2. DEFINICION DE CHOQUE
Shock es una afección critica producida por un suministro
insuficiente de oxigeno y nutrientes a los tejidos en
relación con la demanda metabólica tisular.
Síndrome que cursa con bajo flujo sanguíneo e
inadecuada perfusión tisular, que conduce a un trastorno
metabólico celular, disfunción orgánica, fallo orgánico y
muerte”.
“Anormalidad del sistema circulatorio que provoca una
perfusión y oxigenación tisular inadecuada”.
3. CHOQUE
HIPOVOLEMICO
El shock hipovolémico (SH) se considera un síndrome
clínico humoral donde la pérdida de fluidos corporales
causa una hipotensión inicial que genera un desorden
sistémico del flujo sanguíneo y en consecuencia, la
perfusión tisular y la liberación de oxigeno están
reducidas hasta niveles inferiores a los requeridos para
mantener el metabolismo en el rango de la normalidad.
4. FISIOPATOLOGIA
La inadecuada perfusión ocasiona la falta de productos
esenciales a nivel celular y el sustrato más crítico es el
Oxigeno, porque los tejidos no tienen reserva de O2.
Se produce una extracción alta de oxigeno de la sangre que
deriva en una saturación venosa central de oxigeno baja.
La consecuencia es la isquemia tisular y orgánica.
En la fase temprana del Shock, se incrementa el consumo
de O2 (V2), si el aporte (DO2) es incapaz de cubrir los
requerimientos metabólicos tisulares, se establece una
“deuda” de O2” que se asocia con mayor gravedad e
irreversibilidad.
5. FISOPATOLOGIA
A medida que la hipoxia tisular empeora, las células
utilizan el metabolismo anaeróbico para producir energía
y generar ácido láctico como producto derivado de este
proceso.
FASES DEL CHOQUE:
Fase del choque compensado
Fase del choque descompensado
Fase del choque irreversible
6. FASE DE SHOCK COMPENSADO:
En una etapa precoz estos cambios actúan como
mecanismos compensadores que intentan preservar la
función de órganos vitales, de tal forma que al corregirse
la causa desencadenante se produce una recuperación
total con escasa morbilidad.
7. FASE DE SHOCK DESCOMPENSADO:
Cuando los mecanismos de compensación se ven
sobrepasados, se entra en una segunda fase en la que ya se
aprecia disminución del flujo a órganos vitales e hipotensión,
que clínicamente se traduce en deterioro del estado
neurológico, pulsos periféricos débiles o ausentes y
ocasionalmente pueden aparecer arritmias y cambios
isquémicos en el electrocardiograma. En esta fase los signos
de hipoperfusión periférica se hacen más evidentes, la
diuresis disminuye aún más y la acidosis metabólica progresa.
De no corregirse rápidamente, el shock se acompaña de una
elevada morbilidad y mortalidad.
8. FASE DE SHOCK IRREVERSIBLE:
Si el shock no se corrige, las posibilidades de que
sobreviva el paciente se reducen drásticamente y
finalmente se entra en una fase irreversible, donde la
resucitación es difícil y aunque inicialmente se consiga,
el paciente desarrollará un fallo multisistémico y
fallecerá.
15. CATEGORIAS O GRADOS
DE HIPOVOLEMIA
Hipovolemia leve (grado I).
Corresponde a una pérdida menor de 20% del volumen circulatorio;
los fenómenos compensatorios mantienen la PA, pero hay
hipotensión postural. La hipoperfusión afecta sólo a ciertos órganos
que la toleran bien, como piel, grasa, y músculo esquelético.
Hipovolemia moderada (grado II).
Corresponde a una pérdida de 20-40% del volumen circulatorio. Se
afectan órganos que toleran mal la hipoperfusión: hígado, páncreas,
bazo, riñones. Aparece la sed como manifestación clínica; puede
haber hipotensión en la posición de decúbito dorsal; la hipotensión
postural es manifiesta, y hay oliguria y taquicardia leve o moderada.
16. Hipovolemia severa (grado III).
El déficit del volumen circulatorio es 40%, las manifestaciones
de shock son claras y hay hipoperfusión del corazón y del
cerebro. Se observan hipotensión, marcada taquicardia
alteraciones mentales, respiración profunda y rápida, oliguria
franca y acidosis metabólica. Si el estado de franco colapso
cardiovascular no es atendido, el cuadro evoluciona hacia la
muerte.
17. TRATAMIENTO
Aspectos esenciales en la valoración del SH:
Reconocimiento rápido de la entidad y de su causa
probable.
Corrección de la agresión inicial y medidas de sostén vital.
Corrección quirúrgica inmediata si esta es la causa
Atención de las consecuencias secundarias del estado de
shock.
Conservación de la funciones de órganos vitales.
18. TRATAMIENTO
MEDIDAS GENERALES
Atención inicial en unidad de cuidados emergentes:
Reposo horizontal o Trendelemburg de 10o.
Evaluar el ABCD de la reanimación y comenzar apoyo vital avanzado.
Mantener vía aérea permeable.
Oxigenoterapia por catéter nasal a 7-8 l/minutos máscara facial a 5 l/minuto.
Monitorización cardiovascular
Medir presión arterial cada 15 minutos y luego según evolución.
Acceso intravenoso periférico (2 vías venosas perifericas) y luego abordaje venoso profundo.
19. TRATAMIENTO
Oximetría de pulso: Se debe mantener buena saturación
de oxigeno.
Medir presión venosa central (PVC)
Sondaje vesical y medición diuresis horaria.
Inmovilización adecuada del paciente poli traumatizado.
Interconsulta con cirugía, obstetricia u otra especialidad
en dependencia de la posible causa.
20. TRATAMIENTO
Reposición de la volemia:
Se utilizan de inicio las soluciones cristaloides para luego agregar
coloides y hemoderivados. Es de destacar que aunque
imprescindible no deja de tener efectos adversos, se ha demostrado
que la fluidoterapia de reanimación tradicional se asocia a trastornos
en la coagulación, acidosis e hipotermia en pacientes con pérdida
masiva de sangre, lo que constituye la llamada “tríada mortal” en el
trauma.
Al inicio se debe administrar 1-2 litros de solución salina a goteo
rápido; la infusión posterior dependerá del grado de respuesta y las
características del paciente.
21. TRATAMIENTO
SH clase I y II:
Reanimar con soluciones cristaloides isotónicas utilizando la regla 3 a 1 (300 ml
de cristaloides por cada 100 ml de sangre perdida) donde el volumen de
cristaloide de reposición es igual al triple de la pérdida sanguínea calculada.
SH clase III y IV:
Reanimar con soluciones cristaloides e iniciar transfusión sanguínea. Por cada 4
unidades de sangre hay que administrar 1 unidad de plasma fresco. Por cada 10
unidades de glóbulos rojos se debe administrar 5 unidades de plaquetas.
Administrar 1 gramo de calcio por cada 5 unidades de sangre.
Si vómitos o diarreas administrar volumen de solución salina 0,9 % a razón de
50-70 ml/kg/día y tratar causa del cuadro (infección bacteriana, viral, etc.).
22. CUIDADOS DE
ENFERMERIA
Realizar una valoración inicial rápida:
Nivel de conciencia.
Aparición de signos indicativos de shock hipovolémico: palidez,
frialdad,
sudoración, taquicardia, taquipnea e hipotensión.
Identificar si la hemorragia es debida a una herida externa o es
de
causa interna.
Revisar drenajes, sondas, heridas quirúrgicas...
Si la hemorragia es externa comprimir el punto de sangrado con
apósitos o gasas estériles.
23. CUIDADOS DE
ENFERMERIA
Siempre que sea posible, tranquilizar al paciente e
informarle acerca de los cuidados a realizar.
Colocar al paciente en función de la etiología de la
hemorragia o Si presenta signos o síntomas de shock, en
decúbito supino elevando las piernas, siempre que sea
posible.
Asegurar la permeabilidad de la vía aérea y administrar
oxígeno
Monitorizar los signos vitales (PA, FC y saturación de
oxígeno) hasta que el paciente se estabilice.
24. CUIDADOS DE
ENFERMERIA
Asegurar la permeabilidad de la vía aérea y administrar oxígeno.
Monitorizar los signos vitales (PA, FC y saturación de oxígeno)
hasta que el paciente se estabilice.
Asegurar dos accesos venosos de calibre grueso, si es posible.
Extraer sangre para analítica (hemograma, coagulación,
bioquímica y pruebas cruzadas) aprovechando la punción.
Procurar una tramitación rápida de las pruebas cruzadas para
acelerar la transfusión en caso de necesidad.
Reponer volemia según prescripción medica
Tener disponible el carro de parada.
25. CUIDADOS DE
ENFERMERIA
Valorar el volumen de las pérdidas: drenajes, sondas,
apósitos, vendajes, hematomas, hematemesis.
Rotular los bordes de hematomas o apósitos para valorar
el aumento de sangrado.
Realizar sondaje vesical y/o nasogástrico según
prescripción.
Valorar al paciente en busca de signos de sobrecarga de
líquidos: crepitantes, taquipnea, disnea, distensión de las
venas del cuello.