La alimentación es muy importante durante la adolescencia para satisfacer las elevadas necesidades nutricionales causadas por los cambios físicos. Se recomienda una dieta equilibrada que incluya leche, queso, carnes, huevos, frutas, verduras y granos enteros, así como tres comidas principales y dos snacks al día, prestando atención a los nutrientes clave como el calcio, hierro y zinc.