El documento propone el uso de espacios virtuales para complementar la enseñanza presencial desde una perspectiva de pedagogía liberadora. Esto permitiría alcanzar un mayor grado de profundización de los aprendizajes y llegar a más estudiantes de forma factible y viable. Se argumenta que los espacios virtuales pueden ser una herramienta ideal para modelar al hombre nuevo desde la pedagogía problematizadora y de concientización propuesta por Paulo Freire.