Los números complejos surgieron al resolver ecuaciones algebraicas que involucraban raíces cuadradas de números negativos. Girolamo Cardano fue el primero en usarlos para resolver ecuaciones cúbicas. Los números complejos pueden expresarse como la suma de un número real y un número imaginario multiplicado por la unidad imaginaria i, y pueden operarse siguiendo las mismas reglas de los números reales. También pueden expresarse en forma polar mediante su módulo y argumento, o en forma trigonométrica como la suma de un número real y un número imaginario multiplicado