El documento analiza los resultados de España en las pruebas PISA entre 2000 y 2009, comparándolos con el promedio de la OCDE. Resalta que aunque España ha mejorado su tasa de graduados de ESO, sus puntajes en lectura, matemáticas y ciencias han permanecido estables e inferiores al promedio de la OCDE en unos 10, 15 y 12 puntos respectivamente.