Los niños cristal representan el siguiente paso en la evolución humana y siguen a los niños índigo con la misión de completar su trabajo de desmantelar viejas formas de pensamiento y comenzar la renovación. Su principal misión es enseñar formas de vida multidimensionales en armonía, paz y amor. Son reconocidos por sus auras cristalinas claras y nacen con acceso a dimensiones superiores, generalmente anclados en la sexta dimensión.