Los principales grupos aborígenes del norte de México fueron los chichimecas, que subsistían mediante la recolección y la caza. Los zapotecas en el sur practicaban la agricultura, la artesanía y el comercio, y tuvieron una organización teocrática. La civilización maya se extendió entre los siglos III y XV en el sur de México, Guatemala y Honduras, y se caracterizó por sus ciudades-estado independientes y su precisión calendárica.