El documento discute la relación entre el sistema educativo nacional y la educación superior en Panamá. Propone que la educación debe adoptar un enfoque integral que prepare a los estudiantes con conocimientos y competencias más allá de lo académico. También argumenta que los docentes universitarios deben desempeñar un papel de guía y agente de cambio social, enfocándose no solo en la enseñanza sino también en las relaciones humanas con los estudiantes.