El documento discute los límites del poder punitivo del Estado. A partir del siglo XVIII, el Estado ha monopolizado el poder de castigar. Sin embargo, se cuestiona si el ejercicio de este poder es realmente racional y eficaz. Zaffaroni distingue entre normas y leyes, y argumenta que la lesión del derecho de obediencia es la fuente del derecho penal subjetivo. También critica la tendencia a aprobar nuevas leyes penales sin debates adecuados o datos que las sustenten, lo que amplía la arbitrariedad y no