Los factores de transferencia son moléculas de 20-40 aminoácidos que pueden transferir información sobre agentes agresores de un individuo a otro, induciendo una respuesta inmune secundaria sin exposición previa. Guardan información sobre amenazas para ayudar al sistema inmune a reconocerlas, responder a ellas y recordarlas. No curan enfermedades directamente, sino que proveen datos al sistema inmune para que este pueda sanar al organismo.