2. Aristóteles
Aristóteles (384-322 a. C.) nació en Estagira (Macedonia), de ahí el
sobrenombre de “el estagirita” en el norte de la Grecia, en el seno de una
familia de médicos. Cuando tenía dieciocho años se trasladó a Atenas para
formarse como filósofo en la Academia de Platón, donde permaneció durante
los siguientes veinte años. Tras la muerte de Platón, Aristóteles dejó Atenas y
vivió durante algún tiempo en Asia Menor, en la corte de un tirano que había
sido condiscípulo suyo, con cuya hija adoptiva se casó. Posteriormente Filipo,
rey de Macedonia, lo llamó a su corte y le encargó la educación de su hijo
Alejandro. Poco después de iniciar Alejandro su reinado, Aristóteles regresó a
Atenas y allí fundó su propia escuela, el Liceo, donde desplegó una importante
labor de investigación y enseñanza en las distintas ramas del saber. Con la
temprana muerte de Alejandro, Aristóteles, protegido suyo, tuvo que hacer
frente al sentimiento anti macedonio que estalló en Atenas. Acusado de
ateísmo, Aristóteles tuvo que exilarse y se refugió en Calcis, donde moriría al
año siguiente, el 322 a. C., a los 62 años de edad.
Considerado uno de los más grandes filósofos de la historia por la amplitud de
sus intereses teóricos, por la novedad que representa y por la mucha influencia
que su filosofía adquirió durante toda la Edad Media gracias a las traducciones
de filósofos judíos y musulmanes, por cierto, españoles.
Aristóteles ha pasado a la historia, entre otras cosas, como el primer
sistematizador de la lógica. De hecho, sus propuestas en este campo, junto a
las aportaciones de los estoicos, han constituido prácticamente toda la lógica
hasta el siglo XIX. El mismo Kant, quien toma la clasificación aristotélica de los
juicios como base para realizar la deducción trascendental de las categorías
del entendimiento, aspecto fundamental de su obra, se extraña del mínimo
avance de la lógica, desde Aristóteles, contrastándolo con el arrollador avance
de la ciencia a partir del Renacimiento, dado que ambas parecen ofrecernos
una forma de conocimiento seguro.
Las obras de lógica de Aristóteles (Categorías, Sobre la interpretación,
Primeros analíticos, Analíticos posteriores y Tópicos) fueron agrupadas en un
3. conjunto llamado Organon, que los filósofos interpretaron tradicionalmente
como una propedéutica, una preparación para la filosofía. Con ello pretendían
recalcar que el conocimiento de las leyes del razonamiento era fundamental, un
paso previo, para cualquier ulterior estudio, y que debía estar en posesión de
tal conocimiento quienes quisiesen adentrarse en el terreno de la filosofía. A
diferencia de la moderna lógica formal, la lógica aristotélica parte del supuesto
de que las formas de pensamiento reproducen lo que ocurre en la realidad, o
sea, que las cosas extra mentales existen tal como son pensadas por la mente,
por lo que las categorías de la mente son categorías objetivas, categorías de la
realidad. De ese modo las categorías del pensamiento adquieren un sentido
ontológico y ese carácter propedéutico que ha señalado la tradición filosófica.
La lógica aristotélica se ocupa del estudio de los conceptos, dedicando especial
atención a los predicables, y de las categorías (o predicamentos), que se
completa con el análisis de los juicios y de las formas de razonamiento,
prestando especial atención a los razonamientos deductivos categóricos o
silogismos, como formas de demostración especialmente adecuadas al
conocimiento científico.
Para Aristóteles, el mundo estaba compuesto por individuos (sustancias)
que se presentaban en tipos naturales fijos (especies). Cada individuo cuenta
con un patrón innato específico de desarrollo y tiende en su crecimiento hacia
la debida autorrealización como ejemplo de su clase. El crecimiento, la finalidad
y la dirección son, pues, aspectos innatos a la naturaleza
Plantas con flores.
Plantas sin flores ( estas sería: musgos, helechos, algas, hepáticas)
sistematiza al reino vegetal dividiéndolo en dos grandes grupos: Fue maestro
de Alejandro Magno en el Reino de Macedonia Fundó el Liceo en Atenas,
donde enseñó hasta un año antes de su muerte Escribió 170 obras, aunque
sólo 30 se han conservado hasta nuestros días Planteamientos éticos...
4. El razonamiento es un encadenamiento de juicios en el que partiendo de
una proposición conocida se descubre otra u otras desconocidas. Aristóteles,
en los Analíticos, se ocupa tanto del razonamiento deductivo como del
inductivo, pero considera que el conocimiento científico se alcanza deduciendo
lo particular de lo general, es decir, con el conocimiento de las causas.
Aristóteles privilegiará, por tanto, el análisis del razonamiento deductivo, y en
especial del razonamiento deductivo categórico o silogismo.
Del mismo modo que distinguimos en el juicio una materia y una forma
hemos de hacer lo propio con el razonamiento; la materia próxima del
razonamiento son los juicios, y la materia remota los conceptos (que son la
materia de los juicios). La forma consiste el nexo o conexión legítima entre los
juicios antecedentes y los consecuentes y se expresa mediante conjunciones
como "luego", "por lo tanto", "por consiguiente", a través de las cuales se
realiza el proceso de inferencia, la consecuencia de unos juicios a otros.
Aristóteles afirma que este proceso está sometido a reglas que permiten
determinar su corrección o incorrección, de tal modo que, si los juicios de los
que se parte son verdaderos, y la inferencia se realiza de acuerdo con las
reglas definidas (si la inferencia es válida, pues) la conclusión será
necesariamente verdadera. El proceso de inferencia no dependerá, pues, de la
materia del razonamiento, sino de su forma.
Para finalizar El punto de vista que sostuvo hacia el hombre, mas allá de
ser aceptado o no en la cultura actual, es necesariamente creíble desde su
forma más simple:
HOMBRE= CUERPO + ALMA
MORTAL INMORTAL
Es decir, que mas allá de las cadenas de fines para llegar al gran fin último
(felicidad), existe algo mas, algo que ya no sería tema de la antropología, quizá
un tema religioso, cultural, pero lo que realmente importa, y es lo que queremos
analizar, es el ¿PARA QUE? Aquel gran cuestionamiento de siempre de la
filosofía, y es el que para Aristóteles, no se termina de responder en este
5. “mundo”, el cual pasa a ser un medio de “prueba” si se quiere, para determinar
la calidad del alma, y con cual otra materia le cabe reencarnar.
Esa postura es tomada, al menos por las integrantes de este grupo, y
aunque no creemos en la totalidad de ese concepto de reencarnación, si
apoyamos el sentido que le da Aristóteles al “posmorten”, más allá de las
posturas religiosas.
Tomemos dos frases de Aristóteles: “El alma es aquello por lo que vivimos,
sentimos y pensamos”; “Lo mejor es salir de la vida como de una fiesta, ni
sediento ni bebido” A simple vista pueden tener nada que ver, pero
analizándolas, de manera instantánea sabemos que se complementan
extraordinariamente, ya que conociendo su postura de que el alma es inmortal,
podemos demostrar que habrá siempre algo que nos incentive, nos mueva
interiormente. Luego de vivir, ese algo (que es el alma) se mantiene,
deberíamos tener como objeto lograr un equilibrio entre nuestras necesidades y
sus satisfacciones, (al tener sed, no beber de mas ni tampoco de menos), algo
así como una filosofía de vida, que éticamente mantendría nuestra alma como
merecedora de un buen “mas allá”, lo que para Aristóteles, en su escala,
conformaría una reencarnación con un cuerpo humano.
Lo que nos satisface al culminar el trabajo, es el poder haber entendido,
aunque sea en parte, a Aristóteles. Y encontramos una cita justa para darle el
cierre a este informe:
“Si tanto me alaban, será por alabarse a sí mismos, pues al alabarme dan a
entender que me comprenden.”
6. BIBLIOGRAFIA
-MORENTE GARCIA, Manuel. Lecciones Preliminares de Filosofía. Buenos
Aires, Losada S.A., 1977
-MARITAIN, Jacques, Introducción a la Filosofía. Buenos Aires, Club de
Lectores ,1943.
-VASQUEZ de Fernández, Silvia. Buenos Aires, Kapelusz norma, 2008.