El documento describe cómo las políticas neoliberales implementadas en Latinoamérica y Argentina a partir de la década de 1970 destruyeron los estados y sociedades para beneficiar los intereses privados y multinacionales. Los préstamos de instituciones financieras internacionales llevaron al país a la desarticulación social a través de leyes laborales flexibles que facilitaron despidos y la falta de protección social. Esto generó mayor desigualdad y desocupación en una década de congelamiento salarial.