Este documento discute cómo se puede construir una sociedad más armoniosa y pacífica. Argumenta que la familia, la escuela y la sociedad deben promover valores como la hermandad, la justicia social y los derechos humanos. Además, sostiene que la propuesta educativa lasallista busca formar ciudadanos críticos que defiendan la pluralidad y trabajen para lograr la paz y la armonía.