La obstrucción intestinal en recién nacidos puede deberse a malformaciones congénitas como atresias o estenosis. Los síntomas incluyen vómitos, distensión abdominal y retraso en la evacuación de meconio. El diagnóstico se realiza mediante exámenes físicos, de laboratorio y radiografías. El tratamiento depende de la causa y puede requerir intervención quirúrgica.