Los conflictos pueden interferir con el proceso de rehabilitación si no se manejan de manera constructiva. Los conflictos involucran intereses opuestos entre dos o más partes y pueden escalar rápidamente, pero también representan una oportunidad para el cambio positivo. Existen diferentes enfoques para afrontar los conflictos, como la competición, la evasión, la conciliación, la acomodación o la colaboración, siendo esta última la forma más beneficiosa de lograr que todas las partes salgan ganando.