El documento describe los estilos artísticos que imperaron en los siglos XVIII y XIX. En el siglo XVIII, el arte neoclásico se basaba en la razón, el orden y la simetría, mientras que el estilo Rococó se caracterizaba por la frivolidad. En el siglo XIX, el Romanticismo reflejó el sentimiento, el movimiento y la exageración en la pintura, la literatura y la música, como se ve en las obras de Delacroix, Bécquer y sus Rimas.