Los sistemas de gestión son necesarios para las empresas modernas para ayudar a gestionar los riesgos, mejorar la efectividad operativa, reducir costos y aumentar la satisfacción de clientes. Un sistema de gestión típico incluye una estructura organizacional, responsabilidades definidas, procedimientos y procesos documentados, y recursos asignados. La certificación de un sistema de gestión demuestra a las partes interesadas que la empresa usa mejores prácticas y puede mejorar el rendimiento y ampliar oportunidades.