Este documento discute las buenas prácticas de responsabilidad social corporativa (RSC) que pueden adoptar las pequeñas y medianas empresas durante una crisis económica. Sugiere que las empresas deben alinear estratégicamente sus actividades de RSC con su negocio principal y objetivos, e innovar para crear valor social que mejore su ventaja competitiva. También recomienda la colaboración entre empresas para lograr mayores impactos con los recursos disponibles.