El documento discute varios problemas éticos relacionados con la neurociencia y la psicología. Propone que la neuroética debe replantear los fundamentos de la teoría ética para explicar mejor la moralidad humana. Sugiere que la ética debe entenderse como una ciencia social y tecnología, no solo como filosofía. También argumenta que la educación debe basarse en una ética científica para formar adecuadamente la moralidad de las personas.