El documento argumenta que el diseño industrial debe estar centrado en el estudio del ser humano. Explica que los comportamientos y características humanas actuales son el resultado de la evolución, como la necesidad de herramientas, cooperación y cambios en las relaciones sexuales. Afirma que los diseñadores deben comprender estas características humanas para comunicar efectivamente mensajes a través de sus diseños y satisfacer las necesidades del "hombre desnudo".