Este documento discute la importancia de una educación integral que permita a los niños descubrirse a sí mismos y vivir de acuerdo a su propia naturaleza. Citando a Romano Guardini, enfatiza que los educadores deben defender las necesidades vitales de los niños y asegurar que puedan vivir su propia vida sin presiones prematuras para que se comporten como adultos.