2. Trastorno del desarrollo
neurológico
existen una serie de trastornos del
desarrollo neurológico que debido a sus
repercusiones a nivel individual, social
y académico pueden propiciar el
fracaso escolar.
Según el Manual diagnóstico y
estadístico de los trastornos mentales
(DSM-5) existen una serie de
disfunciones psicológicas que se
engloban dentro de la categoría:
trastornos del desarrollo neurológico.
Los principales trastornos son:
discapacidad intelectual, trastornos de
la comunicación, trastorno del espectro
autista, TDAH, trastorno específico del
aprendizaje (lectura, expresión escrita o
matemáticas) o trastornos motores.
Los trastornos del desarrollo
neurológico influyen durante el
proceso de desarrollo del individuo.
Pueden interferir gravemente en la
maduración de las capacidades
cognitivas y en la formación de la
personalidad del niño. Debido a alguno
de estos trastornos del desarrollo
neurológico, las capacidades básicas
de la persona pueden sufrir alguna
alteración durante el desarrollo infanto-
juvenil.
Éstas pueden generar una serie de
disfunciones cognitivas y
conductuales que repercuten muy
severamente en la evolución
psicológica del niño y del
adolescente. Las repercusiones de
estos trastornos del desarrollo
neurológico pueden interferir en los
procesos de maduración y
aprendizaje del niño según las
etapas evolutivas, dando lugar a
importantes déficits y alteraciones
psicopatológicas
en la vida adulta.
Las principales consecuencias a
nivel personal, familiar y social de
estos trastornos del desarrollo
neurológico varían en función de la
edad y del nivel de maduración de
los afectados. Se podrían destacar:
malestar psíquico, conflictos
familiares, dificultades de
aprendizaje, fracaso escolar y
académico, conductas impulsivas y
anormal asunción de riesgos vitales,
desadaptación conductual en
ambientes normativos y encontrar
seguridad en grupos marginales,
conflictos interpersonales en la
adolescencia, adicciones,
agresividad y violencia juvenil
indiscriminada, fracaso laboral y
fracaso vital.
3. Los trastornos neurológicos del
desarrollo constituyen una
prioridad de estudio para la OMS
y la UE. Las cifras actuales
hablan de proporciones
epidémicas.
Los pediatras diagnosticamos
pacientes con patologías
neurológicas (cognitivas,
conductuales, motoras,
sensoriales y mal formativas). Los
trastornos del aprendizaje,
conducta y del desarrollo en los
niños son claramente el resultado
de complejas interacciones entre
factores ambientales (físicos,
químicos, biológicos, psicológicos
y sociales) y genéticos durante los
periodos vulnerables del
desarrollo. A diferencia de los
adultos, la exposición a
sustancias químicas neurotóxicas
durante las ventanas de
vulnerabilidad en períodos críticos
de la organogénesis e
histogénesis del cerebro puede
hacer que el niño sufra una
alteración de la función cerebral
de por vida o bien que aparezca
durante su etapa adulta.
El número de niños afectados por
deficiencias del neurodesarrollo es
importante y parece incrementarse:
1. Solo los problemas del aprendizaje
pueden estar afectando
aproximadamente entre un 5% y
10% de los niños escolarizados.
2. El número de niños en programas de
educación especial clasificados con
problemas del aprendizaje se
incrementó en un 191% entre 1977
y 1994 en los países occidentales.
3. El déficit de atención con
hiperactividad, de acuerdo con
estimaciones conservadoras, afecta
entre el 3% a 6% de los niños en
edad escolar, aunque evidencias
recientes sugieren que la
prevalencia podría ser tal alta como
del 17%.
4. La incidencia de autismo puede
alcanzar el 1 por cada 100 niños Y la
tendencia es a incrementarse .
5. Aproximadamente el 1% de todos
los niños sufren retraso mental.
4. Surgen una variedad de
explicaciones en respuesta a estas
tendencias. Podría ser producto de
una mejor detección y registro,
aumento en la comunicación de los
casos, o como resultado de una
demanda de una sociedad
tecnológicamente más avanzada
que intenta adelantar habilidades
más complejas a edades más
tempranas.
A pesar de que hay pocas dudas
acerca de las influencias genéticas
en las enfermedades y desórdenes
neurológicos, para una vasta
mayoría de ellos no hay evidencia
de que los factores genéticos sean
la causa predominante. Aunque
nuestra compresión del tema es
incompleta, ahora tenemos la
certeza de que complejas
interacciones entre factores
genéticos.
Debido a todas estas interacciones
comprender la(s) causa(s) de una
deficiencia neurológica de un niño
particular es extraordinariamente
difícil. Esto es lo que sucede cuando
la mayoría de las investigaciones
que identifican los factores de riesgo
como, por ejemplo, niveles elevados
de plomo, se basan en estudios
epidemiológicos más que en estudio
individuales. A pesar de eso,
podemos concluir con certeza que,
en una población dada, la
exposición durante el desarrollo a
niveles altos de plomo dañara las
funciones cognitivas y la conducta,
pero nunca podremos definir el
grado en que esas funciones son
afectadas en un niño determinado
por exposición a plomo.
Esto es porque tanto la función
cognitiva como el comportamiento, son
el resultado de complejas interacciones
entre factores genéticos y
medioambientales (físicos, químicos,
biológicos y sociales).
5. TRASTORNOS EN EL
APRENDIZAJE ESCOLAR:
Los mejores consejos para
mejorar el rendimiento escolar.
T.D.A.H. (trastorno de
desatención, hiperactividad e
impulsividad).
Los mejores consejos para
mejorar el rendimiento escolar
Los niños rinden más en el colegio
cuando sus padres se interesan de
forma activa por sus deberes y
tareas escolares, así les
demuestran a sus hijos que lo que
hacen es importante. Por
descontado, ayudar a su hijo con los
deberes y tareas escolares no
debería implicar tenerse que pasar
largas horas encorvado sobre su
escritorio. Los padres pueden
apoyar a sus hijos demostrándoles
sus habilidades de organización y
de estudio, explicándoles un
problema complicado o animándoles
a que se tomen un descanso
cuando lleven cierto tiempo
trabajando en las tareas escolares.
T.D.A.H. (trastorno de déficit de
atención, hiperactividad e
impulsividad).
Una de las causas más frecuentes de
mal rendimiento escolar.
Es un trastorno neurobiológico
caracterizado por la presencia de tres
síntomas básicos de carácter cognitivo-
conductual:
Falta de atención
Dificultad para centrarse en una sola
tarea de trabajo o estudio. Muestran
dificultades al concentrar la atención
dirigida y consciente en crear, aprender,
organizar o completar una tarea. El
déficit de la atención afecta
particularmente la Memoria de Trabajo
(memoria que nos permite mantener la
información para procesarla,
manipularla y organizarla durante una
tarea; como por ejemplo: se nos dice
una serie de serie de números o de
letras y somos capaces de invertir
el orden).
6. bibliografía
•Suárez, Dificultades en el aprendizaje: un modelo de
diagnóstico en educación. Editorial Santillana.
•Magaña, M. y Ruiz-Lázaro, P. (2002). Trastornos
específicos del aprendizaje.