1) La obesidad abdominal, junto con la resistencia a la insulina, forma la base fisiopatológica del síndrome metabólico. 2) El exceso de tejido adiposo visceral desempeña un papel clave en las comorbilidades de la obesidad abdominal al promover la resistencia a la insulina, el estrés oxidativo y la inflamación. 3) Los estudios epidemiológicos recientes enfatizan la importancia de medir sistemáticamente el perímetro de la cintura para evaluar el riesgo cardiometabólic
El síndrome metabólico es un conjunto de anormalidades fisiológicas y bioquímicas resultado de factores genéticos, metabólicos y ambientales, caracterizado por resistencia a la insulina, trastornos del metabolismo de carbohidratos y lípidos, presión arterial elevada y obesidad, que puede ser precursor de enfermedades cardiovasculares y diabetes. Existen diferentes definiciones del síndrome metabólico por parte de organizaciones como la OMS, NCEP y IDF, y su prevalencia varía dependiendo de factores como la edad,
El fibrinógeno como factor de riesgo cardiovascular. Jesús Sojo Dorado Servic...Javier Guerrero Igea
Este estudio evaluó la asociación entre el fibrinógeno, un biomarcador inflamatorio y de coagulación, con otros factores de riesgo cardiovascular en 400 pacientes. Se encontró una asociación estadísticamente significativa entre niveles elevados de fibrinógeno y la presencia de enfermedad cardiovascular establecida, así como con otros factores de riesgo como la obesidad abdominal. Estos datos apoyan la hipótesis de que el fibrinógeno puede ser un indicador de riesgo cardiovascular, en línea con la idea de que la enfermedad cardiovascular
Este documento discute el síndrome metabólico en la infancia. Brevemente resume la historia del concepto del síndrome metabólico, las diferentes definiciones propuestas por organizaciones como la OMS, ATP-III y la IDF, y las controversias sobre su validez clínica. También cubre la prevalencia del síndrome metabólico en adultos y niños, y concluye que aunque el concepto tiene limitaciones, puede ser útil para mejorar el tratamiento de niños y adolescentes obesos.
Memorias Conferencia Científica Anual sobre Síndrome Metabólico 2017 - Programa de Nutrición
Manejo de NASH en diabetes mellitus
MD-MSc Daniel Elías-López
Endocrinología, Medicina Interna, Alta Especialidad en Diabetes. Departamento de Endocrinología y Metabolismo, INCMNSZ
Memorias Conferencia Científica Anual sobre Síndrome Metabólico 2017 - Programa de Nutrición
Síndrome metabólico y cáncer. ¿Quién encendió la mecha?
Dr. Iván Torre Villalvazo
Investigador en Ciencias Médicas, Depto.
de Fisiología de la Nutrición INCMNSZ
Memorias Conferencia Científica Anual sobre Síndrome Metabólico 2015 - Programa Científico - INSTITUTO NACIONAL DE SALUD PUBLICA - Dr. Ruy López Ridaura -
Doctor en Ciencias en Epidemiología Nutricional por la Escuela de Salud Pública de Harvard. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (Nivel 1) del CONACYT. Jefe de la Unidad de Investigación en Diabetes y Riesgo Cardiovascular, Instituto Nacional de Salud Pública
Este documento describe el síndrome metabólico, incluyendo su fisiopatología, métodos de diagnóstico, implicaciones clínicas y tratamiento. El síndrome metabólico se define por la presencia de tres o más factores de riesgo cardiovascular como obesidad abdominal, hipertrigliceridemia, baja HDL, hipertensión y aumento de glucemia en ayunas. Su origen se relaciona principalmente con la resistencia a la insulina. El tratamiento incluye modificaciones en el estilo de vida como dieta, ejercicio y
Este documento presenta información sobre la prevalencia del síndrome metabólico en Colombia. En 3 oraciones:
1) La prevalencia del síndrome metabólico en Colombia se estima entre 18-36% y varía según la localización geográfica, población evaluada, criterios de definición empleados y metodología de los estudios.
2) Estudios en poblaciones específicas como una rural y una urbana de la región andina colombiana, y en municipios como Arjona y Bucaramanga, encontraron pre
El síndrome metabólico es un conjunto de anormalidades fisiológicas y bioquímicas resultado de factores genéticos, metabólicos y ambientales, caracterizado por resistencia a la insulina, trastornos del metabolismo de carbohidratos y lípidos, presión arterial elevada y obesidad, que puede ser precursor de enfermedades cardiovasculares y diabetes. Existen diferentes definiciones del síndrome metabólico por parte de organizaciones como la OMS, NCEP y IDF, y su prevalencia varía dependiendo de factores como la edad,
El fibrinógeno como factor de riesgo cardiovascular. Jesús Sojo Dorado Servic...Javier Guerrero Igea
Este estudio evaluó la asociación entre el fibrinógeno, un biomarcador inflamatorio y de coagulación, con otros factores de riesgo cardiovascular en 400 pacientes. Se encontró una asociación estadísticamente significativa entre niveles elevados de fibrinógeno y la presencia de enfermedad cardiovascular establecida, así como con otros factores de riesgo como la obesidad abdominal. Estos datos apoyan la hipótesis de que el fibrinógeno puede ser un indicador de riesgo cardiovascular, en línea con la idea de que la enfermedad cardiovascular
Este documento discute el síndrome metabólico en la infancia. Brevemente resume la historia del concepto del síndrome metabólico, las diferentes definiciones propuestas por organizaciones como la OMS, ATP-III y la IDF, y las controversias sobre su validez clínica. También cubre la prevalencia del síndrome metabólico en adultos y niños, y concluye que aunque el concepto tiene limitaciones, puede ser útil para mejorar el tratamiento de niños y adolescentes obesos.
Memorias Conferencia Científica Anual sobre Síndrome Metabólico 2017 - Programa de Nutrición
Manejo de NASH en diabetes mellitus
MD-MSc Daniel Elías-López
Endocrinología, Medicina Interna, Alta Especialidad en Diabetes. Departamento de Endocrinología y Metabolismo, INCMNSZ
Memorias Conferencia Científica Anual sobre Síndrome Metabólico 2017 - Programa de Nutrición
Síndrome metabólico y cáncer. ¿Quién encendió la mecha?
Dr. Iván Torre Villalvazo
Investigador en Ciencias Médicas, Depto.
de Fisiología de la Nutrición INCMNSZ
Memorias Conferencia Científica Anual sobre Síndrome Metabólico 2015 - Programa Científico - INSTITUTO NACIONAL DE SALUD PUBLICA - Dr. Ruy López Ridaura -
Doctor en Ciencias en Epidemiología Nutricional por la Escuela de Salud Pública de Harvard. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (Nivel 1) del CONACYT. Jefe de la Unidad de Investigación en Diabetes y Riesgo Cardiovascular, Instituto Nacional de Salud Pública
Este documento describe el síndrome metabólico, incluyendo su fisiopatología, métodos de diagnóstico, implicaciones clínicas y tratamiento. El síndrome metabólico se define por la presencia de tres o más factores de riesgo cardiovascular como obesidad abdominal, hipertrigliceridemia, baja HDL, hipertensión y aumento de glucemia en ayunas. Su origen se relaciona principalmente con la resistencia a la insulina. El tratamiento incluye modificaciones en el estilo de vida como dieta, ejercicio y
Este documento presenta información sobre la prevalencia del síndrome metabólico en Colombia. En 3 oraciones:
1) La prevalencia del síndrome metabólico en Colombia se estima entre 18-36% y varía según la localización geográfica, población evaluada, criterios de definición empleados y metodología de los estudios.
2) Estudios en poblaciones específicas como una rural y una urbana de la región andina colombiana, y en municipios como Arjona y Bucaramanga, encontraron pre
El documento discute el síndrome de desgaste proteico energético (DPE) en la enfermedad renal crónica. Define el DPE como la pérdida continua de proteínas y reservas energéticas. Explica que la prevalencia del DPE en pacientes en diálisis varía de 18-75% y que su etiología incluye una disminución de la ingesta de alimentos, hipermetabolismo, diálisis y comorbilidades. Las implicaciones clínicas del DPE son un mayor riesgo de mortalidad, infe
Memorias Conferencia Científica Anual sobre Síndrome Metabólico 2016 - Programa de Nutrición
www.conferenciasindromemetabolico.org
Diagnóstico y abordaje multidisciplinario en el tratamiento del síndrome metabólico
Dra. Gabriela Olguín Contreras
Médico Internista y Nutrióloga Clínica, Hospital de Especialidades de la Ciudad de México “Dr. Belisario Domínguez”
El documento discute el síndrome metabólico y su relación con el corazón. Define el síndrome metabólico como una asociación de problemas de salud relacionados con la resistencia a la insulina. Examina la epidemiología, fisiopatología, criterios de diagnóstico y tratamiento, enfocándose en la evidencia de que la obesidad abdominal incrementa el riesgo cardiovascular más que otros factores. Concluye que el síndrome metabólico aumenta considerablemente el riesgo cardiovascular y que todos sus componentes son modificables a través de
El documento describe el síndrome metabólico, que incluye un conjunto de anormalidades metabólicas que incrementan el riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes. El síndrome afecta a aproximadamente una de cada tres o cuatro personas mayores de 20 años y su prevalencia aumenta con la edad. Las características clínicas incluyen obesidad abdominal, dislipidemia, hipertensión, resistencia a la insulina e inflamación.
Este documento presenta una guía clínica para el tratamiento de la obesidad severa. Detalla el circuito asistencial multidisciplinario requerido, que incluye médicos, nutricionistas, psiquiatras, cirujanos y otros especialistas. Describe la valoración del paciente con obesidad severa, incluyendo la anamnesis, exploración física y exploraciones complementarias. Además, explica los tratamientos no quirúrgicos y quirúrgicos disponibles para la obesidad severa.
Este documento proporciona consejos sobre nutrición y opciones alimenticias saludables para una persona con hígado graso. Recomienda incluir granos integrales, frutas, verduras y lácteos bajos en grasa como parte de una dieta balanceada, y evitar alimentos ricos en azúcares, grasas saturadas y carbohidratos refinados. Además, enfatiza la importancia de realizar actividad física aeróbica regular para mejorar la salud del hígado.
Este documento presenta una guía sobre el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad hepática grasa no alcohólica. Define la enfermedad y sus clasificaciones histológicas. Explica que los principales factores de riesgo son la obesidad, diabetes, dislipidemia y síndrome metabólico. Describe los métodos de diagnóstico incluyendo pruebas de laboratorio e imágenes, así como la importancia de la biopsia hepática. Finalmente, detalla las estrategias de tratamiento no farmacológico como
Memorias Conferencia Científica Anual sobre Síndrome Metabólico 2017 - Programa de Nutrición
Obesidad y diabetes: actualidades en la terapia médico nutricional
Lic. Marco Melgarejo Hernández
CAIPaDi, INCMNSZ
2008 esteatosis hepática en niños obesosRoger Zapata
Este documento discute la esteatosis hepática en niños obesos. Explica que la esteatosis hepática no alcohólica (NAFLD) se ha convertido en la forma más común de enfermedad hepática en niños y adolescentes debido al aumento de la obesidad. La NAFLD incluye un amplio espectro de daño hepático que puede progresar de una simple esteatosis a esteatohepatitis, fibrosis e incluso cirrosis. Los factores de riesgo incluyen la obesidad, resistencia a la insulina y otros component
Este documento describe el síndrome metabólico, incluyendo su definición, factores de riesgo, diagnóstico, riesgo cardiovascular asociado y objetivos y tratamiento. Se caracteriza por la presencia de insulino resistencia e hiperinsulinismo asociados a otros factores como obesidad central, hipertensión y alteraciones lipídicas. No existe una definición consensuada pero los criterios más utilizados son los del NCEP ATP-III. Los pacientes con síndrome metabólico tienen un mayor riesgo cardiovascular, por lo que requieren
El documento describe el síndrome de desgaste proteico energético (DPE) en pacientes con enfermedad renal crónica (ERC). Define el DPE como la pérdida continua de depósitos proteicos y reservas energéticas. Explica que la prevalencia del DPE en pacientes en diálisis varía entre 18-75% y que las causas incluyen descenso de ingesta, hipermetabolismo, inflamación, diálisis y anabolismo disminuido. Finalmente, señala que el DPE se asocia con
Este documento presenta un estudio sobre la prevalencia del síndrome metabólico y resistencia a la insulina en un hospital pediátrico. Incluye una introducción que describe el síndrome metabólico, sus criterios de diagnóstico, factores como la obesidad, resistencia a la insulina y dislipidemia. Explica que el objetivo es determinar la prevalencia en niños de la clínica de obesidad del hospital, mediante un estudio cuantitativo transversal descriptivo. El estudio aplicó criterios diagnósticos internacionales a
Este estudio evaluó el efecto del consumo de 10.5 g/día de fibra de nopal durante 4 semanas en parámetros de síndrome metabólico en jóvenes obesos. Los resultados mostraron una disminución significativa en la presión arterial sistólica y diastólica en el grupo que consumió nopal, pero no hubo cambios significativos en los demás parámetros metabólicos como glucosa, triglicéridos y colesterol entre los grupos. El estudio concluye que el consumo de fibra de nopal puede
Memorias Conferencia Científica Anual sobre Síndrome Metabólico 2016 - Programa Científico
Perlas en alteraciones fisiopatológicas en el síndrome metabólico» La resistencia a la insulina y disfunción microbiota intestinal - obesidad y diabetes tipo 2
Dr. César Ochoa
Profesor de Investigación Clínica, Western University of Health Science, Pomona, California. Western Diabetes Institute
Digital Latin American and Caribbean Medical Magazine
Obesidad y estreñimiento
Género binario y experiencia de las personas transexuales y transgénero
Protocolo para detectar fibrosis quística
Láser q-switched, tecnología para borrar tatuajes de colores
Cambios en patrones de lluvias favorecen trasmisión de bacterias
School sick days could be reduced with safe drinking water
Este estudio evalúa las alteraciones en los niveles de nutrientes en pacientes con obesidad mórbida. Se analizaron datos de 497 pacientes diagnosticados con obesidad mórbida. Se encontró que muchos pacientes cumplían criterios para síndrome metabólico y que presentaban hipertensión, glucemia e insulinemia elevadas. No se detectaron anormalidades en los niveles plasmáticos de marcadores bioquímicos de macronutrientes y micronutrientes.
Este documento describe la evolución del concepto de cirugía metabólica. Inicialmente, la cirugía bariátrica se enfocaba solo en la pérdida de peso, pero estudios demostraron que también mejoraba comorbilidades como diabetes e hipertensión. Esto llevó a pensar que factores independientes del peso cambiaban tras la cirugía. Actualmente, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes son graves problemas de salud asociados a la obesidad, cuya incidencia sigue patrones similares. El hígado gras
El síndrome metabólico, también conocido como síndrome X, se refiere a la concurrencia de varios factores de riesgo como obesidad, hipertensión y diabetes que aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Afecta alrededor del 25% de la población adulta en los Estados Unidos. Se cree que la resistencia a la insulina desempeña un papel central en su desarrollo, aunque sus causas exactas son complejas e involucran factores genéticos, nutricionales y de estilo de
Este documento resume la fisiopatología de la obesidad visceral humana. La obesidad visceral se asocia con un mayor riesgo de resistencia a la insulina, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, cánceres y síndrome metabólico en comparación con la obesidad generalizada. La distribución regional de la grasa corporal es más importante que la cantidad total de grasa para predecir estas complicaciones. Se discuten factores como la edad, el género, las hormonas, la genética, el
El documento discute el síndrome de desgaste proteico energético (DPE) en la enfermedad renal crónica. Define el DPE como la pérdida continua de proteínas y reservas energéticas. Explica que la prevalencia del DPE en pacientes en diálisis varía de 18-75% y que su etiología incluye una disminución de la ingesta de alimentos, hipermetabolismo, diálisis y comorbilidades. Las implicaciones clínicas del DPE son un mayor riesgo de mortalidad, infe
Memorias Conferencia Científica Anual sobre Síndrome Metabólico 2016 - Programa de Nutrición
www.conferenciasindromemetabolico.org
Diagnóstico y abordaje multidisciplinario en el tratamiento del síndrome metabólico
Dra. Gabriela Olguín Contreras
Médico Internista y Nutrióloga Clínica, Hospital de Especialidades de la Ciudad de México “Dr. Belisario Domínguez”
El documento discute el síndrome metabólico y su relación con el corazón. Define el síndrome metabólico como una asociación de problemas de salud relacionados con la resistencia a la insulina. Examina la epidemiología, fisiopatología, criterios de diagnóstico y tratamiento, enfocándose en la evidencia de que la obesidad abdominal incrementa el riesgo cardiovascular más que otros factores. Concluye que el síndrome metabólico aumenta considerablemente el riesgo cardiovascular y que todos sus componentes son modificables a través de
El documento describe el síndrome metabólico, que incluye un conjunto de anormalidades metabólicas que incrementan el riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes. El síndrome afecta a aproximadamente una de cada tres o cuatro personas mayores de 20 años y su prevalencia aumenta con la edad. Las características clínicas incluyen obesidad abdominal, dislipidemia, hipertensión, resistencia a la insulina e inflamación.
Este documento presenta una guía clínica para el tratamiento de la obesidad severa. Detalla el circuito asistencial multidisciplinario requerido, que incluye médicos, nutricionistas, psiquiatras, cirujanos y otros especialistas. Describe la valoración del paciente con obesidad severa, incluyendo la anamnesis, exploración física y exploraciones complementarias. Además, explica los tratamientos no quirúrgicos y quirúrgicos disponibles para la obesidad severa.
Este documento proporciona consejos sobre nutrición y opciones alimenticias saludables para una persona con hígado graso. Recomienda incluir granos integrales, frutas, verduras y lácteos bajos en grasa como parte de una dieta balanceada, y evitar alimentos ricos en azúcares, grasas saturadas y carbohidratos refinados. Además, enfatiza la importancia de realizar actividad física aeróbica regular para mejorar la salud del hígado.
Este documento presenta una guía sobre el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad hepática grasa no alcohólica. Define la enfermedad y sus clasificaciones histológicas. Explica que los principales factores de riesgo son la obesidad, diabetes, dislipidemia y síndrome metabólico. Describe los métodos de diagnóstico incluyendo pruebas de laboratorio e imágenes, así como la importancia de la biopsia hepática. Finalmente, detalla las estrategias de tratamiento no farmacológico como
Memorias Conferencia Científica Anual sobre Síndrome Metabólico 2017 - Programa de Nutrición
Obesidad y diabetes: actualidades en la terapia médico nutricional
Lic. Marco Melgarejo Hernández
CAIPaDi, INCMNSZ
2008 esteatosis hepática en niños obesosRoger Zapata
Este documento discute la esteatosis hepática en niños obesos. Explica que la esteatosis hepática no alcohólica (NAFLD) se ha convertido en la forma más común de enfermedad hepática en niños y adolescentes debido al aumento de la obesidad. La NAFLD incluye un amplio espectro de daño hepático que puede progresar de una simple esteatosis a esteatohepatitis, fibrosis e incluso cirrosis. Los factores de riesgo incluyen la obesidad, resistencia a la insulina y otros component
Este documento describe el síndrome metabólico, incluyendo su definición, factores de riesgo, diagnóstico, riesgo cardiovascular asociado y objetivos y tratamiento. Se caracteriza por la presencia de insulino resistencia e hiperinsulinismo asociados a otros factores como obesidad central, hipertensión y alteraciones lipídicas. No existe una definición consensuada pero los criterios más utilizados son los del NCEP ATP-III. Los pacientes con síndrome metabólico tienen un mayor riesgo cardiovascular, por lo que requieren
El documento describe el síndrome de desgaste proteico energético (DPE) en pacientes con enfermedad renal crónica (ERC). Define el DPE como la pérdida continua de depósitos proteicos y reservas energéticas. Explica que la prevalencia del DPE en pacientes en diálisis varía entre 18-75% y que las causas incluyen descenso de ingesta, hipermetabolismo, inflamación, diálisis y anabolismo disminuido. Finalmente, señala que el DPE se asocia con
Este documento presenta un estudio sobre la prevalencia del síndrome metabólico y resistencia a la insulina en un hospital pediátrico. Incluye una introducción que describe el síndrome metabólico, sus criterios de diagnóstico, factores como la obesidad, resistencia a la insulina y dislipidemia. Explica que el objetivo es determinar la prevalencia en niños de la clínica de obesidad del hospital, mediante un estudio cuantitativo transversal descriptivo. El estudio aplicó criterios diagnósticos internacionales a
Este estudio evaluó el efecto del consumo de 10.5 g/día de fibra de nopal durante 4 semanas en parámetros de síndrome metabólico en jóvenes obesos. Los resultados mostraron una disminución significativa en la presión arterial sistólica y diastólica en el grupo que consumió nopal, pero no hubo cambios significativos en los demás parámetros metabólicos como glucosa, triglicéridos y colesterol entre los grupos. El estudio concluye que el consumo de fibra de nopal puede
Memorias Conferencia Científica Anual sobre Síndrome Metabólico 2016 - Programa Científico
Perlas en alteraciones fisiopatológicas en el síndrome metabólico» La resistencia a la insulina y disfunción microbiota intestinal - obesidad y diabetes tipo 2
Dr. César Ochoa
Profesor de Investigación Clínica, Western University of Health Science, Pomona, California. Western Diabetes Institute
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Obesidad y estreñimiento
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Protocolo para detectar fibrosis quística
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School sick days could be reduced with safe drinking water
Este estudio evalúa las alteraciones en los niveles de nutrientes en pacientes con obesidad mórbida. Se analizaron datos de 497 pacientes diagnosticados con obesidad mórbida. Se encontró que muchos pacientes cumplían criterios para síndrome metabólico y que presentaban hipertensión, glucemia e insulinemia elevadas. No se detectaron anormalidades en los niveles plasmáticos de marcadores bioquímicos de macronutrientes y micronutrientes.
Este documento describe la evolución del concepto de cirugía metabólica. Inicialmente, la cirugía bariátrica se enfocaba solo en la pérdida de peso, pero estudios demostraron que también mejoraba comorbilidades como diabetes e hipertensión. Esto llevó a pensar que factores independientes del peso cambiaban tras la cirugía. Actualmente, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes son graves problemas de salud asociados a la obesidad, cuya incidencia sigue patrones similares. El hígado gras
El síndrome metabólico, también conocido como síndrome X, se refiere a la concurrencia de varios factores de riesgo como obesidad, hipertensión y diabetes que aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Afecta alrededor del 25% de la población adulta en los Estados Unidos. Se cree que la resistencia a la insulina desempeña un papel central en su desarrollo, aunque sus causas exactas son complejas e involucran factores genéticos, nutricionales y de estilo de
Este documento resume la fisiopatología de la obesidad visceral humana. La obesidad visceral se asocia con un mayor riesgo de resistencia a la insulina, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, cánceres y síndrome metabólico en comparación con la obesidad generalizada. La distribución regional de la grasa corporal es más importante que la cantidad total de grasa para predecir estas complicaciones. Se discuten factores como la edad, el género, las hormonas, la genética, el
El síndrome metabólico se refiere a la presencia de varios factores de riesgo como obesidad abdominal, hipertensión, resistencia a la insulina y niveles altos de triglicéridos que aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes. La prevalencia varía según la definición pero afecta al 25% de los adultos en Estados Unidos. La causa principal parece ser la resistencia a la insulina y factores como la obesidad, dieta y falta de ejercicio contribuyen a su desarrollo.
El documento trata sobre 10 artículos relacionados con la obesidad. Los artículos discuten temas como la relación entre la obesidad y el TDAH, los efectos de la obesidad materna en la hemorragia posparto, los factores de transcripción relacionados con la obesidad y la resistencia a la insulina, estrategias para reducir la masa de grasa corporal como la liposucción y el ejercicio, nuevos objetivos para el tratamiento de la obesidad en el SNC, los efectos de la obesidad en el cáncer de
Este documento describe las principales consecuencias de la obesidad para la salud. La obesidad aumenta el riesgo de enfermedades pulmonares como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el asma, así como la apnea obstructiva del sueño. También está relacionada con el síndrome metabólico, que incluye diabetes tipo 2, dislipidemia e hipertensión arterial. Además, la obesidad incrementa el riesgo de enfermedades cardíacas y aterosclerosis debido a la inflamación crónica y form
Este documento revisa el síndrome metabólico, una condición que se ha convertido en una epidemia debido a su creciente prevalencia. El síndrome metabólico se caracteriza por una constelación de factores de riesgo como obesidad abdominal, dislipidemia, hipertensión, resistencia a la insulina y estado protrombótico e inflamatorio. Se han propuesto varios criterios diagnósticos, incluyendo los de la OMS, el ATP III y la IDF. La resistencia a la insulina desempeña un papel clave en
El documento presenta 10 artículos científicos relacionados con la obesidad. Los artículos discuten temas como la relación entre la obesidad y el TDAH, los factores de riesgo de hemorragia posparto en mujeres obesas, los mecanismos genéticos subyacentes a la adipogénesis y la sensibilidad a la insulina, estrategias para reducir la masa de grasa corporal como la liposucción y el ejercicio, nuevos objetivos para el tratamiento de la obesidad en el SNC, la firma
El documento describe el caso de una niña de 12 años con obesidad. Presenta un índice de masa corporal de 25.85%, hiperinsulinismo e hipertrigliceridemia. A pesar de no cumplir criterios estrictos de insulino resistencia, se inicia tratamiento con metformina debido a los antecedentes familiares de diabetes y la falta de pérdida de peso. El documento también resume la relación entre obesidad, insulino resistencia y el desarrollo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
El síndrome metabólico incluye un conjunto de anormalidades metabólicas como obesidad abdominal, hipertensión, dislipidemia e hiperglucemia que incrementan el riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes. Afecta a aproximadamente una de cada tres o cuatro personas mayores de 20 años. Su prevalencia aumenta con la edad y es más frecuente en mujeres, especialmente mexicoestadounidenses.
Diabetes mellitus y alteraciones gastrointestinalesNancy Manrique
La diabetes mellitus afecta el tracto gastrointestinal de varias maneras. Puede causar alteraciones funcionales debido a la neuropatía autonómica, así como también comprometer el páncreas e hígado. El hígado es particularmente sensible a la diabetes tipo 2, la cual puede causar esteatohepatitis no alcohólica. La diabetes también se asocia con un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer como el colorrectal y el pancreático, posiblemente debido a los altos niveles de insulina. Además
Carne y alimentación saludable nº11 121019chemadelaf
1) El documento habla sobre la obesidad, el sobrepeso y sus efectos en la salud. Menciona que afecta a más de la mitad de los españoles y causa enfermedades como diabetes y problemas cardíacos.
2) Resalta la importancia del ejercicio físico regular para prevenir el exceso de peso. Recomienda al menos 30 minutos diarios de actividad moderada.
3) Destaca que la carne de cerdo es una opción magra y saludable cuando se incluye en una dieta equilibrada, ya que tiene un buen per
Este documento define el síndrome metabólico, discute su epidemiología, fisiopatología, componentes, tratamiento y prevención. El síndrome metabólico describe una serie de factores de riesgo como obesidad, hipertensión e intolerancia a la glucosa que aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes. Su causa es compleja e involucra factores genéticos y ambientales como dieta y falta de ejercicio. Se recomienda modificar el estilo de vida a través de dieta, ejercicio y
Este documento discute la diabetes, sus complicaciones y estrategias para prevenirlas. La diabetes es una causa principal de ceguera, insuficiencia renal y amputaciones. Se propone el concepto de "corrección metabólica" mediante el uso de suplementos nutricionales como ácido alfa lipoico, cromo y magnesio para mejorar el control de glucosa y prevenir complicaciones al optimizar el metabolismo celular. Varios estudios muestran que estos suplementos pueden reducir los niveles de glucosa en sangre y mejorar síntomas de neu
La obesidad se define como una acumulación excesiva de grasa corporal que representa un riesgo para la salud. Se mide utilizando el índice de masa corporal (IMC) y la circunferencia abdominal. Es causada por un desequilibrio entre la ingesta y el gasto de energía, y puede deberse a factores genéticos, de estilo de vida y médicos. La obesidad aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y otras afecciones.
Este documento describe el síndrome metabólico, un trastorno complejo representado por un conjunto de factores de riesgo cardiovascular relacionados con el depósito central de grasa y la resistencia a la insulina. Se caracteriza por obesidad abdominal, hipertensión, dislipidemia e hiperglucemia. Afecta entre el 20-25% de la población mundial adulta y su prevalencia aumenta con la edad. La resistencia a la insulina desempeña un papel central en su fisiopatología.
El documento describe el Síndrome Metabólico, definido por la presencia de factores de riesgo como obesidad, hiperglucemia, dislipidemia e hipertensión arterial relacionados con resistencia a la insulina. Estos factores aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte. La dieta mediterránea puede ayudar a prevenir y controlar el Síndrome Metabólico mediante modificaciones en el estilo de vida como una dieta saludable y mayor actividad física.
El documento describe el Síndrome Metabólico y cómo se define por una combinación de factores de riesgo como obesidad, hiperglucemia, dislipidemia e hipertensión arterial relacionados con resistencia a la insulina. Explica que la adopción de una dieta mediterránea puede ayudar a prevenir y controlar el Síndrome Metabólico debido a sus beneficios para la salud cardiovascular. Finalmente, resume la evidencia científica sobre el posible efecto protector de seguir una dieta mediterránea contra el des
El documento describe el síndrome metabólico, una asociación de problemas de salud causados por factores genéticos y ambientales como el sedentarismo y una dieta alta en calorías. Estos factores pueden causar alteraciones en la glucosa, triglicéridos, colesterol y presión arterial. El objetivo del estudio fue diagnosticar el síndrome metabólico en mujeres con actividad física sedentaria en un mercado, pero no se pudo diagnosticar a ninguna mujer ya que no cumplían con los 3 de los 5 criterios necesarios.
El documento describe el síndrome metabólico y su relación con el riesgo cardiovascular. Define el síndrome metabólico como una condición asociada a resistencia a la insulina e hiperinsulinemia que presenta alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular. Explica la patogenia del síndrome, incluyendo los efectos de la resistencia a la insulina y la obesidad abdominal. Finalmente, discute la prevalencia del síndrome metabólico en Chile y su asociación con un mayor riesgo de enfer
Este documento discute el síndrome metabólico y su relación con el riesgo cardiovascular. Define el síndrome metabólico como una condición asociada con resistencia a la insulina e hiperinsulinemia que aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular. Explica que la resistencia a la insulina conduce a una dislipidemia, hipertensión, inflamación y trombosis que contribuyen al desarrollo de aterosclerosis. Finalmente, cubre los criterios diagnósticos del síndrome
Sesión realizada por una EIR de Pediatría sobre aspectos clave de la valoración nutricional del paciente pediátrico en Oncología, y con tres mensajes para llevarse a casa:
- La evaluación del riesgo y la planificación del soporte nutricional deben formar parte de la planificación terapéutica global del paciente oncológico desde el principio.
- Existe suficiente evidencia científica de que una intervención nutricional adecuada es capaz de prevenir las complicaciones de la malnutrición, mejorar la calidad de vida como la tolerancia y respuesta al tratamiento y acortar la estancia hospitalaria.
- En los hospitales hay pocos dietistas que trabajen exclusivamente en la unidad de Oncología Pediátrica, y esto puede repercutir en mayores gastos sanitarios, peor estado general de los pacientes y menor supervivencia.
Terapia cinematográfica (6) Películas para entender los trastornos del neurod...JavierGonzalezdeDios
Los trastornos del neurodesarrollo comprenden un grupo heterogéneo de trastornos crónicos que se manifiestan en períodos tempranos de la niñez y que, en conjunto, comparten una alteración en la adquisición de habilidades cognitivas, motoras, del lenguaje y/o sociales que impactan significativamente en el funcionamiento personal, social y académico. Tienen su origen en la primera infancia o durante el proceso de desarrollo y comprende a heterogéneos procesos englobados bajo esta etiqueta.
El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales en su quinta edición (DSM-V) incluye dentro los trastornos del neurodesarrollo los siguientes siete grupos: Discapacidad intelectual, Trastornos de la comunicación, Trastorno del espectro del autismo (TEA), Trastorno de atención con hiperactividad (TDAH), Trastornos específico del aprendizaje, Trastornos motores y Trastornos de tics. Es importante tener en cuenta que en una misma persona puede manifestarse más de un trastorno del neurodesarrollo. Y, dentro de todos los trastornos del neurodesarrollo, el autismo adquiere una especial importancia, por lo que será considerado en el próximo capítulo de la serie “Terapia cinematográfica” de forma particular.
Y esta gran diversidad también la ha reflejado en la gran pantalla y en las historias “de cine” que el séptimo arte nos ha regalado. Y hoy proponemos un recordatorio de la amplia variedad y complejidad de los trastornos del neurodesarrollo en la infancia a través de 7 películas argumentales. Estas películas son, por orden cronológico de estreno:
- El milagro de Ana Sullivan (The Miracle Worker, Arthur Penn, 1962) 6, para valorar el milagro de la palabra, el milagro del lenguaje y de los sentidos.
- Forrest Gump (Robert Zemeckis, 1994) 7, para comprender el valor de la lucha por encontrar cuál es la meta de cada uno, una mezcla de destino y sueños propios.
- Estrellas en la Tierra (Taare Zameen Par, Aamir Khan, 2007) 8, para confirmar que cada niño y niña es especial, incluso con sus potenciales deficiencias psíquicas, físicas y/o sensoriales.
- El primero de la clase (Front of the Class, Peter Werner, 2008) 9, para demostrar el valor de la superación y como, a pesar de nuestras dificultades, somos merecedores de oportunidades.
- Cromosoma 5 (María Ripoll, 2013) 10, para entender la soledad del corredor de fondo ante los trastornos del neurodesarrollo.
- Gabrielle (Louise Archambault, 2013) 11, para intentar normalizar las relaciones afectivas y amorosas entre dos personas con enfermedades mentales y discapacidad.
- Línea de meta (Paola García Costas, 2014) 12, para interiorizar que la carrera de la vida es especialmente difícil para algunos.
Siete películas argumentales que el séptimo arte nos presenta con protagonistas afectos con diferentes trastornos del neurodesarrollo durante su infancia, adolescencia y juventud y que nos ayudan a comprender que cada persona es especial, diversa y con capacidades diferenciales que hay que respetar y potenciar.
Comunicació oral de les infermeres Maria Rodríguez i Elena Cossin, infermeres gestores de processos complexos de Digestiu de l'Hospital Municipal de Badalona, a les 34 Jornades Nacionals d'Infermeras Gestores, celebrades a Madrid del 5 al 7 de juny.
EL CÁNCER, ¿QUÉ ES?, TIPOS, ESTADÍSTICAS, CONCLUSIONESMariemejia3
El cáncer es una enfermedad caracterizada por el crecimiento descontrolado de células anormales en el cuerpo. Puede afectar a cualquier parte del organismo y su tratamiento varía según el tipo y la etapa de la enfermedad. Los factores de riesgo incluyen la genética, el estilo de vida y la exposición a ciertos agentes carcinógenos. Aunque el cáncer sigue siendo una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en el mundo, los avances en la detección temprana y el tratamiento han mejorado las tasas de supervivencia. La investigación continúa en busca de nuevas terapias y métodos de prevención. La concienciación sobre el cáncer es fundamental para promover estilos de vida saludables y fomentar la detección precoz.
EL TRASTORNO DE CONCIENCIA, TEC Y TVM.pptxreginajordan8
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Obesidad abdominal
1. 420 Endocrinol Nutr. 2008;55(9):420-32
Obesidad abdominal:
un estandarte del riesgo
cardiometabólico
JAVIER SALVADORa,b
, CAMILO SILVAa,b
, PEDRO PUJANTEa
Y GEMA FRÜHBECKa,b
a
Departamento de Endocrinología y Nutrición. Clínica
Universitaria de Navarra. Pamplona. Navarra. España.
b
CIBER Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN).
España.
La obesidad abdominal (OA) constituye, junto con la resistencia
insulínica, la base fisiopatológica del síndrome metabólico. El exceso de
tejido adiposo visceral (TAV) desempeña un papel clave en las
comorbilidades de la OA. La esteatosis multiorgánica promociona la
resistencia insulínica, el estrés oxidativo y la inflamación, lo que da lugar
a disfunción endotelial y arteriosclerosis. El exceso de TAV conduce a un
perfil metabólico de riesgo independientemente de la cifra de índice de
masa corporal. Los recientes estudios epidemiológicos defienden que es
necesario medir sistemáticamente el perímetro de cintura (PC) en la
valoración de la obesidad, así como incluir el valor del PC y los
parámetros de síndrome metabólico en las escalas de valoración del
riesgo cardiometabólico. La potencial capacidad patógena de la OA debe
ser tenida en cuenta en la valoración de cualquier cuadro en que el riesgo
cardiometabólico sea un objetivo de acción preventiva o terapéutica.
Palabras clave: Obesidad abdominal. Tejido adiposo visceral. Perímetro de cintura.
Síndrome metabólico.
INTRODUCCIÓN
Que la obesidad se acompaña de un aumento de la mortalidad y
de la comorbilidad cardiovascular y metabólica es un hecho sobra-
damente demostrado que ha llevado a considerarla un factor de
riesgo de gran trascendencia, tanto en sí mismo como en su papel
promotor de enfermedades prevalentes generadoras de riesgo car-
diometabólico1
. Una de las causas de que la obesidad no haya sido
reconocida desde el inicio como un factor de riesgo cardiovascular
clásico es la heterogeneidad de su impacto clínico, en parte deriva-
da de la participación de otros elementos diferentes del índice de
masa corporal (IMC), como son el exceso de masa grasa y espe-
cialmente su distribución anatómica. En los últimos años se ha
otorgado a la obesidad abdominal (OA) un papel trascendental en
la fisiopatología del riesgo cardiovascular y metabólico. Conocer
los factores implicados en su desarrollo y los mecanismos fisiopa-
tológicos que de ella se derivan puede aportar claves esenciales en
el control y el manejo del riesgo cardiometabólico (RCM).
Revisiones
ABDOMINAL OBESITY:
AN INDICATOR OF
CARDIOMETABOLIC RISK
Abdominal obesity (AO), together with
insulin resistance, forms the
pathophysiological basis of metabolic
syndrome. Excess visceral adipose tissue
(VAT) plays a key role in the comorbidity
associated with AO. Multiorgan steatosis
promotes insulin resistance, oxidative
stress and inflammation, giving rise to
endothelial dysfunction and
atherosclerosis. Excess VAT leads to a
metabolic risk profile regardless of body
mass index. Recent epidemiological
studies confirm the need to measure waist
circumference when evaluating obese
patients and to include this value and
metabolic syndrome parameters in scales
to assess cardiometabolic risk. The
pathogenic capacity of AO should be taken
into account when evaluating any
condition in which reducing
cardiometabolic risk is a preventive or
therapeutic goal.
Key words: Abdominal obesity. Visceral adipose
tissue. Waist circumference. Metabolic syndrome.
Correspondencia: Dr. J. Salvador.
Departamento de Endocrinología y Nutrición. Clínica Universitaria de Navarra.
Avda. Pío XII, 36. 31008 Pamplona. Navarra. España.
Correo electrónico: jsalvador@unav.es
Manuscrito recibido el 14-4-2008 y aceptado para su publicación el 15-9-2008
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2. EVOLUCIÓN CRONOLÓGICA DE LA
OBESIDAD ABDOMINAL HACIA EL
NÚCLEO DEL SÍNDROME METABÓLICO
La capacidad de elevar el riesgo cardiovascular que
tiene la relación entre algunos hallazgos clinicoanalíti-
cos sentó las bases para la propuesta del concepto de
síndrome metabólico. Desde la propuesta inicial de
este síndrome llevada a cabo por Reaven2
en 1988, ba-
sada en el papel central de la resistencia insulínica
(IR), se ha evolucionado hacia la adopción de nuevos
criterios, pasando por el del Grupo Europeo de Estudio
de la Resistencia Insulínica (EGIR) y el del Programa
Nacional de Educación para el colesterol (NCEP-ATP
III)3
hasta el más moderno propuesto por la Federación
Internacional de Diabetes (IDF)4
. El consenso NCEP-
ATP III, que es de momento el más empleado en la
práctica clínica, alude a la presencia de obesidad cen-
tral medida por el perímetro de la cintura (PC), mien-
tras que el establecido por la IDF considera la OA
como condición sine qua non para determinar que hay
síndrome metabólico. Adicionalmente, la propuesta de
la IDF reduce las medidas de PC y les otorga un um-
bral distinto según el origen racial4
. Por lo tanto, con el
paso del tiempo hemos asistido a un viraje conceptual
que evoluciona desde la perspectiva insulinocéntrica
inicial a la obesocéntrica actual como clave diagnósti-
ca del síndrome metabólico5
(fig. 1).
Aun cuando la oportunidad del término y su signifi-
cado clínico son controvertidos6
, la conexión OA-IR
se propone como el eje central de la fisiopatología del
síndrome metabólico y sus complicaciones7
. En este
contexto, la medida del PC como valoración indirecta
de OA se presenta como un elemento esencial en la
valoración clínica de la obesidad.
LOS COMPONENTES DE LA GRASA
ABDOMINAL: DIFERENCIAS E
INTERACCIONES ENTRE TEJIDO ADIPOSO
SUBCUTÁNEO Y TEJIDO ADIPOSO
VISCERAL
La medida del PC se ve influida tanto por el tejido
adiposo subcutáneo (TAS) como por el tejido adiposo
visceral (TAV). Estos compartimentos poseen caracte-
rísticas biológicas muy diferenciadas, y aunque man-
tengan relaciones funcionales bilaterales, su papel en
la fisiopatología de las complicaciones derivadas de la
obesidad es muy distinto. El TAV comprende hasta el
20% del total del tejido graso en el varón y hasta el
8% en la mujer, que posee proporcionalmente mayor
magnitud de TAS. El TAS se encuentra predominante-
mente localizado en las regiones femoral y glútea8
, si
bien se sitúa también en el compartimento subcutáneo
abdominal.
Existen numerosas diferencias entre los adipocitos
del TAV y los del TAS. Clásicamente se ha considera-
do que los adipocitos del TAV poseen mayor actividad
lipolítica que los del TAS9
. Sin embargo, observacio-
Salvador J et al. Obesidad abdominal: un estandarte del riesgo cardiometabólico
Hiperglucemia Hipertensión arterial
Hipertrigliceridemia
Obesidad
HDL bajo
Hiperinsulinismo
Resistencia
insulínica
Síndrome X
Cuarteto mortal
OMS
EGIR
Obesidad
abdominal
Hiperglucemia Hipertensión arterial
HipertrigliceridemiaHDL bajo
NCEP-ATP III
AACE
IDF
Adiponectina
Proteína C reactiva
PAI-1
LDL pequeñas y densas
Apnea del sueño
Disfunción endotelial
Estrés oxidativo
Otros
Síndrome metabólico
Fig. 1. Evolución de la hipótesis insulinocéntrica a la obesocéntrica del síndrome metabólico con la posible incorporación de otros ele-
mentos propios del cuadro. AACE: American Association of Clinical Endocrinologists; EGIR: Grupo Europeo de Estudio de la Resistencia
Insulínica; HDL: lipoproteínas de alta densidad; IDF: Federación Internacional de Diabetes; LDL: lipoproteínas de baja densidad;
NCEP-ATP III: Programa Nacional de Educación para el colesterol; OMS: Organización Mundial de la Salud; PAI-1: activador del plas-
minógeno tipo 1.
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3. nes recientes muestran que los adipocitos del TAS en
términos absolutos tienen mayor actividad de lipopro-
teinlipasa y superior efecto lipolítico tras estimulación
farmacológica10
. No obstante, la capacidad de respues-
ta lipolítica relativa respecto al nivel basal es superior
en los adipocitos del TAV. Estos hallazgos son compa-
tibles con una mayor sensibilidad del TAV a estímulos
lipolíticos10
. En este sentido, el posible papel de una
sensibilidad diferente de la regulación de la lipólisis
por catecolaminas que explique las diferencias entre
TAS y TAV es controvertido10,11
. La producción de ci-
tocinas proinflamatorias y generadoras de IR como la
interleucina (IL) 6 y el factor de necrosis tumoral alfa
(TNF␣), así como del inhibidor del activador del plas-
minógeno tipo 1 (PAI-1), es superior en el TAV que en
el TAS12
, mientras que éste genera más leptina y adi-
ponectina. La producción de leptina aumenta confor-
me lo hace el tamaño del adipocito, lo que representa
un mecanismo de autorregulación, ya que la hiperlep-
tinemia reduce la ingesta, aumenta la actividad simpá-
tica y favorece la oxidación de ácidos grasos en los
músculos13
.
Los adipocitos del TAV tienen mayor capacidad de
captación de glucosa que los del TAS, en probable re-
lación con una mayor expresión de GLUT-414
, lo que
es un sustrato para alcanzar un almacenamiento de tri-
glicéridos superior al del TAS.
El mayor grado de lipólisis del TAV favorece el flu-
jo aumentado de ácidos grasos libres al hígado por vía
portal, donde contribuyen a generar IR, esteatosis he-
pática y sus complicaciones metabólicas.
La densidad de receptores de andrógenos y gluco-
corticoides en el TAV es superior a la del TAS8
, lo que
es la base de su regulación endocrina. El tono estrogé-
nico favorece la acumulación gluteofemoral de TAS,
mientras que su desaparición en la menopausia pro-
mueve la de TAV15
. La menopausia incrementa el ta-
maño de los adipocitos del TAV y su actividad lipolíti-
ca como consecuencia de la IR, mientras que en el
TAS no se producen cambios respecto a la situación
premenopáusica16
. Así pues, la proporción entre las
magnitudes de TAV y TAS aumenta tras la menopau-
sia y la aproxima a la situación del varón8
. El efecto
inhibidor de los estrógenos sobre la producción de IL-
617
también se reduce tras la menopausia, a pesar de
que el adipocito se convierta en una fuente estrogénica
a través de la aromatización de andrógenos. Conse-
cuentemente los estrógenos, por este y otros mecanis-
mos, pueden contribuir al efecto protector contra la
enfermedad cardiovascular que presentan las mujeres
premenopáusicas cuando se las compara con los varo-
nes de su misma edad18
, lo que explicaría que el trata-
miento hormonal sustitutivo en la menopausia ejerza
un efecto protector contra la acumulación de TAV.
La actividad de la 11-betahidroxiesteroide deshidro-
genasa tipo 1, que convierte la inactiva cortisona en
cortisol, es más elevada en el TAV19
, y da soporte a la
hipótesis según la cual el hipercortisolismo tisular fa-
vorece el desarrollo de TAV y de síndrome metabóli-
co, que muestra algunas características comparables
con las del síndrome de Cushing.
Hay indicios de que la magnitud del TAV influye en
la sensibilidad a la lipólisis de los adipocitos del TAS,
que se ve elevada en pacientes con obesidad visceral20
,
lo que contribuiría a aumentar el contingente circulante
de ácidos grasos libres (AGL). Por otra parte, algunos
factores de transcripción presentes en el TAV se en-
cuentran también en adipocitos del TAS. Los preadipo-
citos del TAS poseen mayor capacidad que los del TAV
para diferenciarse en adipocitos pequeños, que mues-
tran alta insulinosensibilidad y acumulan triglicéridos
y AGL, evitando su depósito en otros tejidos como
músculo, hígado, páncreas o miocardio, por lo que
ejercen un papel protector contra la esteatosis orgánica
y la lipotoxicidad, que son esenciales en el desarrollo
de las complicaciones de la obesidad. Posiblemente,
cuando los adipocitos del TAS ven superada su capaci-
dad de almacenamiento, se vuelven insulinorresisten-
tes, aumenta su capacidad lipolítica, liberan AGL y
permiten el aumento del TAV y sus complicaciones.
En concordancia con estos aspectos, algunas obser-
vaciones clínicas otorgan al TAS un papel protector
contra la enfermedad cardiovascular, estableciendo
una relación negativa entre el TAS gluteofemoral y la
arteriosclerosis21
. Sin embargo, otros autores conside-
ran que el TAS contribuye al desarrollo de inflama-
ción y estrés oxidativo22
. Es posible que, dependiendo
de las características de sus adipocitos, en un momen-
to determinado el TAS traduzca uno u otro efecto.
La sensibilidad del TAV es superior a la del TAS en
la respuesta a la restricción calórica, que induce au-
mentos en la expresión de genes que codifican me-
canismos promotores de la lipólisis como la lipasa
sensible a hormonas, receptores beta-3 y proteína de-
sacoplante 2 (UCP-2) en TAV, pero no en TAS23
. Estos
hallazgos justifican la gran mejoría de factores de ries-
go cardiovascular que se produce en la obesidad con
pérdidas ponderales relativamente escasas.
Las citocinas proinflamatorias y generadoras de IR
como TNF␣ e IL-6 muestran interacciones con los
AGL y la adiponectina. La adiponectina inhibe el fac-
tor de transcripción NF-B y contrarresta los efectos
proiinflamatorios de TNF e IL-624
.
Los estudios comparativos de expresión génica en
TAS y TAV llevados a cabo en pacientes con obesidad
contribuyen a esclarecer la función de ambos compar-
timentos de tejido adiposo. Tanto el TAV como el
TAS muestran sobreexpresión de genes relacionados
con la inflamación en pacientes obesos25
. Otros estu-
dios revelan que algunas quimiocinas de la familia
CC relacionadas con la atracción de células mononu-
cleares a los tejidos inflamados, como son CCL5 y
CCL11, se expresan más en TAV que en TAS, mien-
tras CCL8 se expresa más en TAS26
. La expresión del
marcador de macrófagos CD68, así como la de TNF␣,
es similar en el TAS y el TAV de pacientes obesos26
.
Otros genes, como los que codifican los receptores de
adiponectina, se expresan por igual en TAS y TAV27
.
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4. En general, el TAS y el TAV muestran una alteración
en la expresión de genes implicados en la señaliza-
ción insulínica, la lipogénesis y la inflamación, lo que
indica que ambos compartimentos participan en las
complicaciones metabólicas de la obesidad28
. La au-
sencia de expresión de resistina en adipocitos aisla-
dos, en contraste con los resultados obtenidos en el
análisis de TAS y TAV total, es indicio de su origen
extraadipocitario25
.
Así pues, tanto el TAV como el TAS poseen caracte-
rísticas anatómicas y funcionales particulares (fig. 2),
que determinan su papel clave en el desarrollo del sín-
drome metabólico.
FACTORES ETIOLÓGICOS IMPLICADOS
EN EL AUMENTO DE GRASA VISCERAL
La causa que subyace en el aumento del comparti-
mento graso visceral reconoce un origen multifacto-
rial (fig. 3). Aunque el desequilibrio en el balance
energético a favor de la ingesta posee un protagonis-
mo fundamental, se han descrito alteraciones genéti-
cas que afectan al comportamiento alimentario. Hay
indicios de que existen determinantes genéticos para
la magnitud de la grasa visceral que afectan tanto a la
secreción de adipocinas como a los receptores hormo-
nales29,30
. Obviamente hay influencias nutricionales y
de hábitos de vida que promueven la acumulación de
grasa y más concretamente de la visceral, como se de-
duce de los efectos del sedentarismo31
.
Tanto la edad como el sexo y las hormonas sexuales
son factores reguladores de la masa grasa visceral y de
su efecto en la promoción de diferentes factores de
riesgo cardiovascular32
. El entorno hormonal es un
elemento modulador de primer nivel que explica el
aumento de grasa visceral en la mujer menopáusica
respecto a la edad fértil y la mayor tendencia a la obe-
sidad abdominal en el varón. En la mujer el patrón hi-
perandrogénico, que incluye la reducción de globulina
transportadora de hormonas sexuales (SHBG), favore-
ce la obesidad visceral33
. Así, en las mujeres premeno-
páusicas se ha observado asociación entre ovario poli-
quístico, hiperandrogenismo y síndrome metabólico34
,
mientras que en las posmenopáusicas la concentración
de testosterona, el índice androgénico libre y el estra-
diol se encuentran más elevados y la concentración de
SHBG es más baja en las pacientes con síndrome me-
tabólico33
. El patrón androgénico se asocia con todos
los factores individuales propios del síndrome según
criterios diagnósticos ATP-III.
La deficiencia de somatotropina (GH) favorece la
obesidad visceral, aspecto reversible con tratamiento
sustitutivo35
. La reducción en la secreción de GH que
se produce con el paso de los años puede favorecer el
aumento de la adiposidad visceral y el aumento en la
tasa de síndrome metabólico que ocurre en edades
avanzadas. Asimismo, la hiperactividad del eje hipota-
lamohipofisoadrenal (HPA) y la consiguiente hiper-
cortisolemia que se ha demostrado relacionada con
la obesidad visceral favorecen la acumulación grasa
centrípeta y la obesidad abdominal36
. Además, se ha
descrito una sobreexpresión de 11--hidroesteroide
deshidrogenasa tipo 1, que convierte en las células la
inactiva cortisona en cortisol en adipocitos de grasa
visceral37
, lo que amplificaría aún más el efecto gluco-
corticoideo y favorecería la obesidad visceral.
El papel del estrés debe subrayarse especialmente38,39
.
Uno de los mecanismos postulados implica a la activa-
ción del eje HPA, que además de producir hipercortiso-
lemia, inhibe los ejes somatotropo y gonadal, lo que es-
timula el desarrollo de la grasa visceral. La simultánea
activación del sistema nervioso simpático favorece la li-
pólisis del tejido omental y la síntesis de IL-6. Los adi-
pocitos de la grasa visceral son muy sensibles al efecto
lipolítico de las catecolaminas, lo que favorece la gene-
ración de AGL. La exposición al estrés genera aumento
de grasa visceral en adultos jóvenes sanos38
, y ello con-
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Tejido adiposo
visceral
Capacidad
lipolítica
aumentada
Adipocitos
resistentes a
la insulina
Elevada densidad
de receptores
adrenérgicos
Producción de
adipocinas
inflamatorias
Producción de AGL
con drenaje portal
Elevada densidad
de receptores
de glucocorticoides
Determinación genética
Sensibilidad a la
restricción calórica
Fig. 2. Características
propias del tejido adi-
poso visceral que parti-
cipan en la fisiopatolo-
gía de la obesidad
abdominal y el síndro-
me metabólico. AGL:
ácidos grasos libres.
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5. firma la relación entre el estrés y el desarrollo de obesi-
dad visceral y síndrome metabólico.
El descubrimiento del sistema endocannabinoide, en
el que se incluyen ligandos endógenos como ananda-
mida y 2-araquidonilglicerol y receptores específicos
para estas moléculas, como CB-1 y CB-2, con amplia
distribución en diferentes tejidos del organismo, y su
posible implicación en la regulación del comporta-
miento alimentario y en el desarrollo de OA y sus
complicaciones ha aportado un nuevo elemento en la
fisiopatología de la obesidad40
. La activación del re-
ceptor CB-1 en el hipotálamo y el sistema límbico se
asocia a aumento de la ingesta calórica41
. Además, la
sobreexpresión de este receptor en los adipocitos inhi-
be la síntesis de adiponectina42
mientras que en el hí-
gado favorece la expresión de enzimas estimuladoras
de la síntesis de ácidos grasos43
y en los músculos in-
hibe la captación de glucosa y promueve la resistencia
insulínica44
. Su activación en el tubo digestivo inter-
fiere con las señales de saciedad y favorece la inges-
tión de alimentos. Así pues, el aumento del tono endo-
cannabinoide a través de la síntesis de sus principales
mediadores45
y de la expresión y la activación de re-
ceptores CB-1 se asocia al desarrollo de OA y efectos
relacionados con sus complicaciones metabólicas,
como la resistencia insulínica, la intolerancia a los hi-
dratos de carbono y la dislipemia. La implicación de
este sistema en la fisiopatología de la obesidad abre
una ventana terapéutica muy importante que tiene re-
percusión potencial en diversos mecanismos que parti-
cipan en el desarrollo de OA y sus complicaciones.
CAPACIDAD PATÓGENA DE LA OBESIDAD
ABDOMINAL
El RCM derivado de la OA y visceral se encuentra
íntimamente ligado al síndrome metabólico, en el que
la adiposidad central tiene un papel fundamental.
Existen diversos mecanismos que explican la capaci-
dad patógena de la obesidad visceral. La generación
de un estado proinflamatorio y su relación bidireccio-
nal con la IR, frecuente en el síndrome metabólico,
contribuye a generar hipertensión, dislipemia, disglu-
cosis y una situación protrombótica que contribuye a
aumentar la morbimortalidad cardiovascular. El au-
mento de producción de elementos implicados en el
tono presor, como el angiotensinógeno, contribuye a
activar el sistema renina-angiotensina, lo que —junto
con otros factores46
como el aumento del tono simpáti-
co en el que participa la hiperinsulinemia, que a su
vez promociona la reabsorción de sodio en el túbulo
contorneado proximal de la nefrona47
— constituye el
sustrato de la hipertensión arterial.
Los efectos de la reducción de la grasa abdominal, y
más específicamente visceral, en las citocinas proin-
flamatorias y el consiguiente aumento de insulinosen-
sibilidad confirman que el exceso de TAV y sus me-
diadores son elementos clave en la inflamación y la
consiguiente IR48
.
Aunque ocupe otra localización anatómica, el tejido
adiposo epicárdico (TAE) también es una fuente de
ácidos grasos libres, adipocinas y citocinas proinfla-
matorias49,50
. Su relación funcional con el TAV y su
asociación con alteraciones funcionales cardíacas, po-
siblemente en parte debido a su proximidad anatómi-
ca, y otros factores de riesgo cardiovascular han hecho
que este parámetro medible radiológicamente esté
emergiendo como un elemento de interés en la estrati-
ficación del riesgo cardiometabólico49,50
. Reciente-
mente se han propuesto puntos de corte del grosor de
TAE de 9,5 y 7,5 mm en varones y mujeres, respecti-
vamente, como valores predictores de síndrome meta-
bólico51
. Por la facilidad de su medición mediante
ecografía y su significado funcional, la valoración del
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424 Endocrinol Nutr. 2008;55(9):420-32
Obesidad
visceral
Sexo
↑ Tono
endocannabinoide
Factores gestacionales
y perinatales
Edad
Factores nutricionales
Genes
Estrés
Sedentarismo
↓ GH
↑ 11 OH ST DHasa
Hiperandrogenismo
↓ Estrógenos
Hipogonadismo
Fig. 3. Factores etiológicos implica-
dos en el desarrollo de obesidad vis-
ceral. 11 OH ST DHasa: 11-b-hi-
droxiesteroide deshidrogenasa; GH:
hormona de crecimento.
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6. TAE puede ser un método alternativo a la estimación
de grasa visceral. Así pues, los resultados publicados
avalan un papel significativo del TAE en la fisiopato-
logía de las complicaciones de la obesidad que posee
connotaciones tanto diagnósticas como de seguimien-
to terapéutico.
Adipocitocinas, inflamación
e insulinorresistencia
Hoy está plenamente demostrado que el tejido adipo-
so, que incluye adipocitos, macrófagos, fibroblastos y
otros tipos celulares, es una fuente de numerosas molé-
culas de diverso perfil de acción52
. Muchas de ellas tie-
nen carácter proinflamatorio; otras, efecto proagregante
o favorecedor de hipertensión, son proangiogénicas, in-
munomoduladoras y potenciadoras de resistencia insu-
línica, y algunas tienen acción insulinosensibilizante53
.
Algunas adipocinas como leptina y adiponectina son
producidas preferentemente por adipocitos, mientras
otras de carácter inflamatorio, como TNF␣ e IL-6 que
participan en los fenómenos de inflamación e IR, son
segregadas predominantemente por los macrófagos.
En la obesidad, la secreción de moléculas como la
proteína quimiotáctica de monocitos (MCP-1 o CCL-
2) por el adipocito favorece la infiltración por células
inflamatorias en un ejemplo de interacción bilateral
(cross-talk) entre adipocitos, macrófagos, células en-
doteliales y monocitos, de importancia clave en la fi-
siopatología de la obesidad abdominal54-56
. La eleva-
ción de marcadores biológicos como proteína C
reactiva (PCR), alfa-1-glucoproteína, ácido siálico y
amiloide A en pacientes con obesidad abdominal ca-
racteriza al patrón de inflamación de bajo grado pro-
pio de este trastorno. Tanto el TNF␣ como las IL, es-
pecialmente la IL-6 producida por los macrófagos,
fibroblastos, células endoteliales y adipocitos y esti-
mulada por el sistema nervioso simpático, son de los
principales mediadores del aumento de proteínas in-
flamatorias. Su concentración elevada se asocia con
resistencia insulínica y disfunción endotelial y predice
diabetes mellitus tipo 2 e infarto de miocardio57,58
.
Aunque la administración de IL-6 inhibe la respuesta
de insulina a la estimulación por glucosa, el efecto
diabetógeno proviene sobre todo de su efecto inhibi-
dor de la señalización intracelular del receptor de in-
sulina en hepatocitos59
. También promueve el aumento
de AGL y la reducción de adiponectina, circunstancias
ambas que favorecen la IR60,61
.
La observación de que la neutralización del TNF␣
induce un aumento de la insulinosensibilidad62
en la
rata obesa sentó la base de su efecto promotor de IR,
aspecto confirmado en estudios clínicos63
. Tanto la
disminución de adiponectina como el aumento de
AGL y la interferencia con la señalización intracelular
de insulina, a través de reducir la actividad de la tiro-
sincinasa, son mecanismos potenciales del efecto en la
IR del TNF␣64
. El TNF␣ da lugar a cambios proinfla-
matorios en células endoteliales y de músculo liso
vascular65
y estimula la producción de moléculas de
acción vasoconstrictora como endotelina-1 y angio-
tensinógeno, lo que contribuye al desarrollo de hiper-
tensión arterial. De hecho, la concentración de TNF␣
se relaciona con la presión arterial y la IR en
humanos66
, por lo que constituye un elemento humo-
ral clave en la fisiopatología del síndrome metabólico.
Además, estimula la producción de IL-6 y PCR, con
lo que se cierra un circuito reverberante generador de
inflamación e IR67
.
Uno de los mecanismos por los que las adipocinas
promueven la inflamación es estimulando la produc-
ción hepática de PCR. Además de ser un marcador de
inflamación, la PCR contribuye directamente a gene-
rar daño vascular, activación endotelial y trombosis68
.
Se ha demostrado su capacidad de inhibir la sintetasa
del óxido nítrico y aumentar las moléculas de adhe-
sión y el NF-B, el estrés oxidativo y la apoptosis en-
dotelial, por lo que es un factor proarteriosclerótico69
.
Otra adipocitocina de gran importancia es la adipo-
nectina, también identificada como Acrp30, AdipoQ,
apM1 o GBP28. La producen exclusivamente los adi-
pocitos, tanto del tejido adiposo blanco como del par-
do, y su secreción, en contraste con el resto de las adi-
pocinas, se encuentra reducida en la obesidad. Tiene
efecto insulinosensibilizante, antiinflamatorio y antia-
terogénico70
. Su papel en las complicaciones derivadas
de la OA es muy probable, dado que la hipoadiponec-
tinemia se asocia con la existencia de síndrome meta-
bólico con mayor fuerza que cualquier marcador infla-
matorio71
. Tanto el sexo (más reducida en varones)
como la dieta rica en hidratos de carbono y el estrés
oxidativo reducen su concentración70
. Su efecto insuli-
nosensibilizador se relaciona con la activación de la
cinasa AMPK, que además favorece el catabolismo de
AGL y el gasto energético, en parte a través de la acti-
vación de receptores PPAR␣. La concentración circu-
lante de adiponectina en humanos es muy elevada y se
correlaciona negativamente con el IMC y la grasa vis-
ceral72
. El mecanismo implicado en el efecto reductor
de adiponectina que sucede en la obesidad no se cono-
ce bien, aunque se ha propuesto que la hiperproduc-
ción de TNF␣ por el tejido adiposo visceral tiene
efecto inhibidor de la síntesis de adiponectina por los
adipocitos del tejido subcutáneo73
, lo que justifica los
hallazgos en plasma. Tanto la IL-6 como los glucorti-
coides también inhiben la secreción de adiponectina.
La hipoadiponectinemia se asocia a resistencia insulí-
nica. De hecho, el ratón knock-out para adiponectina
muestra resistencia insulínica corregible mediante tra-
tamiento sustitutivo74
. Su concentración elevada pare-
ce ejercer un efecto protector contra el desarrollo de
diabetes mellitus tipo 275
, mientras que los pacientes
con enfermedad coronaria muestran valores en plasma
disminuidos76
. Diversos estudios indican un papel pro-
tector de la adiponectina contra el desarrollo de enfer-
medad cardiovascular72,76
, que es un factor clave en las
comorbilidades del síndrome metabólico. Asimismo,
la hipoadiponectinemia acompaña con frecuencia a la
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7. disfunción endotelial y a la hipertensión arterial77,78
.
En cuanto a su papel antiaterogénico, se acumula en el
espacio subendotelial del vaso dañado, donde inhibe
la adhesión monocitaria, la expresión de moléculas de
adhesión como la molécula de adhesión intercelular 1
(ICAM-1) y selectina-E79
y la proliferación de células
musculares lisas inhibiendo la AMPK80
.
Otras adipocinas como la visfatina también se en-
cuentran implicadas en la patogenia del síndrome me-
tabólico. Aun cuando se la considera un origen prefe-
rencial por parte del tejido adiposo visceral, la
expresión de ARNm de visfatina en tejido visceral y
subcutáneo es similar81
. A pesar de que tiene efecto
insulinosensibilizador actuando sobre el propio recep-
tor de insulina, estimula la producción de IL-1, IL-6 y
TNF␣, por lo que se debe considerarla una citocina
proinflamatoria82
. El papel que la visfatina desempeña
en la fisiopatología de la OA y el síndrome metabólico
está aún por esclarecerse.
La leptina, además de su efecto inhibidor del apetito
y estimulador del gasto calórico, tiene efectos promo-
tores de la migración de monocitos y macrófagos y
estimuladores de otras citocinas, genera efectos proli-
ferativos, proinflamatorios, protrombóticos y favore-
cedores del estrés oxidativo, por lo que se la considera
uno de los mediadores entre tejido adiposo e inflama-
ción83,84
.
La resistina no es una verdadera adipocina pues,
aunque se produce en el tejido adiposo85
, su origen se
relaciona con la fracción estromal y no con los adipo-
citos25
. Aunque en animales de experimentación se ha
visto implicada en la fisiopatología de la IR86
, no hay
tal evidencia en humanos, y se la observa relacionada
con la inflamación y sus marcadores biológicos87,88
. El
PAI-1 también se produce en exceso por los adipo-
citos en la obesidad visceral y contribuye al estableci-
miento de un estado protrombótico que caracteriza la
obesidad visceral89
.
Otras citocinas también participan en la fisiopatolo-
gía de la inflamación. La IL-10, secretada por células
inmunitarias, parece tener efecto protector contra la dis-
función endotelial y la arteriosclerosis90,91
. La disminu-
ción de IL-10 facilita la inestabilidad de la placa arte-
riosclerótica y el desarrollo de síndrome metabólico92
.
De otras adipocinas de identificación más reciente,
como omentina93
y lipocalina 294
, aún no se ha concre-
tado su papel en la fisiopatología de la obesidad y la
IR, al igual que otras moléculas como la proteína
transportadora de retinol 4 y la caveolina-195,96
.
El papel de los ácidos grasos libres
Diversas alteraciones metabólicas relacionadas con
la obesidad abdominal pueden explicarse por una pro-
ducción excesiva y el consiguiente aporte al hígado, a
través de la vena porta, de AGL procedentes del
TAV97
. En principio, la magnitud de la grasa visceral y
el flujo de AGL que alcanza el hígado son proporcio-
nales. La concentración plasmática de AGL es un 20%
mayor en obesos que en no obesos, y la contribución
de la lipólisis esplácnica a la llegada de AGL al híga-
do es función del volumen de grasa visceral, aspecto
más significativo en mujeres98
. Ésta es una de las razo-
nes por las que el tejido adiposo visceral es un predic-
tor de las complicaciones metabólicas de las comorbi-
lidades de la obesidad más importante que el
subcutáneo. Los adipocitos hipertróficos del comparti-
mento visceral son resistentes al efecto antilipolítico
de la insulina, lo que favorece el aumento de la salida
de AGL vía portal y origina en el hepatocito un au-
mento de secreción de lipoproteínas ricas en triglicéri-
dos y reducción de la degradación de apoproteína B y
de la extracción hepática de insulina. La transferencia
de triglicéridos a partículas de lipoproteínas de baja
densidad (LDL) y lipoproteínas de alta densidad
(HDL) y su ulterior lipólisis por la lipasa hepática da
lugar a partículas HDL y LDL pequeñas y a disminu-
ción de la concentración de HDL, configurando la dis-
lipemia aterogénica que acompaña al síndrome meta-
bólico5
. El flujo aumentado de AGL participa en la
fisiopatología de la esteatosis no sólo hepática y mus-
cular, sino también cardíaca y pancreática, lo que pro-
duce las consiguientes alteraciones funcionales.
Disfunción endotelial y estrés oxidativo
La OA se asocia a disfunción endotelial99
, manifies-
ta por alteración de marcadores bioquímicos como
moléculas de adhesión, trombomodulina y endotelina-
1100
. La disfunción endotelial, un marcador inicial del
desarrollo de arteriosclerosis, se manifiesta ya en ni-
ños y adolescentes obesos99
y es reversible con la re-
ducción ponderal obtenida mediante dieta hipocalóri-
ca y ejercicio físico90
.
La obesidad se ha demostrado asociada con marca-
dores de estrés oxidativo. Concentraciones elevadas
de AGL aumentan el estrés oxidativo, que a su vez
produce alteraciones en la regulación de adipocinas
proinflamatorias y protrombóticas, como IL-6, TNF␣,
PAI-1 y MCP-1, así como antiinflamatorias y de efec-
to insulinosensibilizador, como adiponectina101
. Las
relaciones funcionales del estrés oxidativo con la acti-
vación del factor de transcripción NF-B configuran
uno de los mecanismos más importantes en la fisiopa-
tología del riesgo cardiovascular propio del síndrome
metabólico102
.
TRADUCCIÓN CLÍNICA DE LA OBESIDAD
ABDOMINAL
La OA, evaluada por el PC, se asocia a una mayor
probabilidad de adquirir factores de riesgo cardiovas-
cular y de muerte de cualquier causa cuando se ajusta
por el valor de IMC103,104
, con un riesgo 1,44 y 2,26
veces superior respectivamente105
. Un estudio pros-
pectivo reciente106
permite establecer que la obesidad
visceral estimada mediante tomografía computarizada
(TC) es un predictor independiente de mortalidad.
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8. Los pacientes con síndrome metabólico, para cuyo
diagnóstico la OA es un factor consustancial, tienen
hasta 3 veces más riesgo de enfermedad coronaria y
accidente cerebrovascular107
. Una publicación reciente
agrupa 37 estudios, que totalizan 43 cohortes y mues-
tran un riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte
1,78 veces superior al de la población normal; obser-
van que la asociación es más intensa en mujeres108
.
Aunque la obesidad en sí misma es causa de hiper-
tensión arterial, los cambios evolutivos en el PC son
predictivos de la cifra futura de presión arterial y de la
incidencia de hipertensión, independientemente del
IMC109
. Es bien conocida la capacidad predictiva del
desarrollo de diabetes mellitus, dislipemia aterogénica
y otras complicaciones que la OA tiene110
que los re-
sultados del estudio IDEA confirman111
. Estos datos
indican que la OA se asocia a factores de riesgo car-
diovascular, y permiten otorgar a la evaluación del PC
un valor pronóstico significativo y, por ende, es posi-
ble una intervención preventiva.
Además de promover la inflamación de bajo grado
y la IR, la excesiva producción de AGL y de adipoci-
nas por el TAV participa en otros mecanismos fisiopa-
tológicos que contribuyen a incrementar el riesgo car-
diovascular (fig. 4).
La OA se asocia a hepatopatía grasa no etílica
(HGNE), que se produce por infiltración adiposa de
los hepatocitos, en la que el flujo incrementado de
AGL procedente de la grasa visceral tiene un papel
significativo112
. Independientemente de su asociación
con el síndrome metabólico, la HGNE puede contri-
buir por sí sola a favorecer el riesgo cardiovascular y
metabólico generando IR, dislipemia, inflamación y
estrés oxidativo, que a su vez se ven implicados en el
deterioro de la función hepática, con lo que se cierra
un círculo vicioso113
. La reducción de adiponectina se
relaciona con la gravedad histológica independiente-
mente de la OA o de los componentes del síndrome
metabólico114
.
Análogamente al depósito de grasa en el hígado, el
páncreas y el músculo esquelético, la frecuente dis-
función cardíaca que acompaña a la obesidad puede
estar, al menos parcialmente, relacionada con el depó-
sito intramiocárdico de triglicéridos, que es 5-6 veces
superior que en sujetos no obesos115
, y favorecer la
aparición de insuficiencia cardíaca. En consonancia
con estos datos, el tratamiento de la obesidad median-
te bypass gástrico reduce la masa ventricular y mejora
su función116
.
El depósito adiposo centrípeto se asocia a síndrome
de apneas obstructivas del sueño, que es otro elemento
potenciador del RCM porque favorece la activación
del sistema nervioso simpático, la hipertensión arterial
y el aumento de citocinas proinflamatorias y protrom-
bóticas.
La OA se ha mostrado ligada a otros procesos pato-
lógicos como diferentes tipos cáncer117,118
y la infertili-
dad119
.
Salvador J et al. Obesidad abdominal: un estandarte del riesgo cardiometabólico
Inflamación
IR
Obesidad
visceral
Hipercortisolismo
Hipogonadismo
Hiperandrogenismo
SAOS
SNS
eRAA
AGL - adipocinas
Esteatosis
Estrés oxidativo
Hígado
Miocardio
Páncreas
Músculo
HipertensiónDislipemiaDiabetesEstado protrombótico
Inflamación
IR
Riesgo cardiovascular aumentado
Estrés oxidativo
Disfunción endotelial
Fig. 4. Fisiopatología del riesgo cardiovascular aumentado inducido por la obesidad visceral. AGL: ácidos grasos libres; eRAA: eje reni-
na-angiotensina-aldosterona; IR: resistencia insulínica; SAOS: síndrome de apnea obstructiva del sueño; SNS: sistema nervioso.
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428 Endocrinol Nutr. 2008;55(9):420-32
La condición metabólica de la obesidad
es función del tejido adiposo visceral
Asumiendo que el TAV es fundamental en el desarro-
llo del síndrome metabólico y sus complicaciones, es
factible que haya disociación entre la magnitud de la
obesidad y la dimensión del TAV, de modo que existan
pacientes con aumento de TAV e IMC normal. A este
tipo de pacientes se los denomina normoponderales me-
tabólicamente obesos (NPMO)120
y en ellos se observa
aumento de TAV > 100 cm2
medido con TC y rasgos
analíticos de IR. Su prevalencia puede alcanzar un 13-
18%121
. Tanto el bajo peso al nacer como la raza (fre-
cuente en japoneses y estadounidenses asiáticos) son
factores que favorecen el desarrollo de este trastorno.
El cuadro opuesto, es decir, los obesos metabólica-
mente normales (OMN), son individuos con IMC > 30
que no muestran signos de IR y tienen valores bajos
de TAV. Suelen iniciar la obesidad en la infancia y su
perfil metabólico es favorable, con HDL elevadas, tri-
glicéridos normales y ausencia de signos de IR. Pue-
den alcanzar al 20% de la población obesa121
. En este
contexto, se ha observado una relación entre el estado
de salud cardiorrespiratoria y la magnitud del TAV in-
dependientemente del IMC o del PC122
.
Los resultados obtenidos tras extirpación quirúrgica
del TAV tanto en modelos experimentales como en
humanos sustentan su contribución a la comorbilidad
inflamatoria y metabólica123
.
Lugar de la obesidad abdominal en el concepto
y la valoración del riesgo cardiometabólico total
El papel de la OA como contribuyente directo al
riesgo metabólico y cardiovascular aún no está siste-
máticamente incorporado a la valoración clásica del
RCM. Por una parte, los puntos de corte de la PC para
las diferentes razas son controvertidos4
. Por otro lado,
el debate surgido en relación con el papel del síndro-
me metabólico en la predicción del riesgo de diabetes
mellitus y enfermedad cardiovascular aún persiste6
.
Esencialmente, se cuestiona la contribución al riesgo
cardiovascular del síndrome metabólico y sus compo-
nentes cuando se tiene en cuenta los factores de riesgo
clásicos incluidos en sistemas tradicionales como el
de Framingham. Sin embargo, recientemente ha emer-
gido el concepto de RCM propuesto por la Asociación
Americana de Diabetes y la Asociación Americana del
Corazón124
para determinar el riesgo de diabetes melli-
tus y enfermedad cardiovascular aunando los factores
de riesgo tradicionales y los incluidos en el síndrome
metabólico, cuyo valor predictivo de las alteraciones
citadas está demostrado. Despres et al125
han propues-
to la valoración del RCM total añadiendo a los facto-
res tradicionales el estado de síndrome metabólico.
Por lo tanto, tratar de sustituir los sistemas tradiciona-
les de predicción del riesgo cardiovascular por el con-
cepto de síndrome metabólico es inadecuado, pero
considerar los factores de riesgo incluidos en los crite-
rios del síndrome metabólico parece correcto (fig. 5),
dado que estos trastornos no se incluyen en las escalas
clásicas de valoración y su capacidad predictiva de en-
fermedad cardiovascular es, cuando menos, similar a
la de la hipertensión o el tabaquismo126
.
Dado que la OA sin alteraciones metabólicas acom-
pañantes no puede considerarse necesariamente como
un factor de riesgo cardiovascular o de diabetes, es ne-
cesario fenotipificar a los individuos con OA para es-
tablecer cuál es su riesgo real. De este modo, la hiper-
trigliceridemia, que junto con el aumento del PC
predice la resistencia insulínica, se constituye en un
elemento de interés a la hora de evaluar la trascenden-
cia de la OA125
. Un consenso reciente127
, elaborado
para establecer la importancia clínica del PC, conside-
ra que este parámetro puede ser especialmente útil en
pacientes con IMC normales o indicativos de sobrepe-
so, dado que pueden mostrar un RCM aumentado que
no se sospecharía midiendo sólo el IMC.
No obstante, es imprescindible contar cuanto antes
con estudios prospectivos que informen sobre el ca-
rácter predictivo del desarrollo de diabetes y enferme-
dad cardiovascular que tienen los puntos de corte de
PC asignados actualmente a las distintas poblaciones
étnicas y así conocer si la OA en sí misma constituye
un elemento predictor y un heraldo del desarrollo de
síndrome metabólico y consecuentemente de diabetes
y enfermedad cardiovascular. En tal caso, la interven-
ción terapéutica en fases iniciales previas a la apari-
¿Otros?
¿Adipocinas?Apnea del sueño
TabaquismoFactores genéticos
Sexo masculinoEdad
DiabetesHipertensión
Síndrome metabólicoColesterol
Perímetro cintura
Triglicéridos/HDL
Hipertensión
Hiperglucemia
¿PCR?¿Microalbuminuria?
Riesgo cardiometabólico total
Fig. 5. Concepto de riesgo cardiometabólico total, en el que que-
dan nuevos elementos por considerar para incrementar el valor
predictivo de enfermedad metabólica y cardiovascular. PCR: pro-
teína C reactiva.
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Endocrinol Nutr. 2008;55(9):420-32 429
ción de complicaciones metabólicas podría tener una
relación de coste-beneficio favorable. Asimismo, la in-
corporación de otros marcadores como el tamaño de
las partículas LDL, índices de resistencia insulínica,
adiponectina o PCR puede mejorar la actual capacidad
predictiva de RCM (fig. 5).
En resumen, la obesidad abdominal desempeña un
papel clave en el desarrollo de síndrome metabólico y
las complicaciones cardiovasculares y metabólicas. El
compartimento visceral, a través de la secreción portal
de AGL y citocinas, parece ser el más relacionado con
el desarrollo de diabetes mellitus, dislipemia, esteato-
sis hepática, inflamación y estado protrombótico. Aun
cuando no disponemos de elementos precisos de me-
dida, la estimación del PC es un procedimiento senci-
llo y universalmente aplicable para establecer los ries-
gos de la obesidad y vigilar su evolución.
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