Calvino influyó notablemente en el desarrollo de la Reforma Protestante a través de su obra Institución de la Religión Cristiana. Tras experimentar una transformación espiritual, Calvino estableció en Ginebra un sistema protestante riguroso con el Estado sometido a la Iglesia. Intentó hacer de Ginebra un ejemplo de cómo vivir según la nueva fe protestante a través de un consistorio que velaba por la moral pública.