El líder es visto muchas veces como un ser tocado por la divina Providencia, en tanto se muestra seguro de sí mismo y afronta cualquier circunstancia con una férrea determinación.

1. POR QUÉ PUEDEN
FRACASAR LOS
LÍDERES
Rodrigo Ruiz de Teresa Trevino
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2. Los líderes suelen disfrutar de
una buena posición económica y
resulta poco conveniente que
traten de aumentar su nómina
con más funciones dentro de la
empresa. Cuando el líder no
quiere delegar ninguna tarea y se
empeña en sumar más y más
cargos, es solo cuestión de
tiempo que acabe aplastado por
semejante carga de trabajo.
LA PESADA
CARGA DE LA
CODICIA
RODRIGO RUIZ DE TERESA TREVINO

3. LA DESTRUCCIÓN
DEL EQUIPO
Rodearse por un buen equipo de
profesionales es fundamental para
que cualquier proyecto empresarial
llegue a puerto. Cuando el líder deja
de confiar en su equipo o no toma
en consideración las opiniones de
sus subordinados, estos dejan de
sentirse vinculados con la
compañía. Es una relación que
cuesta mucho de construir pero que
puede romperse con gran facilidad.
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4. LA ARROGANCIA
NO DEJA
ESPACIO
Es lícito que un líder se considere a
sí mismo un buen profesional,
puesto que no hay nada de malo en
sentirse satisfecho con el trabajo
realizado por uno mismo. Ahora
bien, esto no puede traducirse en
que el líder crea que todo lo que sale
por su boca es oro puro y que los
demás han de seguir sí o sí su
criterio. La arrogancia acaba
copándolo todo y no deja espacio
para que nadie cuestione una mala
decisión.
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5. La flexibilidad es una de las cualidades más
deseables en los líderes, dado que, ahora más que
nunca, las empresas se enfrentan a entornos muy
cambiantes. Si este no es capaz de adaptarse a las
nuevas circunstancias o frena las transformaciones
necesarias dentro de la compañía, la estará
empujando a un abismo.
Incapacidad para adaptarse

6. El liderazgo solo es constructivo
cuando lo detentan personas
proactivas, esto es, con inquietudes y
ganas de acometer nuevos proyectos.
Si quien está al mando solamente se
dedica a reaccionar ante los
problemas, a apagar incendios en la
oficina o a conformarse con el mal
menor, la empresa acusará esta falta
de vigor y no tardará en estancarse. O
en echar el cierre.
REACCIÓN
FRENTE A
ACCIÓN
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