. El término se refiere por
igual al shish kebab, al satay, o al souvlaki, indicando la generalidad de los
alimentos cocinados que pueden ir ensartados o espetados en un pincho,
que van desde las carnes de mamíferos, verduras, a los pescados
y mariscos, etc. La comida servida en una brocheta generalmente es a
la parrilla.
El pincho por sí mismo, la brocheta, puede ser empleado para embeber
pedazos de comida en una fondue, una bagna cauda o preparaciones
semejantes. En este caso toma una forma ligeramente diferente y suele
adquirirse como una brochette de fondue o está ya incluida en el
conjunto junto con la olla de la fondue.
Pelar los kiwis y cortarlos en trozos. Lavar los fresones, quitar las hojitas y
cortarlos por la mitad o dejarlos enteros si son pequeños. Trocear la piña
bien escurrida. Ensartar la fruta alternativamente en 8 pinchos de madera.
Trocear el chocolate y derretirlo en un cazo al bañomaría con la leche
hasta que esté bien derretido. Apartar del calor, agregar el agua y mezclar
muy bien. Hacer unos adornos con el chocolate en 4 platos y colocar 2
pinchos en cada uno. Regar los pinchos de fruta con el chocolate y dejar
en el frigorífico un ratito pata que el chocolate se endurezca un poco.