Relación entre oratoria, discurso, retórica, lógica y hermenéutica
1. Relación existente entre la oratoria, el discurso, la retórica, la lógica y la
hermenéutica.
Entre la oratoria, el discurso, la retórica, la lógica y la hermenéutica existe una
relación muy estrecha ya que todos son tomados en cuenta al momento de
realizar un discurso para lograr el total éxito en el objetivo trazado.
La oratoria es la capacidad que tiene el ser humano de hablar y exponer un
punto de vista ante un público determinado de manera clara precisa y
comprensible. La palabra oratoria proviene de del término latino orare que
significa “hablar o exponer en público” Las habilidades oratorias de una
persona son extremadamente importantes cuando de convencer, persuadir o
atraer al público se trata , y es por esta sencilla razón que son especialmente
trabajadas por políticos, publicistas líderes empresariales, figuras públicas y del
entretenimiento , docentes . etc.
Para alcanzar el cometido esperado, la oratoria basa su trabajo en el desarrollo
del mensaje a comunicar, en las estrategias argumentativas y en el llamado de
atención sobre el publico delimitado, tomando en cuenta que se debe buscar la
manera de de decir lo que el público quiere oír y organizarlas a través de
estructuras discursivas comprensibles y adecuarlas a ese público especifico.
En la antigüedad los griegos y romanos conocían de ella importancia de la
oratoria y de la trasmisión oral de información y conocimientos, y que no era
algo con lo que se nacía sino que por el contrario era necesario estudiarla
permanentemente a fin de perfeccionarla, para lo cual debían participar en
debates, discurso para ir tomando practica y aprender de los errores.
Un discurso es un mensaje que se pronuncia ante un público específico, con el
fin de trasmitir una información y por lo general convencer a los oyentes.
El discurso es un sistema de ideas que se construye de manera social
Se suele considerar que la lógica forma parte de la Filosofía, aunque la lógica,
como tal, se aplica en diversas áreas y actividades del ser humano. La lógica
filosófica utiliza cuatro principios fundamentales que establecen los procesos
de pensamiento correcto. Estos principios son el principio de identidad, el
2. principio de no contradicción, el principio de tercero excluido y el principio de
razón suficiente.
La retórica puede ser definida como la técnica del discurso persuasivo. El arte
de la retórica es un arte del discurso en acción, El orador pretende lograr el
asentimiento de su auditorio y, si se da el caso, incitarle a actuar en el sentido
deseado. En este sentido, la retórica es a un tiempo ilocucionaria y
perlocucionaria. La orientación hacia el auditorio implica que el orador parte de
las ideas admitidas que comparte con éste último. El orador sólo adapta su
auditorio a su propio discurso si primero acomoda éste a la temática de las
ideas admitidas. La argumentación, en este punto, apenas realiza una función
creadora: transfiere a las conclusiones la adhesión que se presta a las
premisas.
Para la creación retórica de discursos y para la creación de un texto en general,
ya sea literario o pragmático, hay que seguir determinado proceso que se
encargó de estudiar la Retórica desde los tiempos de Gorgias. Dicho proceso
consta de cinco fases, según canonizó Cicerón: Inventio o
invención, Dispositio u ordenamiento, Elocutio u ornato,Memoria y Actio u
acción. Los tres primeros son fundamentales, los dos posteriores son de índole
pragmática, cuando el discurso se pronuncia.
La hermenéutica l, cuya historia ha escrito el Padre Lubac^, se estableció el
complejo edificio de los cuatro sentidos de la Escritura, es decir, de los cuatro
niveles de lectura: literal o histórico, tropológlco o moral, alegórico o simbólico,
anagógico o místico. Por último, con la modernidad, surgió una nueva
hermenéutica bíblica con la incorporación de las ciencias filológicas clá- sicas a
la antigua exégesis. En este estadio, la exégesis alcanzó su auténtico nivel
hermenéutico, a saber, asimiió la tarea de transferir a una situación cultural
moderna el sentido esencial que los textos pudieron asimiir en una situación
cultural que ya no era la nuestra. Vemos perfilarse, en este punto, ima
problemática que ya no es específica de los textos bíblicos ni en general de los
religiosos, a saber, la lucha contra la comprensión inadecuada, nacida, como
hemos dicho anteriormente, de la distancia cultural. Interpretar, en lo sucesivo,
será traducir un significado de im contexto cultural a otro según una supuesta
3. regla de equivalencia de sentido. En este pimto, la hermenéutica bíblica
conjugó las otras dos modalidades de la hermenéutica. En efecto, desde el
Renacimiento y, sobre todo, a partir del siglo XVIII, la filología de los textos
clásicos constituyó un segundo campo de interpretación autónomo con relación
al anterior. En uno y otro caso, la restitución del sentido resultó ser un aimiento
de sentido, una trasferencia o, como acabamos de decir, una traducción, a
pesar de la distancia temporal o cultural, o incluso gracias a ella.
La tarea de la hermenéutica consiste, pues, en aproximarse a esa supuesta
identidad semántica con los únicos recursos de la descontextualización y de la
recontextualización del sentido. La traducción, en el sentido amplio del término,
es el modelo de esta precaria operación. El reconocimiento del tercer foco
hermenéutico nos permite comprender mejor en qué consiste esta operación.
Se trata de la hermenéutica jurídica. En efeao, el texto jurídico no se presenta
nunca sin un procedimiento de interpretación: la jurisprudencia, que innova en
las lagunas del derecho escrito y, sobre todo, en las nuevas situaciones no
previstas por el legislador. El derecho avanza, así, por acumulación de
precedentes. La jurisprudencia ofrece, pues, el modelo de una innovación que,
al mismo tiempo, establece ima tradición.